All wrong

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No entendía nada, completamente nada de todo lo que sucedió, en cuanto su marido salió de su hogar corrió al baño para revisarse el rostro.

Abrió la puerta y vio su reflejo, tenía pequeños toques morados en su mejilla derecha, no se dio cuenta en lo absoluto porque realmente no le dolía si no lo tocaba.

Suspiró, decidió dejarlo pasar, sólo esta vez, su esposo nunca fue malo con el antes, ¿Cierto? Las parejas tenían altos y bajos, ¿O no? Lo justo era olvidar lo sucedido y perdonar a su maravilloso Alfa de ensueños, ¿Verdad?

Temblaba un poco al pensar en ello, le dolía internamente hacerlo y derrumbar su entorno feliz.

- Debo distraerme con algo.- Dijo en sus adentros.

Y así se dispuso a limpiar su hogar de pies a cabeza, era un lugar enorme y lo mantendría ocupado todo el día.

No se equivocó en su predicción, se llevó todo el día en sus labores domésticas y no tomó descansos más que cuando mensajeaba con su mejor amigo, Jimin, él era el esposo de un socio de su marido y se conocieron en una fiesta empresarial, desde que hablaron por primera vez se agradaron lo suficiente para entablar una buena amistad.

Al terminar de la casa estaba exhausto y decidió dormir, se dio un baño rápido, se puso uno de los pijamas que normalmente usaba para dormir, se recostó y cayó dormido esperando aliviar su cansancio al tiempo de calmar sus nervios.

Transcurrió un rato y despertó por el movimiento en la cama, alguien lo abraza por la espalda manteniéndolo cerca, no había que pensar mucho para saber que era su esposo, olfateó un poco, el aroma de su alfa siempre lo tranquilizaba pero en esta ocasión el pelinegro no tenía sólo su aroma, nuevamente ese olor dulce a perfume barato.

Trató de separarse un poco de ese abrazo pero fue acercado con brusquedad y una voz gutural se hizo presente.

- Quédate quieto amor o podría herirte por accidente.

¿Realmente había dicho eso? Imposible, no podría haberlo dicho, seguro lo alucinó por el sueño así que lentamente volvió a removerse para que su lobo interno no lo comenzara a molestar acusando a su Alfa de infidelidad.

Un tirón más llevándolo hacia el pelinegro lo sorprendió.

- ¿Kookie?

- ¿Qué pasa?- Dijo un poco preocupado. - ¿Todo bien?

- Amor, tu aroma...

- Oh eso, salí un rato con los muchachos, solo fuimos a divertirnos a un bar, unas jóvenes omegas nos hicieron compañía un rato, nada especial realmente.- Dijo como si fuera lo más normal del mundo.

El corazón de Tae se comprimía cada vez más, el aroma de esa Omega estaba muy presente en el Alfa y eso sólo significaba una cosa.

Soltó leves sollozos aun al lado del Alfa pelinegro, este se acomidió a abrazarlo fuertemente contra él pero ya no había efecto tranquilizador, ya no le gustaba, ese tacto, su aroma, su lobo los estaba rechazando totalmente.

A ambos, tanto a su lobo como a él se les iba de a poco el amor por el alfa pelinegro que dormitaba a su lado, tampoco es como si su lobo sufriera demasiado en esencia por JungKook, su orgullo le dolía, sólo eso, sin embargo, estaba tomando una decisión importante en silencio.

"Divorcio"

Tae nunca pensó que llegaría a reflexionar acerca del divorcio con su marido, sabía que no eran parejas destinadas pero no pensó que se dejarían de querer en algún momento, todo parecía perfecto.

-Supongo que el amor acaba en algún momento, ¿No?, espera, ¿Eso significa que acepto que ya no lo quiero?, no, ¿Cómo puedo dejar de amarlo en poco tiempo?, ¿Cómo el dejó de amarme en tan poco tiempo?, o acaso, ¿Esto ya tenía más duración y yo no lo noté?...

