dritte

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yoongi no se da cuenta pero desde la última vez que ha hablado directamente con hoseok, han pasado cinco días. cinco días de idas y venidas, con cajas vacías, lámparas que no funcionan y camisas faltantes de botones.

y no parece gustarles del todo.

si bien siempre han sido de pocas palabras, hay algo que no les deja dialogar. entonces yoongi nota que cada vez la calidez se esfuma y siente que hoseok ya no le quiere; pero para hoseok, que ahora está sentado en el piso de azulejos grises, justo al lado de la cama y con un pequeño baúl entre las piernas, yoongi es el que lo está evadiendo.

y sólo hay pocas frases que van y pocas que vienen, preguntas sin respuestas que buscan una salida y un susurro de “¡por favor, habla!” pero el orgullo -del cuál no saben el porqué, se encuentra justo tapando las palabras que más quieren pronunciar.

yoongi sigue lavando los platos con diligencia y piensa, ¿cómo hemos dormido los cinco días en la misma cama sin habernos tocado ni besado en el correr de aquellos? la cuestión le fastidia y seca el vidrio frío desesperadamente, dejándolo con fuerza sobre la pila de los otros cuatro platos más y hoseok le mira por encima del hombro.

"¿estás bien?" habla hoseok con la voz movida y, como nunca pasaba, suave y cómodamente. yoongi le devuelve una mirada llena de horror y va hacia la cama. se sienta de su lado y evita verlo por el miedo.

"lo estoy." la sequedad en sus labios se desparrama por su timbre de voz grave y enfadado. no sabe por qué; recuesta su cuerpo sobre el desgatado colchón y recuerda la otra noche hace cinco días y los ojos se le llenan de lágrimas impotentes. ¿qué hizo él para que ya las palabras no le fuesen dirigidas?, ¿qué hizo él para perder el respeto que imponía?

"eres un estúpido." hoseok susurra mientras sigue con aquél baúl, dándole vueltas, quizá buscando algún acertijo en aquél o algo que le ayudase a descubrir los secetos de la vida y del universo. francamente la situación le asfixia, y por su garganta se crea una bilis de cosas que desearía hablar con el mayor.

"¡cállate!" su garganta se seca ante el desgarrador grito que emana de ella, con los ojos furiosos, inundados en llamas que han de repeler su angustia y llenan a hoseok de miedo, porque pocas veces son las que yoongi está así, y a veces piensa que es su culpa. se pone de pie y deja el baúl sobre la cama.

"¿qué haces?" interroga cuando le ve con los ojos fuertemente cerrados, y las manos duramente apretando la piel de su rostro, quejidos que se oyen suaves y sollozos que se hacen cada vez más fuertes, sigue sintiéndose culpable y sin embargo, dentro de sí sabe que no ha hecho nada por lo cual preocuparse.

"¿¡qué quieres que haga!?" yoongi vuelve a gritar y saca las manos de su rostro, abriendo sus ojos ajados y rojos, viendo frente a sí el rostro blanco del más alto, que niega y así, por fin terminando, camina hasta la puerta y sin decir nada, se va. quizás recorre la ciudad o compra cosas para la cena. quizás a ido a la biblioteca de la universidad, o quizá fue a la casa de algún amigo.

porque no volvió en toda la noche, y el aura helada que ha dejado su presencia y su mirada, se han hecho una fuga en el corazón de yoongi, y siente más frío del que sintió en estos más de mil días.

el ártico no es tan frío + sopeWhere stories live. Discover now