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Querido Daniel,

no quiero seguir con la terapia. Esta es la tercera semana y me he dado cuenta que desde que he ido a la primera sesión no puedo parar de pensar en ti.

Antes pensaba en ti, muchísimo, pero ahora es algo continuo. La terapeuta dice que es normal que me sienta así las primeras semanas o incluso los primeros meses, ya que estoy revolviendo en mi cajón de los sentimientos y sacando emociones negativas. Me dijo que es comparable a una persona con cáncer. Eso le causa dolor en la zona afectada pero si no lo extirpa corre el riesgo que el cáncer se irradie por todo el cuerpo. Es verdad que la operación será dolorosa y requerirá muchos cuidados después, pero una vez cicatrizada la herida la persona se sentirá mucho mejor.

Pensado detenidamente en mi situación me he preguntado si de verdad quiero extirpar estos sentimientos. Es verdad que me duele pensar en ti, pero eres parte de mi vida. Yo siempre te he amado, y quiero amarte por el resto de mi vida, aunque sea en secreto. No me puedo imaginar pensar en ti y no sentir nada en absoluto. No quiero que borren mi memoria como pasó contigo, porque si eso pasara ya no existiríamos más, no habría un nosotros sino un tú y yo, dos desconocidos.
Tengo nuestros recuerdos grabados en mi mente y en mi corazón y si los pierdo ya no habrá manera de recuperarlos.

Te prometo que eso nunca pasará. Tu recuerdo sigue vivo en mi y me encargaré de no permitir que se extinga nunca.

Siempre tuya
Nerea

Cartas al olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora