Capítulo 16: Uno solo

1.6K 130 60
                                    

Narra Robin

Apenas me dirigía al cuarto de Starfire para hablar con ella, la alerta de crimen sonó. Me dirigí al garage de la Torre para subir a mi moto.

-Titanes, la alerta viene desde el centro de la ciudad. Mad Mod ha conseguido controlar las mentes de algunos cuantos civiles y ellos están cometiendo crímenes en nombre de él. Tenemos que desactivar su difusor de sondas de control mental. Cyborg, ¿puedes hacer algo para eso?-Preguntó Bruce a mi compañero.

-Pan comido.

-Bien. Raven, Chico Bestia, necesito que alejen a los civiles hipnotizados de los que no lo estás para evitar heridos. En medida de lo posible agrupen al grupo de Mad Mod para poderles liberar-Dijo Bruce. Raven y Chico Bestia, tomados de la mano (¿eh?) asintieron.

-Robin, tú y yo vamos a ir directamente por él-Dijo Bruce. Yo asentí desesperado. Me urgía salir. Generalmente no tardábamos tanto antes de dirigirnos a la misión, y nos dividíamos en el camino.

Nos dirigimos a la ciudad, donde en efecto, Mad Mod ha conseguido hipnotizar a una buena parte de los civiles. Algunos de ellos romper aparadores de tiendas, y otros se golpean entre sí. Inmediatamente Raven golpea a los últimos.

-¿Y tu novia, Robin? ¿Va a quedarse en casa haciendo más destrozos?-Preguntó Mad Mod mientras se apoyaba en su bastón. Yo apreté la mandíbula.

-Un comentario más sobre ella y te juro que voy a destrozarte la cabeza-Dije yo mientras lo acusaba con el dedo. Bruce carraspeó indicándome que eso había estado fuera de lugar.

-¡Titanes, al ataque!-Gritó Bruce, y mis compañeros se lanzaron a la lucha.

-¡Esa es mi frase!-Le avisé a Bruce mientras luchábamos. Él me ignoró.

El problema más grande de luchar contra civiles zombie es que no quieres hacerles daño, pero necesitas hacerlo para evitar que ellos lo hagan. Raven tenía que noquear a varios de ellos para poder mantenerlos controlados, y Chico Bestia los apilaba en medio del parque. Cyborg estaba de vuelta en la Torre intentando construir algo lo suficientemente poderoso para poder desactivar las sondas de Mad Mod. La ayuda de Starfire era necesaria, pero Bruce había decretado que lo mejor era que ella no usara sus poderes en público, a riesgo de que lastimara a alguien.

Cuando la batalla finalizó, todos volvimos a casa. Alcancé a ver a Starfire sentada en el techo, por lo que decidí ir a verla cuando tuviera oportunidad. Cuando entramos a la sala, Cyborg nos esperaba con cientos de piezas metálicas regadas por el suelo.

-Algunas cosas no van a funcionar muy bien. Hasta que esta cosa no esté terminada, no tendremos señal ni en la televisión ni en los comunicadores-Avisó Cyborg señalando en lo que trabajaba.

-¡Viejo! ¿Cómo voy a ver la televisión entonces?-Se lamentó Chico Bestia mientras yo dejaba la habitación. Subí al techo y vi a Starfire sentada en el borde.

-¿Qué pasa linda?-Preguntó mientras ser sentaba a mi lado.

-Bueno, extraño mucho luchar a su lado-Dijo ella bajando la mirada y abrazando sus rodillas.

-Nosotros también te extrañamos, eso no lo dudes ni un segundo-Dije yo mientras me sentaba a su lado. No me respondió.

-Me dijo Raven que...

-¿Qué te dijo?-Preguntó ella de súbito.

-Me dijo que ha tenido unas pesadillas muy extrañas-Dije yo algo extrañado.

Narra Starfire

-Ah, ya. Me habló de ellas hace unos días-Dije yo mientras me enderezaba. Por un momento pensé que Raven le había hablado de Slade.

-¿Por qué estás tan nerviosa Star?-Preguntó. Me sentí la peor persona de todo el universo por ocultarle tantas cosas.

