4

1.7K 57 8
                                    

Querido Daniel,

te extraño más que nunca y no sé qué hacer. Despierto y te recuerdo al amanecer. Me espera otro día por vivir sin tí. El espejo no miente, me veo tan diferente. Me haces falta tú.
La gente pasa y pasa siempre tan igual.
El ritmo de la vida me parece mal.
Era tan diferente cuando estabas tú,
sí que era diferente cuando estabas tú.

No hay nada más difícil que vivir sin tí.
No. Sufriendo en la espera de verte llegar. El frío de mi cuerpo preguntá por tí, y no sé donde estás. Si no te hubieras ido sería tan feliz.

Estas no son mis palabras, es la letra de una canción, pero me siento totalmente identificada con cada frase.
Es verdad que el espejo no miente, me veo tan diferente... He perdido muchos kilos; mi sonrisa ha desaparecido; debajo de mis ojos hay dos grandes manchas negras, resultado de tantas noches en vela; mis ojos ya no tienen ese brillo especial que tanto admirabas.

Estoy sufriendo tanto.
¿Para qué tengo ojos si no puedo ver los tuyos?
¿Para qué tengo oídos si no puedo escuchar el hermoso sonido de tu voz?
¿Para qué tengo nariz si no puedo oler tu perfume, que inundaba cada rincón de la casa?
¿Para qué tengo boca si no puedo volver a sentir tus suaves besos?
¿Para qué tengo manos si no puedo sentir tus caricias?
¿Para qué tengo corazón si no puedo amarte?

La vida es demasiado injusta por alejarme de la persona a quien más quiero, y yo he sido muy cobarde para luchar por recuperarla.
Todo esto ha sido mi culpa. En primer lugar por haberme enamorado tan profundamente de ti. Nunca pensé que podría amar tanto a una persona, pero contigo era inevitable. Cada gesto tuyo me hacia quererte más y más, hasta el punto de volverme totalmente dependiente de ti. Llegaste a ser una adicción para mi, eras mi droga. Y ahora no sé vivir.
Vuelve por favor.

Siempre tuya
Nerea

Cartas al olvidoWhere stories live. Discover now