Park Jimin

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El dolor era abrumante, estaba desecho, totalmente desecho por dentro y por fuera, ya era seguro, ya no quedaban rastros del Jeon JungKook que Taehyung había conocido.

Su cuerpo dolía como nunca en toda su vida, ni si quiera se comparaban las palizas que le daban de joven en la escuela media por ser el más bajito de la clase, al menos eso era físicamente, por dentro todo le quemaba, le ardía el corazón.

Después de despertar se quedó recostado en su cama durante un largo rato, no tenía energías ni ganas de nada, sólo quería acurrucarse en sí mismo y desaparecer de la faz de la tierra, se sentía miserable.

- ¿Qué tengo de malo?, ¿Es porque no le he dado cachorros aun?...

El pobre Taehyung se agobiaba con ese tipo de preguntas más a menudo que antes, su autoestima iba descendiendo a niveles increíbles. Nunca fue muy seguro de sí mismo antes, siempre necesitó de alguien a su lado para impulsarlo a hacer lo que solo no se atrevía.

Cuando conoció a JungKook este se convirtió en su apoyo moral a todo lo que el pelinegro bajito quisiera hacer pero ahora estaba sólo de vuelta.

Se levantó como pudo de su cama y bajó a la sala, moría de hambre y sólo por eso se había levantado de su cama, notó que su celular aun reposaba en la mesa, lo tomó con cuidado y se sorprendió al ver dos llamadas perdidas de Hoseok registradas a las tres de la mañana.

Tal vez le había pasado algo y el no pudo ayudarlo, por un momento se sintió aún más inútil, sin dudarlo tomó el celular y llamó, no tardaron en coger la llamada.

- Hola ¿Taehyung?, ¿Pasa algo?- Se podía sentir la preocupación de Hoseok al responder la llamada, aunque quisiera negarlo se la pasó pensando en Taehyung y esa extraña situación toda la noche y parte del día.

- Yo... Este... Hoseok, vi tus llamadas y quise saber si estabas bien, ¿Mal momento?, ¿Muy ocupado?

- Algo así pequeño, disculpa las llamadas ayer, espero no haberte despertado, yo... Sólo lo hice por instinto natural.

- ¿Instinto natural?, ¿A qué te refieres?, No entiendo.- Salió en tono aniñado sin previo aviso causándole un calor agradable en el cuerpo al Alfa que le iba bastante bien al frío día que había esa tarde.

- Es difícil de explicar, prometo decírtelo cuando salgamos, ¿Si?- Obviamente no le iba a explicar algo tan delicado como eso por teléfono, TaeTae hizo un puchero que el contrario, por obvias razones, no podía ver y respondió.

- Está bien, será después, te dejo entonces, debes estar muy ocupado.-

- Taehyung, ¿El Sábado crees estar libre? Tendré descanso así que podríamos salir a alguna parte.

- ¡Claro!- ¡Demasiada emoción Taehyung, disimula! - Digo, sí, sí, estoy libre, me encantaría.

- Vale, entonces quedamos para ese día Taehyunnie, hasta luego.

Y finalizó la llamada, el pequeño pelinegro debía llamar a otra persona, debía hablar con su mejor amigo sobre lo sucedido la noche anterior. Después de esa paliza era obvio que le doliera el cuerpo pero sus costillas dolían horriblemente, tal vez estaban fracturadas o descolocadas, ¿Quién sabe?

La llamada a su mejor amigo se redujo a avisarle a Jimin que se encontraba muy mal y que le urgía ir al médico, el pequeño Jimin no tardó en aparecer conduciendo un bonito Audi color rojo.

Si algo amaba de su amigo era su enorme disponibilidad para todo lo que él quisiera, Jimin era el tipo de persona que accedía a todo sin importar que fuera, era algo así.

- Jimin, salgamos a comer.

- Claro, para allá voy.

- Jimin, vamos al cine.

- Claro, para allá voy.

- Jimin, hagamos un trío.

- Claro, para allá voy, ¿Llevo a mi marido?

Así de accesible era Jimin y mucho más si se trataba de su mejor amigo, trataba de tenerlo cuidado y bien atendido, después de todo ¿Para qué son los amigos?

Sin importar que tan descuidado u olvidadizo pudiera llegar a ser el pequeño pelirrosa no era tonto -Por más que le gustara dar a mostrar lo contrario- era más astuto de lo que se creía, era un genio detrás del disfraz de un Mocchi, de hecho, simplemente ver quien era su esposo era muestra de ello, Min Yoongi era un productor de música muy reconocido además de ser dueño de pequeñas empresas de producto comercial que estaban asociadas con empresas más grandes, literalmente nadaban en dinero.

Claro que Jimin estaba preocupado por su amigo, ciertamente JungKook nunca le dio buena espina, todo mundo lo sabía, de hecho él se opuso rotundamente a asociar las empresas de su marido con las del pelinegro más alto pero él era el Omega y sabía que aunque se opusiera su pareja haría lo que le diera la gana porque así de contradictorio era con él, eso causaba discusiones pequeñas entre ellos pero así se amaban.

Él pudo apreciar varias veces los maltratos y el "machismo" con el que trataba a Tae, el comportamiento de un Alfa va a depender siempre de como se le haya criado y JungKook mostraba que los Omegas no tenían ni voz ni voto en su familia además de seguir distintos reglamentos básicos, algo así como "Guía básica del comportamiento del Omega By: La familia Jeon" o así lo consideraba Jimin.

Por ejemplo, Tae no podía hablar en reuniones si no tenía el permiso de su Alfa, también llevaba el cabello ligeramente más largo de lo que lo tenía JungKook y tampoco se le permite ni estudiar ni trabajar, naturalmente también era mal visto que el Omega tuviera un puesto más alto que su pareja en el trabajo, tonterías, puras tonterías a la vista del pelirrosa.

Si de algo estaba seguro Jimin era que JungKook no era una buena persona y ciertamente le constaba que él era el causante de los moretones y golpes en el cuerpo de Tae pero él lo iba a ayudar, lo tenía que ayudar.

Tomorrow ~VHope~ OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora