Seven

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Estaba nervioso y ver a HyoRi irritado sólo lo hacía sentir peor. Desde que llegaron al motel, rubio muchacho estuvo irritado, lo peor fue verlo cambiar tantas veces en menos de una hora.

De a ratos era el dulce muchacho que intentaba mantener la calma y solucionar todo de manera serena y sensata, pero luego se volvía el chico violento que se desesperaba y comenzaba a gritar y tirar sus cabellos, para luego acercarse a él y golpearlo intentando desquitarse y culparlo por todo, curioso porque terminaban ambas personalidades pidiéndole disculpas y diciendo que lo amaban.

Por su parte, seguía completamente inmóvil en la cama, las pastillas estaban empezando a dejar de tener efecto, apenas acababa de despertar, y estaba seguro de el efecto que había durado lo suficiente como mantenerlo inconsciente durante el viaje, no sabía dónde estaba, pero sabía que había dormido mucho, pero exageradamente mucho tiempo.

Tenía miedo, debía encontrar una manera de que HyoRi no se pusiera violento, de seguro moriría a causa de los golpes, lo había golpeado más de seis o siete veces, y si no fuera porque su sistema nervioso seguía dormido, estaría delirando de dolor, y eso si es que no le agarraba la locura, peor que en esos momentos, y terminaba disparándole.

Lo vio caminar de un lado a otro impaciente, y de pronto se tomó seis o siete pastillas diferentes, otra vez, era como la tercera vez que las tomaba en menos de veinte minutos.

¿Cómo era consciente de la hora? Gracias al bendito reloj en la pared, que en ese momento marcaba las seis veinte, probablemente de la tarde, aun no tenía mucha consciencia del tiempo en general.

--H-yo... Hy-hyoRi... - le llamó como pudo, su voz era apenas un susurro quebradizo, rasposo y casi inaudible. – Hyo-Ri...

El muchacho lo miró sobresaltado y él intentó mantener la calma. – V-ven... - pidió, el muchacho se extrañó, sin embargo se acercó sabiendo que no podía hacerle nada aunque intentara. – Tra-tranquilo... - No podía creer lo que estaba haciendo, hasta hacía una hora había estado pensando en cómo suicidarse, y ahora, fingía cariño para salvarse, definitivamente se estaba volviendo loco. – Todo estará bien... - susurró – N-no te preocupes.

Los ojos del muchacho brillaron de repente. – Tienes razón... es verdad, todo saldrá bien. No te preocupes Minnie no te alejarán de mí. Lograremos salir de esta y estaremos juntos. – por la forma en que lo decía, parecía tratar de convencerse a sí mismo de ello. El muchacho se inclinó sobre él y lo besó suavemente. – Estaremos bien... muy bien, Minnie, lo prometo. – sin más lo besó otra vez, con un poco más de intensidad, y él sólo pudo cerrar los ojos, reteniendo sus lágrimas mientras el chico se encargaba de desvestirlo y besar cada parte de su cuerpo con brusquedad.

Una vez más agradecía el hecho de estar completamente drogado y no sentir dolor, pero lamentablemente eso no quitaba el asco.

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--112, ¿Cuál es su emergencia?

--Song HyoRi está hospedado en mi motel, me llegó un aviso de que si lo veía debía llamar a la policía. Se quedará aquí por la noche, deben venir rápido, creo que está golpeando a ese muchacho... em... JiMin. Vengan rápido.

--Dígame la dirección, enviaremos móviles enseguida.

*****

Capítulo corto, medio relleno pero a la vez importante.

Decidí subirlo ahorita en compensación por haber tardado tanto.

Nota, agárrense que después del ocho, se pone weno. Ahre xD

¿Sabía qué el 112 es el número de emergencia en Corea? 

Yo tenía entendido que el 911 era mundial :v estaba equivocada,  interesante las cosas que una entera.

En fin, espero que les haya gustado a pesar de ser corto, no olviden votar y comentar.

Sin más que reportar, Lu Shi se despide.

Our Beautiful Secret. [YoonMin] [2da Temporada de TWOS]Where stories live. Discover now