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Entramos como si nada, el lugar era silencioso. Caminé detrás de Toby en todo momento, la rabia se empezaba a apaciguar pero mi impulso de hacer algo no, cosa que en verdad me extraña.

Caminamos entre las calles y llegamos a una casa medianamente grande un poco más alejada de las demás.

— Aquí es, solo guarda silencio y espera mi señal.— Entró sin más por una ventana.

Nuevamente mi impulso está creciendo cada vez más, creando un dolor en mi cabeza.

Después de un rato Toby me da la señal, cuando entré me guió por un pasillo hasta en medio de la sala donde había una pareja amarrada y vendada de la boca,

— ¿Qué prefieres?— mencionó Toby sentándose en un sofá.

Mi corazón empieza a latir cada segundo con mucha más fuerza, tanto que hasta llego a desconocerme. Algo reemplaza mi rabia, es molesto pero no puedo evitarlo del todo.

— Pido al chico.— sin pensarlo las palabras salen de mí y en un momento a otro la chica inició a llorar. Lo que sea que había reemplazado mi enojo y coreaje emppezó a salir a flote impidiendo que pensara de manera racional.

Sabía lo que estábamos a punto de hacer, y a decir verdad no sabía qué pensar al respecto.

Toby se puso de pie y fue por la chica.

— Dylan, deja que el amigo vea el show— hice caso, lo tomé del cabello y lo obligue a mirar la escena.

Él la tomó del cabello y la acomodó en el sofá, sus lágrimas no cesaban. — Shhh— dijo después de acercarse a su rostro y entonces con un golpe del hacha en su cabeza la sangre empezó a brotar, soltó el hacha mostrándonos al sujeto y a mí que esta se había quedado clavado en la mitad de su cráneo, hizo un mohín y sin más siguió con su matanza; la sangre estaba por todos lados, y el sujeto parecía no mostrar fuerzas, eso de algún modo me ponía feliz y ansiosa.

Los fuertes latidos de mi pecho me cegaban y las ganas de mancharme de sangre me lavaban la cabeza y antes de poder hacer algo al respecto llegó mi turno.

La voz de Toby dió luz verde a mi acto, tome al chico y lo tiré al suelo como un simple muñeco de trapo. Con brusquedad coloqué mi pie en sus genitales y presioné con fuerza, él se limitaba a llorar y soltar quejidos, las ganas que tenía de escuchar los gritos en voz alta eran más de las que esperaba pero eso alertará a la gente y claramente no queremos eso. Saqué los cuchillos que tenía y sin más rodeos lo apuñale en el mismo sitio donde tenía mi pie, ver en sus ojos lo tan desesperado que estaba me emocionaba y ver salir la sangre hacía todo más placentero aún.

Empezaba a marearme y me sentía drogada, pero eso no era impedimento alguno para continuar. Me coloqué encima suyo y con él cuchillo rompí su playera dejando al descubierto su pecho y antes de que pereciera empecé a cortar la piel para luego escribir un pequeño "Gracias". Luego de ello, le miré por última vez en un intento de descifrar lo que pasaba por mi mente para luego encontrar una respuesta clavando el cuchillo en su garganta cortandos la yugular provocando un desangramiento total, pude sentir la mirada de Toby en todo momento y a decir verdad me hacía sentir bien.

Me dejé caer en el suelo mirando el techo, intentando recobrar por completo mis sentidos. Esta mierda era aún más emocionante y completamente diferente que asesinar a el bastardo de Alex.

— Al parecer todo salió de maravilla.— dijo rompiendo el silencio.

— No me había sentido tan liberada antes.— respondí a lo que sólo se rió de mí.

— Vámonos, mañana tienes un infierno llamado escuela. — se acercó a mí y me ayudó a ponerme de pie.

Salimos de ahí no sin antes hechar una buena mirada a lo que habíamos hecho, el camino a casa fue silencioso hasta que en un momento se puso delante mío dándome la espalda haciendo que me detuviese.

El viento sopló en dirección a nuestras caras haciendo que su capucha bajara dejando ver un cabello desalineado

— Yo me quedo aquí, lárgate antes de que te vea alguien.

Camine hacía mi casa y con cuidado entré por la ventana, no quería volver a pintar la ventana. Me desvestí y me metí a bañar igualmente enjuagando la ropa manchada de sangre, junto con él cuchillo.

Después de casi una hora, en lo que me cambiaba, en lo que extendía mi ropa y escondía el cuchillo me recuesto, tomando mi teléfono y mis auriculares, poniendo heavy metal.

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Mi alarma hacía eco en mis auriculares, me duele el cuerpo ¿será porque dormí mucho?

Me levanté de la cama, después de que me quedara acostada escuchando música ayer, sólo recuerdo que me bañe, lavé mi ropa. Recuerdo haber estado con Toby y después de seguirlo no recuerdo nada, ¿qué diablos está pasando en mi cabeza?

Después de quedarme pensando empiezo a buscar lo que me pondré para clases como siempre, mis rasgados jeans, mi sudadera negra algo grande y mis inolvidables botines negros.

Solo peino algo mi cabello, cepillo mis dientes y bajo a desayunar.

Tomo un plato, una cuchara, leche y cereal.

Me siento en la mesa y empiezo a desayunar, el único sonido es el de mi masticar y el de un reloj, o al menos eran porque unos zapatos se escucharon, claramente Alice.

No me habló y yo tampoco a ella, terminé de desayunar y fui por mis cosas para ir a la escuela, para esto escuché a lo lejos la puerta cerrarse.

Genial, ahora estoy sola.

Revisé la hora, para mi buena suerte los martes entraba tarde y era temprano aún.

Abrí mi ventana y pude contemplar aquella mini ciudad donde vivía, el viento de la mañana entraba a mi habitación, recuerdo que a mamá le gustaba despertar temprano por ello.

Cerré los ojos dejándome llevar por el viento. Al abrirlos miré al jardín del vecino trasero.

— ¿Qué mierda es eso?— murmuré y solo vi Alex manchado de sangre y un ruido como de estática sonaba en lo más profundo de mi incrementándose mareandome y dándome un gran dolor de cabeza. No sé cómo me desmayé.

Mi alarma sonaba sin parar, de pronto me quedé dormida en el suelo y era hora de ir a la escuela, mierda, se me hacía tarde.

Tomé mi ropa y me cambié, cerré mi ventana mirando a través de ella y solo había nada, espera ¿qué buscaba en el jardín?. Volví a reaccionar, tomé mis cosas y salí de casa.

Al salir, me topé con un bullicio de gente con las vecinas a mitad de la calle.

— Dicen que fue algo horroroso, hasta pareciese que lo hizo un monstruo.

— Pobres de ellos, no tenían mucho de haberse casado, o al menos eso es lo que oí.

Su plática se detuvo cuando notaron mi presencia, pasé saliva y empecé a caminar a la parada del bus.

✔ c o r r e g i d o   y     e d i t a d o

Anormal (Ticci Toby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora