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Estar en la clase de literatura a última hora un viernes por la tarde es lo más sofocante y aburrido, no es nada nuevo escuchar las quejas al saber que nuestra libertad escolar sería dentro de unas horas o minutos.

—Ahora, Dylan pasa al frente y dinos acerca de tu investigación de esta semana.

Suspire por lo bajo y me levanté para dar mi tema, nadie dice nada, creo que es mejor así.

—Bueno, yo investigué acerca del síndrome de Tourette. —Dije sin más y comencé a leer.

Trastorno del sistema nervioso caracterizado por movimientos repetitivos o sonidos no intencionales. Este se puede tratar, de igual manera dura años o toda la vida. Usualmente va desde la niñez.

Las personas pueden sufrir:

Comportamiento: comportamiento compulsivo, impulsividad, falta de autocontrol, hiperactividad, movimientos repetitivos, repetición incoherente de palabras, repetición sin sentido de palabras propias o uso sin control de palabras obscenas

Muscular: tic, aumento de la actividad muscular, contracción muscular involuntaria, dificultad para mover el cuerpo, espasmos musculares o movimientos involuntarios

Estado de ánimo: ansiedad o temor

También comunes: aclarar la garganta, espasmo de párpado, parpadeo repetitivo, problemas de aprendizaje, tartamudez o tos.

—...Esto es todo.— Todos comenzaron a murmurar caminé a mi asiento, como odio que hagan eso, que hablen de mí.

—¿Quieren callarse?

Y como si nada, en un segundo todos lo hicieron, todos saben que no sé controlar mi ira. Suelo ser violenta mientras me hagan algo, de ahí en fuera los demás me dan igual.

El curso pasado, estuve a punto de matar a golpes a una chica, todo por burlarse de mí, sus padres se enteraron y casi iba a prisión para menores, pero, se enteraron de mis problemas con la ira y lo que ella me hacía, al final, terminé ganando. ¿Qué pasó con la chica? Se cambió de escuela, a partir de ahí soy algo temida.

Hoy es viernes, y por eso en literatura nos piden una exposición de cualquier tema que nos interese. A decir verdad, solo fue lo primero que me salió en una búsqueda aleatoria de internet.

Después de todo, la clase pasó más rápido de lo que esperaba y en cuestión de tiempo pude dejar de ver las patéticas caras de patéticos adolescentes. Mientras caminaba, de mi sudadera saque mis auriculares y mi celular, puse un poco de metal a casi todo el volumen, el cielo está gris, a pesar de que estamos en plena primavera.

Comencé a caminar a mi casa, una que otra gota de agua se impacta con el suelo, hasta que todo el panorama ahora es un viernes lluvioso.

Saqué él paraguas de mi mochila y seguí caminando a casa sumida en la música, cuando llegué ella estaba ahí, mi hermanastra, se supone que debe estar en su trabajo.

—¿No se supone que deberías trabajar? —Dije, secando mis zapatos.

—Se supone, pero digamos que me dieron la tarde libre. — Escuché mientras subía a mi habitación quitando mis auriculares.

Me quité la mochila y la puse en un costado de mi cama, me tumbé en la almohada y coloque de nuevo mis auriculares, él heavy metal seguía sonando y me acomode para dormir.

———'———

Me desperté, intenté ver la hora en la pantalla de mi celular, aunque al parecer se apagó por falta de pila. Mire el reloj de mi mesa de noche y era cerca de la una y media de la madrugada, saqué mi cargador y enchufe él celular. Vaya que dormí demasiado

Mi estómago rugió y baje a la cocina. Un post-it color rosa resaltaba en el gris del refrigerador, es una nota de Alice pegada en la puerta, solo un aviso de su huída a una fiesta.

Revise él microondas y encontré la comida, la calenté y después de un par de minutos, tomé un tenedor y subí con él plato de carne a mi habitación.