-Eh...las pesadillas de Raven me preocupan un poco-Dije yo abrazando mis rodillas.

-Sí, me imagino. Eran algo extrañas. ¿Quieres hablar conmigo del asunto?-Preguntó él poniendo la mano sobre mi brazo.

-¿Sabes? Me da miedo que mis hijos tengan esto. Entonces sus vidas serían tan complicadas como la mía es ahora. Y tú tendrías más problemas que en estos momentos-Dije yo mientras me miraba las manos.

-Bueno, si así fuera sabes que también buscaríamos la manera de ayudarlos, ¿no?-Preguntó él mientras me abrazaba. Yo lo aparté suavemente.

-O vivirían drogados-Suspiré. Sentí cómo él se entristecía, así que intenté enmendar lo que dije.

-Tranquilo. No te estoy culpando de nada. Entiendo que es necesario a veces, aunque no me guste. El lado bueno es que no he necesitado esa cosa en unos días-Dije mientras sonreía con dulzura.

-Eso es algo bueno. No me gustaría que tuvieras una reacción o que sufrieras un efecto secundario-Dijo él.

Pasamos unos segundos en silencio, hasta que él me habló.

-Entonces has pensado en que tengamos hijos-Apuntó con una sonrisa, y mis mejillas enrojecieron. No sólo en mis peores pesadillas, sino en mis fantasías más bonitas había imaginado que Dick y yo teníamos hijos juntos. Imaginaba lo bonito que sería formar una familia con él, aunque fuera pequeña.

-Puede ser.

-Supongo que es normal que lo pienses. Admito que hasta yo he llegado a pensarlo. ¿Cómo eran?-Preguntó emocionado, consiguiendo elevarme el ánimo.

-Una. Sólo era una niña. En mis sueños tenía ojos como los míos, y su cabello era igualito al tuyo-Le dije yo señalando su cabeza.

-Ojos verdes y preciosos, y pelo negro alborotado. Entendido-Dijo él con una sonrisa. Yo le sonreí de vuelta.

Miré unos segundos el puente de la ciudad pensando en todas las veces que había estado allí con él. Cuando las cosas eran normales y no había nada ni nadie amenazando nuestra perfecta vida.

-Y ya que has pensado en nuestros hijos, ¿has pensado en nuestra boda?-Preguntó de pronto. Yo inmediatamente sonreí y asentí emocionada.

-No sé mucho de las costumbres religiosas de este planeta, pero las bodas en iglesia me parecen preciosas. Quisiera tener una así, con un vestido blanco-Dije yo.

-Entonces así será. Ya acordamos que sería aquí en la isla, pero si quieres podemos buscar algún lugar que te guste en la ciudad, o en el mundo. Eso no sería un problema para nosotros-Dijo él intentando imaginarlo.

Yo lo tomé de la mano. "Tú puedes, Koriand'r. Tú puedes. No lo vas a lastimar. Todo estará bien" me dije. Él me miró algo sorprendido, supongo que también esperando un desastre, pero nunca llegó. Mi tacto parecía ser tan normal como años atrás. Me sonrió emocionado y me besó.

-Sabía que lo lograrías, ¿lo ves? Todo siempre va a estar bien-Me dijo, y yo puse mis manos en sus mejillas.

Yo también lo besé. Deslicé mis dedos entre su cabello negro y sus manos se aferraron a mi cintura. Le quité el antifaz suavemente y nos miramos a los ojos por unos instantes. Sus ojos eran del color azul más hermoso del mundo, más hermoso que el cielo mismo.

-¿Te he dicho que eres lo que más amo en todo el mundo, Kory?-Preguntó él mientras me besaba.

-¿Te he dicho, que siento lo mismo por ti?-Pregunté yo.

-Sabes que siempre voy a estar a tu lado, Koriand'r de Tamaran-Me dijo él. Sus manos fueron inmediatamente al broche de mi traje.

-Y yo nunca voy a dejarte, Richard John Grayson.

Y entonces, Dick y yo fuimos uno solo.

Teen Titans: Lucha internaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora