Capítulo 6

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Se deleitó una vez más con su sabor y retiro su boca, pero mantuvo las manos entre sus cabellos, despeinandola todavía más, sus hermosos ojos marrones estaban medio cerrados y una sonrisa Soñadora curvaba sus labios hinchados.
El placer que ella le daba era inmenso y trascendia del nivel puramente físico más de lo que nunca hubiera creído posible.
-Si fueras mía y te pusieras este vestido para salir conmigo, me aseguraría de que tuvieras este aspecto antes de salir a la calle, para que todos los hombres que te mirarán  supieran que no estás disponible.
Vio como a Hermione se le aceleraba frenéticamente el pulso en la base del cuello.
-Y que aspecto tengo?- pregunto ella con inocente curiosidad.
Él le acarició la unión de sus pechos con el dorso de la mano.
-Con el cabello suelto y despeinado, los labios rosados, húmedos y entre abiertos y la mirada perdida, pareces una mujer que acaba de levantarse de mi cama, tras una sesión de sexo salvaje.
Ella arqueo las cejas, asombrada y a la vez muy segura de sí misma.
-Salvo que yo no he quedado satisfecha con esta sesión.
Draco soltó un gemido, Hermione iba a matarlo antes de que termine el fin de semana.
-Esto solo ha sido una muestra para abrirte el apetito- le prometió- hay que ir aumentando poco a poco la tensión sexual, hasta el plato fuerte y tenemos toda la noche por delante, Herms.
Ella se echo a reír.
-No se si eres demasiado malo, o demasiado bueno por provocarme así  Draco Malfoy.
El le guiño un ojo y la ayudó a bajar del aparador.
-¿Que tal ambas cosas?
-Cómo tú digas- concedió ella con una expresión de aturdimiento e impaciencia- Bueno ¿a dónde me vas a llevar ésta noche?.
-A bailar- respondió él, haciéndola girar entre sus brazos- a un sintió donde puedas lucir este vestido como se merece, a que vuelvas locos a unos cuantos hombres y me conviertas en el hombre más envidiado del lugar...
Hermione posó una mano en su pecho y se puso de puntitas, para darle un mordisquito en su labio inferior.
-Él único hombre al que quiero volver totalmente loco esta noche eres tú- le susurró y con una sonrisa maliciosa se dio la vuelta y salió pavoneandose de la habitación. Draco no creía que eso fuera a ser ningún problema.
Ya estaba loco por ella.
Hermione nunca había estado en un club nocturno. Al menos no en uno tan exclusivo y animado como el Chicago's Red No Fire.
Luciendo un vestido sexy y con un hombre guapísimo del brazo, estaba decidida a disfrutar al máximo de la nueva experiencia que le brindaba aquel ambiente de seducción, rayos láser y música electrónica que retumbaba sensualmente a través de su cuerpo.
Draco le agarró firmemente la mano mientras se abría paso entre la multitud. Pasaron frente a un grupo de mujeres que obviamente estaban buscando a un ligue, pues miraron descaradamente al Palatinado de ojos grises, dejando claras sus intenciones. Pero él se limitó a sonreír cortésmente y siguió su camino hasta el fondo de la disco, donde estaban las mesas y los asientos de terciopelo.
El local estaba a reventar, la gente bailaba en la pista sin la menor inhibición, y Hermione envidio su capacidad para dejarse llevar por el ritmo y disfrutar de sus ondulantes  cuerpos, sin preocuparse de quién los estuviera mirando. Aquello le recordó la "sexcapada" que había sustraído del libro y cómo necesitaba aprender a ser atrevida para poder desnudarse ante un hombre con la misma facilidad.
Draco encontró una mesa libre y dejó que ella se sentara primero antes de acomodarse a su lado. Estaban casi ocultos por las sombras, pero de sus asientos tenían una vista perfecta del bar y la pista de baile. Draco se inclinó hacia ella y elevó la voz para hacerse oír por sobre la música ensordecedora.
-¿Qué te parece?
-Me gusta- respondió ella, hasta el momento, estaba fascinada por el hambiente cargado de sexualidad y quería formar parte del mismo- es un buen lugar para ver como los hombres y las mujeres se relacionan entre ellos...ya sabes como se seducen.
