Conséquences

1.4K 233 451
                                    


La pantalla de televisión se encontraba reportando lo que sucedía en los tribunales de Francia.

La ciudad completa era un caos, los reporteros estaban eufóricos y aterrados con la noticia que la policía había dado al descubrir al autor de tan horribles obras. A lo largo de los meses, el jefe de la policía, Jack Cross descubrió que Cristopher Proulx había perpetrado un total de 14 asesinatos en 6 años, a jóvenes de cabello negro, entre 14 y 16 años de edad, en Rusia, San Petersburgo y París, Francia.

Apenas saliera de terapia intensiva del hospital, sería llevado a juicio para que solamente le asignaran la sentencia que le correspondía por sus atroces crímenes. La policía de Rusia, y mi compañero, Keefe Mc Coin, investigaron el taller que perteneció a Cristopher, encontrando el dibujo de uno de sus últimos crímenes, responsabilizándolo por el secuestro y homicidio de Allen.

Viktor Nikiforov, Yuri Katsuki, Alexander Bell, David Luchiano, Yerik Plisetsky y Yuri Plisetsky habían dado sus declaraciones acerca del caso, ocho meses atrás.

El día de hoy, Cristopher Proulx sería recibido por el juzgado para dictar su sentencia.

Yo me encontraba escoltando a Barba Azul, a quien finalmente le habían dado el alta.

Él estaba esposado y con una camisa de fuerza, con su rostro ligeramente desfigurado, puesto que tuvieron que hacer varias cirugías, implantando injertos de algunas partes de su piel, reemplazando aquella que se había quemado. Los médicos hicieron todo lo que pudieron, pero a pesar de ello, conservaba un aspecto grotesco, más que antes.

No dijo ni una palabra cuando fue llevado al tribunal. En cuanto pusimos un pie en los juzgados, miles de flashes rodearon el auto policial donde estaba Barba Azul, reportando lo que sucedía con el caso más famoso de todo París los últimos ocho meses.

Barba Azul fue conducido directamente a una habitación, hablando con su abogado, con quien cruzó unas cuantas palabras, negando con la cabeza algunas veces, ante la mirada atenta de los oficiales, quienes no perdían detalle alguno del criminal, catalogándolo como peligroso en extremo.

Mientras vigilaban a Barba Azul, yo me encontraba platicando con mi amigo, el detective Keefe Mc Coin, sobre la evidencia que habían encontrado en la casa de Cristopher y en su taller, en Rusia.

Desvié la mirada, viendo cómo guiaban a Barba Azul a la sala.

Cuando llegué a la sala del juzgado, el jefe de policía, junto con los implicados se encontraban ahí. Viktor abrazaba a Yuri por la cintura, desde que se habían reencontrado, Viktor parecía una lapa, pegándose a Yuri a cada momento, quien a pesar de sus quejas y la vergüenza que sentía, podría apostar que estaba seguro con él. A su lado, se encontraban los padres de Yuri y la señorita Minako, el entrenador de Viktor, Yuri Plisetsky, el abuelo de Yerik, los familiares de los otros patinadores y, sorprendentemente, los familiares de los niños desaparecidos, junto con el joven Claude, quien había sido secuestrado por él, estaba presente. Me coloqué al frente, junto con el jefe de policía, y el abogado. Del otro lado, se encontraba Barba Azul y su abogado.

—La honorable jueza Swan llevara a cabo el caso de este día – anunciaron, poniéndose todos de pie, en señal de saludo, volviendo a sus asientos.

—Buenas tardes a todos, estamos aquí para dictaminar el juicio que le será dado a Cristopher Proulx, antes llamado Alan Park – comenzó la jueza, hablando de manera calmada y seria ante la situación – Se le acusa de haber cometido homicidio contra 14 personas, junto con la trata de blancas, secuestro y violación contra menores de edad, y aunando a las declaraciones de los implicados y la evidencia encontrada en su contra, la corte lo ha encontrado culpable, ¿Tiene algo que decir al respecto? – preguntó la jueza, observando a Cristopher, quien murmuraba unas cuantas palabras, como si estuviera abstraído por lo que diría a continuación

Missing [En Edición] (Completa) Where stories live. Discover now