💋Libra x Ayato💋

3.4K 128 40
                                    

Dedicado a: @dannyellitaGC

Estaba tumbada en la cama mirando cómo pasaban las horas en el reloj de la pared. Reiji me había castigado sin salir en un mes solo por haber roto una de sus tazas sin querer. ¿Qué más daba una taza? Si tiene millones de tazas, y encima iguales.
Estaba tan sumida en mis pensamientos que ni me di cuenta de que alguien abrió la puerta.
Cuando me percaté ya era tarde y estaba entre los brazos de Ayato, que me agarraba por la cintura.

-Oye qué haces, ¿no ves que estoy castigada? Si te ve Reiji me castigará el doble, baka.

-Te echo de menos...- respondió hundiendo su cabeza en mi pecho.

-Yo también, pero prefiero un mes sin verte a dos meses sin verte, ¿o acaso quieres eso?- pregunté con tono burlón- Además, hoy estás extraño. Te estás comportando como un niño chico.

-Hmp... A ti qué más te da, incluso siendo un niño pequeño piensas que soy increíblemente sexy.

-Ahí razón no te falta- dije besándolo dulcemente.

-Creo que sería mejor que te diga ya las dos noticias. Hay una buena y una mala, ¿por cuál empiezo?

-Hmmm... La buena

-Hace rato hablé con Reiji y me dijo que ya que eres de Ore-sama y solo de Ore-sama, lo más prudente sería que yo te castigara. Así que puedes salir.

-¿Y entonces cuál es la mala?

-La mala es que no ha dicho cómo tengo que castigarte así que... Te aviso de que me voy a divertir mucho.

-¿Qu- no llegué a terminar la frase ya que Ayato se puso encima mía.- ¡¿Qué estas haciendo Ayato?!

-Castigarte.

Tras decir esto, empezó a desgarrar mi ropa, apartó mi pelo del cuello y comenzó a morderme. Cuando supo que estaba lo suficientemente débil como para no poder resistirme, prosiguió a  besar las heridas, una a una, mientras se relamía los labios.

-Tu gran Ore-sama se compadecerá de ti y te dará un castigo placentero.

Solo me limité a mirarle, estaba demasiado débil como para decir o hacer algo. Lo último que noté fue un cálido y fogoso beso antes de hundirme en él.

-Tu cuerpo, tu alma, tu todo, ahora son míos. Para siempre.

Era dulce, no sentía dolor. Gentil, amable, un Ayato diferente al normal. Como si quisiera que de verdad lo disfrutara. Ante mi debilidad su respuesta era la suavidad. No hacía nada que yo no quisiese. Todo su orgullo quedó atrás, su mirada solo se enfocaba en mí. Nuestras manos se entrelazaban, de foma tímida, pero serena. Lo único que podía ver, sentir y escuchar era a Ayato.

♉Zodiaco Diabolik Lovers♊Where stories live. Discover now