Capitulo 21

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   En el capítulo anterior ...

   ¡Debería haber dejado el Artémio terminar con usted de una vez a aquel día! - dijo Inés.

   - Pero no lo dejó. - dijo Loreto con una leve sonrisa. - Tal vez te guste, Inés.

   - Tanto como el dolor de dientes, Loreto. - dijo ella con ironía. - ¿Qué quieres, después de todo ?!

   - Nada, por ahora. Sólo vine para que supiera que estoy cerca y estoy de ojo, y esta vez, no me deshará de mí tan fácil! - dijo él yendo.

   Inés tuvo que sentarse. Estaba con las piernas de bambú. Su hermana Isabel regresa y toma un susto con la apariencia de su hermana.

   - ¡Inés! ... Inés lo que tienes? ¡Usted está pálida! ¿Está pasando mal?

   - Él estuvo aquí, Isabel.- dijo Inés.

   - ¿Quién estuvo aquí?

   - Loreto!

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   Inés todavía se recuperaba del baque que fue a ver a Loreto en su frente después de tantos años.

   - Lo que aquel infeliz quería aquí, Inés ?! - pregunta Isabel.

   - ¿Qué crees, Isabel? ... ¡Me atormentar! - dijo Inés.- ¡Y pensé que ya me había librado de ese desgraciado, después de lo que él intentó hacer conmigo!

   - ¡Ahí, Inés, ni me acordar de eso! Fue casi una batalla épica para sostener a papá ese día para que él no saliera y de ese cabo de Loreto. Si bien, que ahora, creo que deberíamos haber dejado.- dijo Isabel.

   - ¡Y ahora, ese gusano está aquí! ¡Isabel, tengo miedo de las niñas! - dijo Inés afligida.

   - Calma, hermanita. - dijo Isabel abrazando a su hermana. - Vamos a mirar a nuestro miserable.

   ***

   Empresas Sanlact.

   Como Miguel y Diana esperaban, Victoriano se quedó al enterarse de que hubo un rombo en las arcas de la empresa.

   - ¡Pero eso es un absurdo !! - lo exclama.- ¿Cómo pudo pasar desapercibido, Diana? ¿Cómo ?!

   - Creemos que la persona que lo hizo, tuvo ayuda de dentro, padrino. - dijo Diana.

   - Es verdad. Las claves de seguridad se cifran, Victoriano, ningún aficionado podría tener acceso a ellas. - dijo Miguel. - Quien lo hizo, tuvo la ayuda de un profesional. Pero el ladrón cometió un descuido.

   - ¿Qué descuido, tío? - pregunta Diana.

   - Él desvió una cantidad mayor que las anteriores, y por eso, dejó un rastro, cierto Miguel? - dedujo a Victoriano.

   - Exactamente. - dijo Miguel. - A partir de ese rastro, podemos crear una trampa y cogerlo.

   - ¿Y cómo lo haremos? - pregunta Diana.

   ***

   Un poco más tarde.

   Hacienda Las Dianas II

   Elías y Débora conversaban en la oficina.Elias parecía agitado.

   - Usted fue muy imprudente, Débora! - dijo.

   - Usted quiere hacer el favor de hablar bajo! ¿Se relaja, está bien? - dijo ella.

   - Relajarse? ... Usted hizo una transferencia con valores muy altos esta vez! Y si alguien comienza a desconfiar? - dijo Elías.

Fuiste Mía (em espanhol) Where stories live. Discover now