Capítulo 27

1.4K 135 11
                                    

Febrero del 2017 comenzaba a ser cálido, acogedor y agradable.

Miranda se había comprometido, una cálida boda estaba programada para el otoño y yo me sentía mas feliz que nunca.

Después de varios meses sumida en la miseria, finalmente había descubierto como seguir adelante, continuar con mi vida y seguir viviendo a pesar de su ausencia y eso era digno de celebrarse.
Sin embargo en un vano intento por llenar aquel vacío, el joven italiano de ojos color miel y yo habíamos retomado nuestra relación y ahora también vivíamos juntos y esa relación definitivamente me consumía las 24 horas del día.

Paolo necesitaba ser complacido. Necesitaba una mujer perfecta y yo debía de serlo.

Tuve que haber sabido que tenía que alejarme. Ser libre.

Pero aquel día recibí una llamada muy peculiar.

Acababa de salir de mi ultima clase, la maestra había logrado dormirme, Paolo se quedaria hasta tarde y yo iría a casa a preparar la cena.

O esos eran los planes hasta que mi teléfono sonó.

—¿Hola?

—¡ElleBell! -ella exclamo.

—¡Mamma!

—¿Adivina en donde estoy?

—¿En Nueva York? -pregunte de forma irónica.

—No, atrás de ti -me confundí– ¡Ellea! -un grito que no era proveniente del teléfono y que probablemente llamo la atención de todos hizo que girara.

Ahí estaba ella, con un vestido largo de color blanco y un sombrero café.

—¡Nicole! -corrí hacia ella para poder abrazarla.

—Hola Herzen. -ella me abrazo fuertemente como si se tratara de una pequeña niña.

—Hola Tia Elle -Esa era Faith a la cual tome en mis brazos para darle muchos besos en las mejillas– ¿Iras a comer a la casa?

—Yo... No lo sé. -Nicole me miro suplicante.

—Si, mi querida hijastra, iremos a casa a comer. -ella afirmó sin siquiera preguntar.

—¿Te parece si mejor yo las invito a comer a mi casa? -pregunte entusiasmada.

—¿A todos? -una voz masculina a mis espaldas preguntó haciendo que me sobresaltara- Hola Ellea.

—Clasi muero de un infarto Keith -Solté una risa para después abrazarlo- A todos -afirme.

—En ese caso, nosotros te seguimos.

Y así los cinco salimos de la universidad con destino a mi casa.

—Es Linda ¿Lo sabias? -ella admiro toda en el interior al llegar– Tienes espacio para un elenco entero y tiene una decoración impecable.

—Oh eso es gracias a Miranda, ella, su madre y su abuela son muy buenas en esto, su familia decoró esta casa y Miranda muchos de mis apartamentos y mi cabaña. -Sonreí mirando todo– Era de mis abuelos, así que como sabrás... “entre más grande, mejor” -la mire– Es mas grande que la tuya, solo que yo tengo caballos y no alpacas.

Nicole soltó una risa sarcástica antes de besar mi mejilla.

—El cuarto de juegos esta al fondo a la derecha -las dos niñas salieron disparadas hacia allá– Y el minibar por acá.

Los dos me siguieron hasta la pequeña cantina que se encontraba en una esquina de la gran cocina.

—¿Qué quieren Comer? -pregunté.

Just MineWhere stories live. Discover now