fünfte

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hubo un choque impetuoso. yoongi, boquiabierto, observó la figura uniformada en el marco de la puerta. la profunda oscuridad de su húmeda y polvorienta habitación era contrarrestada con la iluminación prominente del pasillo del edificio. y el uniformado, allí seguía, ¿buscando vida? cuestiona yoongi, ¿qué era para él ahora la vida?

quizás un juguete sin instrucciones, quizás una terapia individual. seguro una difícil prueba. obviamente, un camino con final.

pero no es importante, mas ahora que hay un señor que parece importante dentro de su sucio apartamento, días, semanas o meses después de que hoseok no volviera, ¿increíble, verdad?

sin embargo, la duda y el miedo crecen en yoongi; ¿hoseok terminó su camino? ¿se ha perdido? ¿lo han herido? y si aquello fuese cierto, si su vida hubo terminado en un sinfín de cosas que yoongi imagina como accidentes automovilísticos, o animales salvajes que atacan, o suicidios contemporáneos, u homicidios a sangre fria, ¿quién seguiría a su lado? ¿a quién le haría café? ¿a quién molestaría? ¿quién lo llevaría a la cima y lo devolvería tras algunos minutos? ¿quién sería su máximo esplendor, idiota, manipulador y delicioso compañero de cuarto favorito?

se pregunta interminablemente, y no nota cuando el -ya ha visto- policía está frente a él, apuntando a su rostro con una linterna, y pronuncia en voz alta.

"¿min yoongi? hemos encontrado el cuerpo de jung hoseok, su compañero, después de tres años."

y la mirada de yoongi, cruza de la cocina, a los cuadros, y a la puerta, donde hoseok está parado, y le observa sonriente, y de repente, desaparece, entre cosas que yoongi puede ver en los cristales rotos que se prenden en fuego bajo su retina, y su iris.

el ártico no es tan frío + sopeWhere stories live. Discover now