Speed and Love |Harry Styles|

Capitulo 26

-Mi futura esposa.

En cuanto las palabras salieron de la boca de Florent algo dentro de mí se detuvo. Allí estaba, aquella verdad que había temido toda la noche.

Levanté los ojos hacia Harry y al ver su rostro pálido me sentí diminuta, insignificante. Él me estaba mirando, con sus ojos perdidos, su ceño fruncido, su mandíbula comprimida y sus labios separados. Me miró confuso al principio y después herido. Y juraba que la expresión en su rostro era algo que nunca antes había visto...y una expresión también que nunca habría deseado ver.

Él dio un paso hacia atrás como si acabaran de golpearlo, dio otro paso hacia atrás y antes de darme cuenta ya estaba saliendo a toda prisa del lugar.

Salté de inmediato y sin importarme nada, fui tras él.

-¿A donde crees que vas Sky?-Escuché luego de que alguien me agarrara.

Giré el rostro y era Maddie quien me detenía.

-Yo...necesito...-Tartamudeé con la voz temblando.
-No necesitas nada de él.
-Suéltame-Le pedí mientras revolvía mi brazo esperando que me dejara ir pero al parecer mi fuerza en ese momento simplemente no fue suficiente.
-¿Qué sucede?-Interrumpió Florent llegando a nuestro lado.
-Nada-Respondí aun sin atreverme a mirarlo a los ojos-Solo necesito un minuto a solas.
-Vamos Sky-Replicó Maddie levantando una ceja hacia mi.

Volví la mirada hacia la puerta por la que Harry había salido, después regresé a Maddie que me miraba a la expectativa y después a Florent que se veía totalmente confundido.

-No seas tonta-Susurró ella-Ven. Volvamos.

Miré de nuevo hacia la puerta y asentí. Asentí porque no tenía sentido, porque quizás era lo mejor, porque tal vez así era como debía acabar todo, de una vez por todas. Porque quizás ese día terminaría de la misma forma en la que había terminado mi cumpleaños 5 años atrás. Así sin ningún hasta luego, sin despedidas, sin promesas, sin esperanzas de algo más.

Pero aunque quería realmente creerlo, aunque moría por convencerme de ello, algo dentro de mi permanecía estático sintiéndose como si todo acabara de desencajarse dentro de ese mar de confusión, dejándome aún más perdida en esa maldita rueda sin sentido que éramos los dos.

Caminé de vuelta a donde estaban todos, con mis ojos fijos en el suelo y mi cabeza en él. ¿Por qué siempre mi cabeza estaba en él?

Florent me hablaba pero yo solo asentía a lo que sea que fuera que estaba diciendo. Más personas se acercaban felicitándonos por nuestro compromiso y yo no tenía nada de fuerzas para plasmar tan siquiera una sonrisa falsa en mi rostro.

Tomé un trago, luego otro y otro, quería perder la cabeza solo por esa noche porque así quizás todo el desastre en el que se había convertido mi vida en tan solo una semana, desaparecería por un par de horas. Y un par de horas podrían ponerme en mi lugar, poner todo en su lugar, mi vida, mis sentimientos, mis pensamientos, todo.

Pero a quien quería engañar, sabía que aún nublando mi ser él estaría allí, después de todo, siempre había estado allí. ¿No?

-Creo que esto es demasiado-Escuché a Joe sentarse a mi lado y luego quitó el vaso de alcohol de mi mano.
-Es mi cumpleaños, tengo derecho.
-¿Es por el imbécil ese no?