|| Crush On Your Soul ||

Capítulo 6

La clase continuó y finalizó de manera normal, y aunque solo estuviéramos en segunda hora ya había tenido suficiente.

Antes de irme, el profesor me llamó la atención.

-Lucía, espera un momento, tengo que comentarte algo así que búscame en el recreo si no te importa. - me sonrió Julio.

- Claro, luego nos vemos, profe. - saludé y me fui a buscar a Vicky.
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- ¿No tienes nada que contarme, Sunny? - me recriminó Vicky cuando al fin la encontré en el baño, comiéndose los restos de la bolsa de patatas coreanas que compramos en la última quedada.

- Ehm... no que yo sepa. En serio, tía, te vas a poner mala si están caducadas. - cambié hábilmente de tema.

- Aham, me da igual, pero ¿que demonios? Te he visto antes con Hyen. ¿De qué estábais hablando? - levantó una ceja y me miró con esa cara de pervertida que me da tanta risa.

- En realidad solo ha hablado él - mascullé en voz baja - y me ha dado esto - rebusqué en la mochila hasta dar con el papel.

Lo cogió y lo observó por un momento, procesando la información.

- Wow chica, menuda indirecta. En serio, aprovéchalo, llevamos mucho tiempo soñando conocer a chicos asiáticos guapos... Y tenemos a uno dándonos clase de inglés.- se rió.

- ¿Qué? Mira, no sé qué teoría conspiratoria estás inventando pero déjate de tonterías - le quité el papel y salí del baño dirigiéndome al aula de dibujo.

Por el camino la gente me señalaba y murmuraba cosas que no alcanzaba a oír, aunque tampoco estaba segura de querer oír.

Algo confusa llegué a la clase y me encontré de frente con Evelyn, riendo junto a otras chicas.

Nada más verme se volvieron a mirarme.

- Lo disfrutaste ¿No? Me he encargado de compartir tu felicidad con todos - rió Evelyn mientras me miraba con asco. Todo quedó aclarado en ese mismo instante.

Aunque la parte racional de mi mente se sintiera avergonzada por esos rumores falsos que habían difundido sobre mí, mi parte oscura se sentía genial por haber hecho sentir envidia a Evelyn.

Pero como no quería cargarme la reputación que tengo, tenía  que buscar una manera de desmentir aquello...
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- ¡Chsst! Lucía, eh. - susurraba alguien continuamente en los asientos de detrás de mí.

Volví ligeramente la cabeza y me encontré con Martha haciéndome gestos para llamar mi atención.

La miré, esperando a que me dijera que quería cuanto antes para evitar que el profesor se diera cuenta de la distracción.

Pero Martha y discreción es igual a palabras opuestas... así que sólo se le ocurrió susurrarme gritando:

- ¡Déjame la escuadra cuando termines, que se me ha olvidado y me he traído solo el cargador!

- ¿No será el cartabón, iluminada? - la respondí, resoplando. Entonces cogí lo que me pedía y empecé a llamar a Vicky, muy concentrada en su trabajo, para que se lo pasara a Martha.

Terminé por lanzarla un bolígrafo para que me hiciera caso, pero le di justo en la cabeza. Me miró enfadada, pero luego cambió la cara a la de "acepto el reto" y se preparó para lanzarme el boli a mí.

Intenté pararla mediante gestos frenéticos para que no diera con el boli a donde no tenía que darle, pero fue tarde.

Todos los de la clase sabemos la puntería de Vicky por las clases de educación física (en las que tampoco se mueve mucho porque odia sudar).

Entonces todo el mundo levantó la cabeza para ver como el proyectil caía y se sumergía en el  cuenco de témpera roja que mi profesor estaba utilizando... y le salpicaba toda la cara.

Miré con pánico a mi amiga, y simultáneamente nos hicimos las concentradas, trabajando muy seriamente en nuestro trabajo de dibujo.

Cerré los ojos cuando el hombre dijo:

- ¿Quién o quienes son los responsables de esto?

Miré a Vicky y tragué saliva, preparándome para lo que venía...