Capítulo 4

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Para despertarme me sacudieron un poco. Abrí la puerta del auto y bajé.

Con unas llaves abrieron la puerta de entrada, blanca por supuesto, y me dediqué a pasar, no sin antes poner una expresión de asombro que se podía distinguir a más de tres cuadras. La casa estaba decorada perfectamente para impresionar. La combinaciones de tonos en blanco y negro eran impecables, todo tipo de electrodomésticos rellenaban los espacios vacíos, y unos cuadros ubicados disparejamente daban la idea de que todo lo anterior era mera coincidencia. La sala se asimilaba a una obra de arte, pretenciosa pero cómoda.

Mamá me dijo que pasara a las habitaciones para ver si recordaba cual era mi cuarto. Y así lo hice, subí unas escaleras beige que se encontraban al fondo.

Al llegar estas dirigían a un pasillo con varias puertas. Miré con cuidado e intenté recordar todo lo que sabía de mí hasta ahora. Pero era inútil todas las puertas eran iguales, negras. Justo entonces llega Emily, y me mira negando con la cabeza. Yo estaba sosteniendo el pomo de una puerta cuando me dijo:

-No necesitas abrirlas.

-Eh? Pero quiero ir a mi habitación.

-Entonces ve. Papá les puso algo "especial y distintivo" a cada una para que la "diferencia" solo la veamos nosotros.

Di vueltas y vueltas delante de cada una de esas puertas. No sabía qué buscar. En un momento me rendí, cerré los ojos y quedé tirada con la nariz pegada a una puerta. Prestando atención descubrí que esta olía cereales, otra a flores y la otra a CHOCOLATE.

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-Adoro el chocolate.- Decía una niña igual a mi pero más pequeña.-¡Papi quiero que la puerta de mi cuarto sea de chocolate!-Chillé.

-Jajaja, todo para mi princesa.-Hizo una pausa.-De hecho no es mala idea ¡La presentaré como proyecto! Gracias amor.-Luego salió por la puerta, volando a toda velocidad hacia su estúpido trabajo. Papá nunca tiene tiempo para la familia....

-¡Luz!

Abrí los ojos. Me había desplomado en el suelo, a los segundos de entrar. Resulta que me llamo Luz...

-¡No me asustes así!-Repetía mi hermana asustada.

-Son las visiones..- Dije mientras trataba de levantarme sosteniendo mi cabeza, era como una jaqueca.

-¿Qué dices?¿Qué acaso ahora ves el futuro por lo del accidente?-Se quedó callada.

-¿Fue un accidente? Entonces dime cómo fué.

-No es tan sencillo.

-¿Eh?

-¡MAMAAAA! Ella quiere saber qué pasó.

-Ella...-Dije, y otra visión me trajo por sorpresa.

-Fue ella!-Decía una "yo" de como doce años.

-No, fuiste tú mentirosa. Ella siempre miente.-Dice una nena, que se notaba caprichosa.

-Solo fue una vez. Y fué para protegerte.-Saltó una niña ajena a la discusión que venía con un chico un poco mas grande que nosotras, tomándolo de la mano. Él  aún no figura en mi mente.

-¡Tu no te metas!

-¡Ella se puede meter donde quiera!-Saltó otra. Las dos niñas tenían dedos acusadores señalando hacia la mocosa, digo niña.

-¡¿Y quienes son ustedes?!- Dice la recién sermoneada.

-¡Somos sus amigas!- Gritaron al unísono y una de ellas de cabello lacio y rubio agregó:-Tu no lo entiendes porque no tienes amigas.

La niña salió llorando mientras Alice y Joy, me ayudaban a levantarme...

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Y me desmayé, pero ya sabía que haría al despertar. Necesitaba encontrarlas.

Accidente de corazón, secretos olvidados...Where stories live. Discover now