Capítulo 7

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Miro a las otras parejas que disfrutaban de la música y de repente quiso estar en medio de todo.
-Vamos a bailar- dijo con entusiasmo y él no se negó.
El tiempo pasaba muy rápidamente y Hermione no recordaba habérselo pasado nunca mejor que en aquella discoteca, provocando a Draco y bailando con él. La vibrante tensión sexual crecía entre ellos a cada rose de sus cuerpos, con cada mirada, con cada insinuación...
Aquella era la seducción que tanto había anhelado.
Sedienta por el baile, pidió un Garganta Profunda, un pinchito de Vodka, Kahula y nata montada. Siguio el consejo del barman y lo apuró de un solo trago.
Draco la contemplaba divertido y Hermione pensó por un momento en lo horrorizado que se quedaría Ronald si la viera.
Dejo el vaso y besó a Draco en los labios, ajena a todo salvo el tiempo que tenía para estar juntos. Se negana a permitir que los pensamientos sobre Ron arruinaran aquella noche tan fabulosa.
Una hora más tarde, tuvo que ir al baño. Al regresar no vio a su rubio platinado donde lo había dejado, junto a la barra, y lo busco por todas partes, sin éxito. Sentía curiosidad por la última bebida que le había recomendado la camarera, así que volvió al bar y pidió un Sexo Oral, sin poder reprimir una risita nerviosa al formular una petición tan atrevida en voz alta. La deliciosa mezcla de Vodka, licor de café y nata se deslizó por su garganta, estimulando aún más su desihnibision.
Cuándo un tipo de aspecto agradable la invitó a bailar se sintió halagada por el interés que reflejaban su mirada y se preguntó que daño haría disfrutar de la compañía de otro hombre por un minuto...solo hasta que volviera su compañero.
Lo siguió hasta la pista de baile, donde la gente daba vueltas al ritmo que retumbaba por los altavoces. Las copas que había consumido relataban su cuerpo y su mente, permitiéndole disfrutar del momento y moverse al ritmo provocativo de la música.
Draco, miró una vez más hacia los baños de damas, convencído de que no había visto salir a Hermione mientras otra mujer intentaba convencerlo para pasar un buen rato. Había olvidado lo implacable que podían ser los ligones en una discoteca, y eso hizo que se preocupara por su castaña.
A pesar de lo desenvuelve y desvergonzada que se había mostrado  con él en las últimas horas, no tenía experiencia para enfrentarse a esos buitres desalmados que podían ver a la mujer insegura he ingenua que se ocultaba bajo el provocativo vestido. Si ha eso se le añadían una cuantas copas , Hermione era el blanco perfecto para que cualquiera se aprovechará de ella.
Se le hizo un nudo en el estomago y supo que nunca se perdonaría si algo le ocurriera. Ni tampoco lo perdonaría su hermano, pensó con una mueca, si Viktor descubría que había introducido a su hermana en la indecencia y la obscenidad, no sólo se llevaría una gran decepción, sino que se pondría loco de furia y le propinaria una buena paliza.
Draco continuó buscándola por la discoteca y finalmente se enteró por el barman de que se había tomado un Sexo Oral y que se había ido a bailar con otro hombre. Aunque el barman se lo dijo en tono jocoso, a Draco no le hicieron ninguna gracia las connotaciones sexuales y desde luego no le gusto nada que Hermione se hubiera marchado tan fácilmente con otro.
Minutos más tarde, mientras una canción daba lugar a otra encontro finalmente a Hermione en medio de la pista.
Tenía el rostro encendido y los ojos brillantes, una ligera capa de sudor delicia en su pecho y en su cuello, los mechones mojados se le pegaban a las sienes y estaba riendo con un tipo atractivo que parecía completamente enloquecido por ella, bastaba ver como la devoraba con la mirada. Draco no estaba preparado para la punzada de celos que lo traspasó, pero no se molestó en reprimir esa ola abrazadora y posesiva que lo inundó mientras avanzaba hacia Hermione y su ligue temporal. Se colocó entre ellos y la sonrisa de ella de ensancho nada más verlo.
