Evadiendo

174 11 9
                                    


Evadir. ¿Qué no lo que llevaba haciendo desde hacía tiempo?
A decir verdad, era mucho más sencillo cuando no tenía ni idea de que lo estaba haciendo. No, ahora que era consciente de la verdad, no tenía más ganas de descubrir, de encontrarle más puntos malos a la vida que llevaba desde siempre.

Suspiró, viendo la enorme construcción que suponía el edificio donde trabajaba. Quería seguir evadiendo la realidad, a ella y a todo el dolor que implicaba, pero la expresión tranquila del rubio al que había dejado dormido hacía unos minutos parecía hacerle un eco interminable en su cabeza.
Por culpa de su ignorancia le había hecho esos feos moretones a ese chico, le había herido de tantas manera que ya no podía ni enumerarlas. Y todo por estar evadiéndolo todo.

Subió las escaleras una vez más, esta vez por querer evitar a su padre, y a su hermano también de cierto modo, ya que iba llegando ligeramente tarde a sabiendas de que James siempre procuraba ser puntual. Y camino a su cubículo pensó detenidamente en las cosas que tenía planeado por hacer a lo largo del día.

¿Realmente quería hablar con James del tema? Lo había intentado cientos de veces, sin éxito. Pero... quizás una última vez no dañaría a nadie, quizás le estaría haciendo un favor al esclavo que su hermano tenía en su poder.

-No me había dado cuenta de que habías pedido el día de ayer sino hasta que me pasaron tu carta de justificación- Habló su padre, entrando y recargándose en el escritorio. - ¿Todo bien, Logan?

El menor empezó a sacar los expedientes que tendría que pasar a la computadora, hablando con aires distraídos. – Hoy sí, ayer no me sentía muy bien... tuve una descompensación o algo así me dijo el doctor con el que fui – Mintió. - ¿Me perdí de algo interesante?

Louis negó con la cabeza. – Hijo... con respecto a lo que pasó el otro día en casa...

- ¿Qué con eso? – De ser otra persona, tal vez creería que su padre estaba arrepentido y le hablaría de lo apenado que estaba de todo lo que le había contado. Pero era Logan Laferty, y conocía tan bien al jefe de su familia como para saber que la palabra <<arrepentimiento>> no era con exactitud la mejor definición para algo que ellos hicieran.

-Has estado yendo mucho a la casa últimamente – Dijo su padre, encogiéndose de hombros. – Tu mamá... está encantada con eso, ¿sabes?, cree que las cosas van mejorando y... yo también lo empiezo a creer. Eso de lo que hablamos en mi despacho... no ha arruinado nada, ¿verdad?

Logan suspiró. La cara de su padre sólo mostraba confusión. – No, no lo ha hecho – Pero vaya que le hizo ver muchas cosas. - ¿Qué iba a arruinar? El tema ya es pasado, no podemos cambiar nada.

Louis sonrió, sin entender el tono de reproche que había utilizado su primogénito. – Me alegra eso. No era nada de importancia, pero creí que para ti sí. Ese día... por un momento sentí que estaba hablando con Derek, ¿eh?, no hay que hablar de eso más, por si las dudas.

Asintió. – De acuerdo.

-Bien, te dejo. Sigo con mi trabajo y tú sigue con el tuyo. – Y sin esperar más, el hombre se alisó su traje y salió por la puerta, dejando a su hijo peor de lo que ya estaba.

Hablar con James sería casi lo mismo, sólo que con más insultos y alcohol de por medio, muy probablemente.

...

Emett se estremeció con el sonido del teléfono. Se apresuró a secarse las manos, puesto que estaba lavando los platos en ese momento, y fue acercándose a donde sonaba. Su amo le había indicado que llamaría, por lo que él tendría que contestar.

¿Tu dolor o el mío?Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt