Dedicado a: @Mari-Uchiha-18
Era por la noche, Kanato y yo habíamos salido a cenar a un restaurante bastante lujoso. La verdad, yo no estaba acostumbrada a ese tipo de restaurantes, pero Kanato insistía e insistía e insistía... Así que accedí.
Ya allí, Kanato pidió unos spaguetti a la boloñesa. Pero yo estaba en un aprieto ya que no sabía qué pedir. Kanato se percató y le dijo al camarero con una gran sonrisa que me pusiera lo mismo que a él.
-Gracias cariño...- dije aliviada.
-De nada... Por cierto, ¿has probado alguna vez la comida italiana?
-Pues lamentablemente no... Pero seguramente me gustará, ¡a mí me gusta todo!
La respuesta de Kanato fue una gentil sonrisa, y en ese momento llegaron los platos. Empecé a comer, y la verdad, estaba muy bueno. No tarde en comentárselo a Kanato que parecía satisfecho con mi comentario. Pero al poco tiempo algo me revolvió el estómago. No podía seguir allí.
-Oye... Voy al baño, ¿ok? No tardaré mucho.
-Hn - asintió con la boca llena.
Al llegar al baño fue como si quisiera tirarme por el balcón. Al principio pensé que era gases, lo más normal del mundo, pero luego tuve que levantar corriendo la tapa del váter para vomitar en él. Mi cuerpo se sentía muy pesado. Menos mal que me hice una coleta para venir aquí, sino no se que hubiera sido de mi pelo. No sé cuánto tiempo estuve en el baño, pero sé que por lo menos mínimo 45 min. Entonces oi como la puerta del baño se abrió.
-Oe, ¿estás bien? Esque tardabas mucho y pensé que te pasaba algo.
-Si si estoy bie- otra oleada de vómito me interrumpió y sentí cómo Kanato abría de golpe la puerta de la cabina donde me encontraba.
-Es un poco de descomposición, eso es todo.
-....
Noté como Kanato me acariciaba la espalda. Y entonces recordé que ya habían pasado más de dos semanas de la boda, y que lamentablemente el periodo tenía que venirme la semana pasada. Nunca se me retrasaba. Y si...
-Kanato, ¿puedes traerme mi bolso?
-Claro.
Se fue y cuando volvió le dije que esperara fuera.
No pensaba que fuera necesario todavía, pero tenía una prueba de embarazo en el bolso. Tendría que agradecerle después a mi madre que me la metiera con la típica frase de "por si acaso". Mi madre es muy previsora. Entonces fue cuando me hice la prueba y... Salió positivo.
-¡KANATO!- grité .
Automáticamente Kanato vino como un rayo a donde yo estaba y me cogió por los hombros, preocupado.
-¡¿Qué pasa?!
-Vas a ser papá... ¡KANATO, VOY A SER MADRE!
Al principio se quedó quieto, como si tuviera que asimilar lo que sus oídos estaban oyendo, pero a los segundos, me abrazó muy fuerte y me susurró al oído "Gracias". Y justo después nos fundimos en un dulce beso.
-Te amo- dijo suavemente.
-Yo también...
Volvimos a la mesa y me dispuse a beber vino para celebrarlo, pero de repenge Kanato se bebió las dos copas: la suya y la mía.
-Lo siento, pero no puedes beber alcohol. Ya lo celebro yo por ti.
-JOOOO KANATOOOO- me quejé, entre risas.