-Draco!!- grito- Me preguntaba donde te habías metido.
-Eso mismo me preguntaba Yo, mi amor- repuso él acentuando en lo último y miró a su acompañante, que no parecía en absoluto sorprendido por su intromisión- lo siento,amigo, pero está conmigo.
Una sonrisa irónica curvo los labios del hombre.
-Si, me dijo Que había venido con otra persona, pero tenía la esperanza de que te olvidadas de ella y me tocará un golpe de buena suerte.
Draco apretó la mandíbula, aunque no podía culpar a aquel tipo por admitir su interéspor Hermione.
-No lo sueñes...es mía y No la comparto con nadie.
El hombre se retiró cortésmente y abandonó la pista de baile en busca de otra mujer disponible. Hermione siguió contoneandose provocativamente al ritmo de la musica que tanto le gustaba y se acercó a Draco para susurrar a su oído.
-Me gusta que seas así de territorial.
El respondió con un gruñido. Nunca en toda su vida se había comportado de esa forma delante de una mujer.
Pero entonces soltó un gemido, cuando ella se dio la vuelta y le rozó la ingle con el trasero. Tuvo una erección instantánea y antes de que ella pudiera girarse de nuevo, le rodeo la cintura con un brazo y extendió la palma sobre su vientre, apretandola contra él hasta que su apetecible trasero se alineó con su pecho, estómago y muslos.
Inmerso en la manera humana que ondulaba en la pista de baile, siguió los movimientos de Hermione y pegó las caderas a las suyas haciéndole sentir hasta el último centímetro de su erección.
Tener el pene ercto apretado contra su trasero era una tortura deliciosa.
Ella lo miró por arriba del hombro, los ojos le rebosaban de una energía sexual que casi podía tocarse. Con el brazo rodeandole firmemente la cintura, Draco podía sentir su respiración acelerada, como crecía la necesidad en su interior, tan fuerte he innegable como lo música que los rodeaba. Ella le agarró la mano libre y  lentamente, llevo la palma hasta su muslo desnudo, bajo el borde del vestido, hasta que los dedos tocaron la tela empapada de sus bragas.
Una llamarada de fuego líquido le abrazó las puntas de los dedos.
Ella estaba tan excitada como el, quien instintivamente aumentó la presión, deslizando la seda entre los labios inchados de su sexo.
Hermione echo la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados y la boca entreabierta, mientras su cuerpo se estremecia pegado al de él. Su orgasmo era inminente y el movimiento giratorio de sus caderas lo impelian a que le consediera la liberación definitiva.
Pero entonces la locura del momento lo impactó con fuerza y lo devolvió de golpe a la realidad. Por lo visto el alcohol había barrido las inhibiciones  de la chica, y aunque él no deseaba otra cosa que darle lo que su cuerpo pedía, no estaba dispuesto a que tuviera su primer orgasmo en un lugar público.
Aquella era una fantasías que no tenía intención de compartir con nadie.
Mascullo en voz baja y la agarró de la muñeca.
-Vámonos de aquí- gruño, y tiró de ella hacía la salida sin darle oportunidad a negarse.
Aunque no creía que Hermione fuera a protestar. Un vistazo fugaz a su sonrisa le dijo que estaba tan ansiosa como él por estar a solas y culminar la seducción que flotaba tácticamente entre ellos.
El camino de regreso al departamento de Hermione fue tan  enloquecedor como el baile erótico en la discoteca.
Hermione no podía mantener quietas las manos ni la boca, mientras Draco aferraba fuertemente el volante, ella se inclinó hacía él y le lamió y mordisqueo el cuello de la forma más tentadora posible.
Draco sintió su cálido y dulce aliento cuando le dio un beso húmedo en la comisura de sus labios, mientras sus dedos intentaban desabrocharle la camisa. Una vez que lo consiguió deslizó su mano y le acarició el pecho desnudo, bajando la palma hacia el abdomen. Los músculos de Draco se contrajeron y soltó un áspero gemido.

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