Muchas incógnitas corriendo en su mente no lo dejaban dormir, bueno, realmente no solo las incógnitas, el aroma a Alfa era jodidamente asfixiante, no lo aguantaba.

Revisó que el pelinegro a su lado siguiera durmiendo y se levantó con suma delicadeza de la cama, se dirigió a la sala que se encontraba un poco alejada de su cuarto y prendió la tele.

- Distracción, debo seguir distraído...

Duró aproximadamente una hora viendo programas de televisión al azar en la gran habitación cuando un ruido fuerte lo hizo mirar a la puerta, su esposo había golpeado la pared para llamar su atención.

- Creí haberte dicho que te quedaras conmigo Omega.- De nuevo, ese tono frío y esa palabra dicha casi con desprecio.

- No podía dormir.- Salió casi en un susurro

Tenía miedo, Tae le temía a su esposo de nuevo y ahí se confirmaba una de sus dudas, si le había golpeado la noche anterior, no lo alucinó.

- ¿No podías o no querías estar conmigo?- No alzaba la voz pero se notaba que estaba alterado, se notaba su enojo a través de las silabas que salían de su boca.- ¿Acaso ya hay otro Alfa que te haga sentir bien?- Vaya lógica.

El más bajo no sabía que responder, cada vez estaba más confuso y más dolido, cosa que su acompañante mal interpretó.

- ¿Debo tomar eso como un sí?- Dijo, acercándose con rabia al Omega, lo tomó por los hombros y lo sacudió fuertemente.

- ¡No, no, claro que no Kookie!- Estaba entrando en pánico, gritó su respuesta aterrado.

- ¡Mientes, seguro mientes!.- Al parecer Kook no entraría en razón y eso le daba aún más miedo a Taehyung, la ráfaga de golpes empezó con uno en las costillas y siguieron por un buen rato de esa manera, con un Omega llorando por piedad y un Alfa desahogándose masacrando a su esposo hasta que se vio interrumpido por sí mismo.- Te mostraré que sólo yo puedo hacerte sentir bien.

Nuevamente era arrastrado a su habitación sabiendo que pasaría.

[...]

Despertó por el sol que se colaba por su cuarto, estaba solo en la habitación, tomó asiento en la cama.

Los recuerdos de esa noche llegaron esporádicamente, se basaban en violentos golpes en contra de él en distintas partes de su cuerpo, tenía moratones en todos lados también, le dolía todo el cuerpo, las costillas, las piernas, la cara, la retaguardia.

Su esposo nunca fue tan brusco a la hora de hacer el amor, si es que a eso se le podía llamar "Hacer el amor", el menor no quería pero al resistirse sólo se ganaría otra golpiza cortesía del amor de su vida, Jeon JungKook.

Debía levantarse rápidamente, ese día iría Jimin a visitarlo y debía tapar las marcas de su piel tan maltratada con maquillaje, no tardó mucho en hacerlo y arreglarse, recogió lo que pudo de su hogar ya que su sala quedó hecha un desastre horrible, en cuanto acabó el timbre de la puerto le alertó que su amigo había llegado.

Corrió a la puerta para abrir y su amigo lo recibió en un fuerte abrazo, en cualquier otra situación eso lo hubiera reconfortado pero no ahora, eso le dolió como los mil demonios.

- ¡Taehyunnie, te extrañé tanto!

- ¡Nos vimos hace unos días Minnie!

¿Qué se le iba a hacer, así era Jimin, de esa manera única que no se comparaba con nada.

Pasaron varias horas hablando hasta que a Jimin le dio tentación de comer algo dulce, Tae sabía que tenía galletas en una repisa alta de la cocina justo donde ellos se encontraban hablando, él pelinegro se puso de puntas para alcanzar el producto que estaba al fondo de la misma.

- ¿Tae?

- ¿Si, Minnie?

- ¿Que te sucedió en el vientre?

Lo olvidó, olvidó los moretones por unos momentos y al estirarse se levantó su playera. Debía explicarle a Jimin lo sucedido, lo había visto con sus propios ojos, no podía mentirle.

Tomorrow ~VHope~ OmegaverseWhere stories live. Discover now