Capítulo 6: Una promesa

2K 145 32
                                    

Narra Robin

Después de la pelea que Star y yo tuvimos ayer, me encerré en mi oficina a buscar algo que pudiera hacer por ella y su problema. Necesitaba encontrar algo que hacer para resolver esto, o de lo contrario ella se iría para siempre y yo no podía permitirlo. Starfire era lo único que me hacía mantenerme completamente cuerdo en este mundo. Ella era mi manera de "balancear" la constante presión de ser el líder de los Titanes, saber defender a la ciudad y saber que siempre va a haber alguien empeñado en destruirnos.

Pasé horas y horas leyendo todo lo que se sabía sobre alienígenas y todo lo relacionado con ellos, pero no había nada que me diera una respuesta clara a lo que buscaba. Siendo Starfire la única tamaraniana con esa condición, y sobretodo la única tamaraniana en la Tierra, no había registro alguno de una cura o manera de controlar su condición en ninguno de los archivos del mundo. Desesperado, golpeé la mesa con los puños.

-Robin, la mesa no tiene la culpa de nada-Me dijo Raven entrando a mi oficina. Me quedé con los codos sobre el escritorio y la cabeza escondida entre las manos.

-No estoy precisamente de humor para chistes, Raven. ¿Y Star? ¿Está bien?-Pregunté sin mirarla. Consideré quitarme el antifaz, pero descarté la idea. No me gustaba que la gente me viera a los ojos.

-Está bien. Está dormida. Y creo que deberías hacer lo mismo, Robin-Dijo ella. Bufé y solté una risa sarcástica.

-Yo estoy bien.

-Robin, llevas aquí encerrado casi dos días y medio. Necesitas comer algo y dormir-Me dijo mientras se acercaba a mí. Yo no le respondí y seguí tecleando. ¿De verdad llevaba dos días encerrado? Comprobé el calendario de mi computadora para confirmarlo. Dios mío, era verdad. Había perdido por completo la noción del tiempo, pero no me pensaba detener por nada del mundo.

-Starfire necesita mi ayuda. Un par de días sin dormir no me harán daño. No sería la primera vez que lo hago-Dije yo quitándole importancia al asunto.

-Ajá. Las últimas veces que lo hiciste no acabó nada bien, te recuerdo-Me dice, y yo gruño.

-Robin, te estoy hablando en serio. Yo también estoy preocupada, pero no hay que perder la cabeza. No podremos ayudar a Star sin pensar claramente, o si estamos muriendo de sueño-Me dijo mientras me ponía una mano en el hombro. Solté un suspiro y me tallé los ojos. Ella tenía razón. Tenía que volver a poner los pies en la Tierra, finalmente yo era humano.

-De acuerdo. Vamos. Ya dormiré más tarde.

Mientras caminábamos hacia la sala de televisión, ella comenzó a hablar:

-Verás, hace un rato estuve hablando con Chico Bestia...

-¿Ah sí? ¿Y no lo mandaste volando por la ventana o a otra dimensión?-Pregunté. Ella se rió por mi comentario y siguió hablando.

-No, sorpresivamente no. Hablamos sobre el asunto de Star, y ambos llegamos a la misma conclusión:-Frenó en seco y me miró-Robin, creemos que ya es hora de usar el número de emergencias y llamar a Bruce Wayne.

¡Ah no! ¡Eso sí que no! Fruncí el ceño y crucé los brazos.

-No. Definitivamente no. Es para emergencias solamente.

-Wow, y el hecho de que tu novia se haya vuelto potencialmente peligrosa y ya haya dañado físicamente a uno de nosotros y a uno de nuestros enemigos, y aparte que no haya una solución para ello, ¿no es una emergencia?-Me dijo con sarcasmo. Yo volteé los ojos, esperando que ella entendiera mi opinión sobre llamar a Bruce, pero claro, ella no veía a través del antifaz.

Teen Titans: Lucha internaWhere stories live. Discover now