Encendí la luz de mi y comencé a comer en dirección hacia mi cama, gire mi cabeza y observe la ventana, solo la cortina y un cristal no eran suficientes para evitar algo, había algo fuera y yo lo sabía, alguien está vigilando mi casa.

Dejé el plato en mi cama y me dirigí a la ventana abriendo lentamente la cortina que la cubría.. Nada, no veo nada, pero esa jodida sensación no me agrada, cerré la cortina y termine de comer, y bajé, algo está mal.

Volví a subir, pero ahora apague la luz, haciendo la ilusión de que iría a dormir, acomodé las almohadas para que formaran mi cuerpo y les coloque mis auriculares con heavy metal.

Me escondí bajo la cama, de modo a quedar cara con la pared, abrí mi pequeño compartimiento y saque mi arma especial, un escuadra calibre 22, cargue las balas y le coloque un silenciador, seguí esperando bajo la cama.

Después de cinco minutos, escuché, aparte del heavy metal de parte de los auriculares, la ventana abrirse. Vi lo que eran unos zapatos, aparte de escuchar una risita, los tenis se movían de lugar, pasaron al costado exactamente donde dejé mi mochila en la tarde.

Mierda. Dijo con voz de hombre, tomé la pistola y ya cargada salí del lado contrario de donde estaba el individuo.

En un rápido movimiento me pare y apunte él arma, no tenía miedo, al contrario estaba enojada de que entraran así a mi casa.

—¿Qué demonios crees que haces?—dijo la voz masculina. El sujeto parecía alguien peligroso considerando las hachas que traía. Su rostro era difícil de ver, tenía un bozal y unos googles y eso sumándole que estamos a oscuras, su apariencia era un tanto complicada de comprender.

—Eso es lo que quiero saber yo, así que habla o disparo—Dije sosteniendo él arma, se que atacará no por nada entraría a mi habitación.

—Digamos que tú eres mi presa, pero veo que no quieres aceptar que alguien va a asesinarte— Está colmando mi paciencia, así que disparé en su pierna haciendo que sangrara al instante. La distancia no era mucha, así que para mi sorpresa él no emitía ningún sonido de dolor o alguna especie de queja. Tomó su hacha y la aventó en mi dirección. Me agache de forma brusca dandome un gran golpe.

Aproveché ello y rodé bajo la cama; él se agacho y en eso pateé su cara pero logró tomar mi pie, me arrastró e hizo que mi arma se quedará lejos de mis manos. Se puso encima mío y sostuvo mis manos arriba de mi cabeza y, a pesar de no poder ver con detalle su rostro sentía su mirada fría dispuesta a ver la sangre correr.

Lo miré, me había adaptado a la oscuridad de la habitación por lo que su rostro cubierto se quedó estático. A decir verdad no tenía miedo a morir, pero no quería, no ahora. Entonces noté algo raro, su rostro parecía tener una especie de tic y pronto, él estaba moviéndose de forma inesperada.

Mierda, mierda, mierda... es lo único que decía mientras que soltaba su agarre de mi, parecía tener un ataque de algo.

Aproveche eso y lo tire, tomando él arma de debajo de la cama y corriendo a donde había aventado el primer hacha mientras veía que intentaba hacer algo con él mismo.

Parecía tener una especie de brote psicótico. En ello mientras me preparaba, él se reincorpora, dejando salir más sangre de la que esperaba en el suelo de mi habitación; con rapidez él corrió hacia mí sujetándome de una forma que fui incapaz de ver.

Me tenía en la pared, inmovilizada. Se notaba verdaderamente alterado y con más ganas de matarme. Intentaba safarme a como diera lugar, pero todo en vano.

—Maldita sea— Gruñó cerca de mí y de forma inesperada me suelta y desaparece nuevamente por mi ventana.

Caí al suelo intentando ver la puta mierda que acababa de suceder.

¿Quién mierda era ese sujeto?



✔ c o r r e g i d o   y   e d i t a d o 

Anormal (Ticci Toby)Where stories live. Discover now