zweite

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yoongi cuenta los días. los cuenta y los vuelve a recontar, desde el veinticinco de septiembre del dos mil catorce hasta el veintidós de junio de éste año. novecientos noventa y ocho días que ha estado viviendo junto a jung hoseok; novecientos noventa y ocho días en donde su espacio reducido, se había vuelto aún más reducido con la llegada del sonriente y amable muchacho.

aunque yoongi no está del todo de acuerdo con aquella descripción.

si bien así podía llegar a mostrarse ante el público -que eran dos adorables chicos, jeongguk y seokjin- , cuando llegaba a casa, hoseok no era la misma persona. yoongi recuerda que el veintitrés de mayo de dos mil quince, hoseok no pudo aguantar no llorar sobre el cuaderno de historia mientras él estaba haciendo un pastel de crema en la cocina. yoongi recuerda haber sentido sus sollozos y haberse dado vuelta tan rápido que quizás podía jurar que si lo hubiese hecho más de prisa, su cuello se rompería, y recuerda haber tomado sus mejillas y besado su frente hasta que se hubo calmado. nunca comieron el pastel de crema de yoongi.

pero eso ya no importa cuando la puerta del departamento se abre y el silencio se vuelve más silencio. siente la penetrante mirada de hoseok en su nuca.

"¿estás bien?" el recién llegado cierra la puerta y camina a la mesada de la cocina, pasando por enfrente de yoongi que está sentado en la punta de la cama con el calendario entre sus dedos.

"lo estoy." responde en un tono medio suave, alza los hombros y por dieciséis minutos que yoongi presiente, ni él ni hoseok pronuncian palabras. hoseok se sienta a su lado y observa el objeto que yoongi sostiene.

ríe y le pasa la mano por la cadera, uniéndose así sus hombros, yoongi pasa de sentirse nostálgico a sentirse amado. hoseok hoy no ha llegado triste a casa, así que se siente grato y le envuelve con ambos brazos; le había necesitado desde hoy que han tomado café y han mirado los cuadros, que siente a hoseok distante y él no lo niega pero tampoco lo admite.

"eres un estúpido." hoseok ríe nuevamente al sentir la respiración de yoongi hacerle cosquillas en el cuello como siente aquella sonrisa de gomita en el mismo lugar.

"cállate." yoongi frunce los labios y besa el cuello de hoseok con ansias, mientras le muerde un poco, hoseok le acaricia el cabello negro y alza su rostro.

"¿qué haces?" cuestiona el más alto de ambos y siente que él le mira los ojos brillantes. hoseok tiene esa pizca que le hace vibrar. no aguanta porque lo necesita, lo quiere ahora y no en otro momento.

"¿qué quieres que haga?" el tono de voz de yoongi cambia a uno grave y recuesta a hoseok en su lugar, acostándose él mismo en su pecho mientras su boca le persigue los lunares invisibles del cuello.

concluye, allí. por novecientos noventa y ocho días ha sido así, ha concluido así.

esa noche de junio, yoongi y hoseok unieron y sincronizaron sus corazones, yendo tan rápido que parecía una tormenta. y en un momento tan íntimo, tan cálido, tan privatizado, yoongi sigue pensando que al lado de hoseok todo es tan frío, tan frío como una noche en el ártico.

el ártico no es tan frío + sopeWhere stories live. Discover now