Juuzou Suzuya y tú.
Escribí este libro hace 500 años, por favor ten en cuenta que era mi época de cringe.
Eres fanática de los ghouls, y, aunque no quisieras ser comida por uno, por ende, te gustaría entrar a la CCG, y mejor aún, conocer a ese agent...
_____- ¡Juuzou! ¡no puedes hacer esto! - insistí alarmada mientras golpeaba la puerta, sabiendo que al otro lado seguía el chico de tez blanca.
Juuzou - hey - soltó una carcajada, justo ese tipo de carcajadas que son únicas de él, inigualables, de las que me enamoré - te prometo que ganaré ésta batalla.
_____-Escuché correr al chico, por lo cual no pude evitar alarmarme aún más, rogando a gritos que me dejase salir e intentando disparar a la puerta, pero sabía perfectamente que todo lo que hiciera sería completamente inútil.
¿entonces ese era su plan desde un inicio? ¿por ello no se molestó en impedirme luchar junto a él? Por ello accedió con tanta facilidad... Pero la realidad es que nunca lo hizo, sino que sólo me tranquilizo para que no le estorbara, y ahora estoy aquí, encerrada, siendo inútil una vez más.
¿por qué no me dejas luchar junto a ti?
Juuzou - que la fiesta empieze - pensé por instinto y fue inevitable soltar una carcajada de emoción. Mi cuerpo estaba lleno de adrenalina, estaba ansioso por matar a aquél que alguna vez intentó quitarme a Shinohara San, y por un momento lo logró. Pero ahora ya no puede, es imposible, porque yo soy Juuzou Suzuya.
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Por alguna razón recordé cuando estaba sentado en la acera, estaba dibujando algo que ya no recuerdo bien, esperando a Shinohara San, sentía la mirada de alguien, no era una mirada agradable, era como si estuviese mirando a un completo monstruo, y aunque ella creía que yo no la había notado, la verdad es que incluso sabía el color de sus ojos. Sospechaba de la chica, por lo que Shinohara me mandó a inspeccionarla, y no me molesté en ser discreto, incluso recuerdo haberle preguntado si era un Ghoul, a lo que accedió, pero sólo estaba jugando conmigo... Hablaba maravillas de el agente "Suzuya", y cuando le dije que era yo, sus únicas palabras fueron "no me jodas...". Ahora me doy cuenta que seguro arruiné sus expectativas.
Me molestaba recordarlo todo, me molestaba recordar cada momento junto a ella, me molestaba recordar cada detalle de su rostro, incluso el más pequeño, como esos pequeños oyuelos en sus mejillas que se forman cuando sonríe, o sus manos, que apenas hace unos minutos estaban tocando mi rostro... Y no pude parar el tiempo. Porque no había tiempo, porque debía defender lo que es mío, ¡nadie me quitará lo que es mío!
Kaneki - supongo que ya no hay marcha atrás - miró sobre los edificios.
Juuzou - ¿a caso pensabas volver? - reclamé molesto.
Kaneki - no bromees, sólo no quería que hubiese silencio justo ahora.
Todos los de la CCG estaban en sus puestos, había muchos detrás de nosotros que estaban dispuestos a perder la vida ésta misma noche. Todos los alrededores habían sido evacuados por la gente.
Entonces lo ví a lo lejos, "el tipo de la máscara" caminando decidido y con la frente en alto, detrás de él había tantos hombres como los nuestros, sin duda la mayoría con apariencia de tipos cualquiera, inútiles.
