Capitulo III

19.8K 1.1K 90
                                    

El día estipulado para viajar a París, llegó, Sophia había acordado con su jefe, que llegaría directamente al aeropuerto para abordar el Jet, así que tomó las llaves de su vehículo, un corolla gris rata y salió directo a su destino.

Todavía era bastante temprano, iban a dar las seis, la mañana estaba bastante fría y una persistente, pero muy leve llovizna, humedecía las calles. Iba vestida bastante casual, con unos jeans azul claro, ajustados, un bodysuit blanco cuello alto y mangas largas, unos cómodos sneakers también blancos, su cabello recogido en coleta alta, maquillaje natural que resaltó con unos labios intensos carmesí y una gabardina beige para complementar.

Al llegar al aeropuerto, transcurrieron pocos minutos, hasta que se le acercó Steven, el guardaespaldas personal de Edrick, le ayudó con el equipaje y ella únicamente tomó su cartera, su laptop y se dirigieron dentro del lugar donde el magnate ya esperaba. Al salir a la enorme pista, se quedó anonadada al ver el sensacional e impresionante Jet blanco, difícil de confundir, si tenía las letras "PALTROW" escritas en los laterales.

Definitivamente, él era una persona distinta a ella, de mundos completamente opuestos, ni siquiera podía imaginar, que alguien tuviera tanto dinero. Nerviosa por la situación, por el momento, abordó con la ayuda del alto hombre que la escoltaba y al entrar, admiró el bello interior de lujo, pulcro, inmaculado y absolutamente majestuoso. Dio unos cuantos pasos dentro y no tardó en divisar a su guapísimo, implacable e imponente jefe, sentado muy cómodamente, tecleando algo en su ordenador y vestido también casual, aunque sin dejar de verse elegante.

—Buenos Días, señor Paltrow— saludó con formalismo al acercarse.

—Buenos Días—contestó sin mirarla.

Sophia alzó ambas cejas con disgusto y continuó avanzando para ocupar un lugar más alejado. Se sintió irritada por su frialdad y hostilidad en su manera de tratarla, era tan orgulloso y frío, que le asombraba y que tuviera tanto dinero, no era una justificación, sencillamente, un poco de cortesía y amabilidad, no le hacía mal a nadie.

—Siéntese cerca, por si necesito algo—lo escuchó decir, todavía sin despegar la mirada de su MacBook.

Puso los ojos en blancos sin que él lo notara y ocupó un asiento justo al lado, pero en la fila opuesta, lo suficientemente lejos para no incomodarlo.

En una mesita frente a su sillín, colocó su portátil y el pelinegro, aprovechando que no lo observaba, levantó la mirada y pudo apreciar lo linda que se veía con ese atuendo informal, sin embargo, rápidamente devolvió su atención a la pantalla.

—¿Confirmó las reservaciones en el Plaza Athénée?

—Sí, justo esta mañana antes de salir.

—¿La habitación de Dave también la reservó? —Él se nos unirá mañana.

—Así es, también reservé la del señor Foster.

—Bien.

Minutos después de que el capitán anunciara por los altavoces que estaban listos para despegar, el Jet se deslizó con facilidad por los aires. Una linda aeromoza se acercó a ofrecerle de desayunar a Edrick y, por último, se dirigió a Sophia con amabilidad, esta le agradeció con una sincera sonrisa y se limitó a pedir únicamente un zumo de naranja, ya que no acostumbraba a desayunar tan temprano. Trabajó un rato para asegurarse de que todo estuviera en perfecto orden para las futuras reuniones de su jefe y no tener ningún inconveniente llegando allá, una vez que terminó, se animó a dormir un rato, al ver de reojo, que su acompañante, había optado por hacer lo mismo. Con una pequeña frazada se cubrió y se relajó apreciando por la ventanilla, la oscuras nubes cargadas de lluvia y en poco tiempo, logró quedarse dormida.

UNIDOS POR CONTRATOWhere stories live. Discover now