Él sonrió irónicamente.
-Estoy seguro de que aprenderás varias formas de seducción y apareamiento entre las parejas.
Una camarera pelirroja se acercó a la mesa y se inclinó hacia ellos para que pudieran oírla.
-Que les traigo?
Draco miró a su acompañante, indicándole que debía ser ella quien pidiera primero.
Si estuviera con Ron, habría pedido un Chardonnay sin dudarlo, pero no estaba con Ron, y aquella noche exigía  algo más fuerte que una copa de vino.
-Quiero la bebida más atrevida que pueda preparar el barman, algo éxito y salvaje.
La camarera lo pensó por un momento y los ojos le brillaron de camaradería femenina.
-Puedes elegir entre un Sexo Oral, un Orgasmo o un Garganta Profunda- y le sonrió.
Todo sonaba perfecto para el fin de semana que tenía por delante, Hermione quería probar las tres opciones.
-Creo que empezaré con un Orgasmo y seguiré desde ahí.
-Buena elección- dijo la camarera.
Anotó el pedido y miro al platinado que parecía desconsertado por el atrevimiento de la castaña- ¿Y usted señor?.
-Puesto que ésta noche soy el chófer oficial y mi pareja va a disfrutar de unos cuantos...Orgasmos, creo que tomaré una Coca Cola- dijo sonriendo de lado, era seductor aún sin querer serlo.
-Enseguida- respondió la chica sin poder evitar mirar esa boca sonriendo de lado, miro a Hermione como a su máxima idola.
Minutos más tarde les sirvieron las bebidas y Hermione sabores avidamente la exquisita mezcla de amaretto, vodka y crema, nunca había probado un cóctel tan delicioso y un gemido de placer se le escapó de la garganta.
Draco la observó, fascinado con su mirada ardiente y esa media sonrisa.
-Ten cuidado, cariño...estos Orgasmos son muy fuertes.
A ella no se le paso por alto el doble sentido de su advertencia y decidió responderle con otra insinuación.
-Mmm...pero seguro que bajan con fasilidad- dijo disfrutando de la sensación de sensualidad, malísima y lujuria, se mojó la punta del dedo en la crema azucarada y se lo lamio lentamente- ¿te gustaría probar mi Orgasmo?- le preguntó, en un tono no tan inocente.
Draco se atragantó con su refresco y le costó unos momentos recuperarse. Cuando lo hizo, se inclinó hacia ella, cubriendole el campo de visión con sus rasgos masculinos.
-Nada me gustaría más, que probar tu Orgasmo- susurró con voz ronca- pero esta noche tengo prohibido el alcohol.
La fuerza de voluntad y resistencia de aquél hombre la maravillaban, sin desanimarse, volvió a hundir el dedo en la bebida y le froto el labio inferior con la crema.
-En ese caso amor...deja que lo pruebe Yo, en ti- subetandole la mandíbula entre las palmas, tiró de él hacia su boca y le lamio lentamente el sabor dulce que impregnaba su pura escencia masculina.
Sintió como se estremecia y cómo perdía ligeramente el control y siguió provocandolo con la lengua y los dientes, liberando un poder femenino que nunca hubiera creído poseer. Quizá se debiera a que estaba con el hombre adecuado; un hombre que la hacia sentirse libre, segura e inclusive agresiva.
En aquel rincón tenuemente iluminado gozaban de cierta intimidad, aunque a nadie le importaba lo que estuvieran haciendo.
Otras muchas parejas estaban haciendo lo mismo. Ella había salido con Draco aquella noche para poner a prueba su sensualidad y seducirlo en un sintió donde nadie la conociera. Aquella idea le resultaba más embriagadora que la bebida que acababa de tomar.
Con una última probada a sus labios, apartó la boca y se pasó lentamente la lengua por su propio labio inferior.
-Eso sí que...ha sido fuerte- los ojos de Draco ardían intensamente, devorandola de la cabeza a los pies.
El calor de la bebida alcohólica le recorría las venas, concentrándose en su vientre y el ritmo trepidante de la música le provocaban unas palpitaciones en la parte inferior de su cuerpo, incrementando la sensación de libertad que traía aquél fin de semana.

Espero les haya gustado y créanme se pone mejor...hasta el próximo capítulo.




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