Te lo explico con una servilleta.

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Antes de las cinco de la mañana un sonido desconocido retumbaba en las paredes, David tuvo que levantarse y tomar el celular de la mesa donde lo había dejado Daniel, estaba más dormido que despierto y aunque sólo pretendía apagar el teléfono para que dejara de sonar y poder seguir durmiendo, terminó contestando.

-Diga...- Pero sólo escuchó un silencio del otro lado de la línea -¿Hay alguien ahí?- Preguntó más que decidido a colgar y apagar el celular si nadie contestaba.

-Daniel- Fue todo lo que dijo la otra persona en lo que pareció ser un gruñido.

-Ahora mismo está dormido- Dijo David bostezando.

-... Daniel- Repitió la voz. -Ahora - Dijo exigente. La verdad es que ni ganas de pasarselo, pero suponía que no debería intervenir entre ellos, aunque quisiera joderlo por ser tan idiota se fue donde Daniel y lo despertó para decirle que el asshole estaba al teléfono, luego de pasarle la llamada se acostó y se puso a dormir.

-Hola...- Dijo Daniel con la voz adormilada mientras se levantaba y se dirigía a la mesa.

-¿Por qué él contesta tus llamadas?- Fue la primera pregunta que recibió, Daniel frunció el ceño, resulta que recien levantado no tenía paciencia.

-Oh, yo me he levantado bien, gracias por preguntar, ahora si eso es todo voy a colgar- Y sin más lo hizo, lo único que quería ahora era ponerse a dormir como una foca tomando el sol y bien sabía Dios lo mucho que lo necesitaba, por alguna razón levantarse de la cama había costado más que las ocasiones anteriores y sentía mucho sueño. Dejó el celular en la mesa y justo cuando se daba la vuelta para ir a la cama sonó de nuevo. Los ojos de Daniel apenas si eran un línea de lo dormido que estaba y aunque se sintió tentado a ignorar la llamada y continuar su camino a la cama, decidió contestar -Hola... -Dijo con la voz un poco más lúcida.

-Hola... ¿Cómo estás?- Le preguntó Camiel sacandole la primera sonrisa del día.

-Bien cariño ¿Y tú? ¿Por qué me llamas tan temprano? No es que me moleste claro, pero no esperaba tu llamada tan pronto-Dijo mientras se sentaba en una silla.

-No funcionó, tu plan no funcionó- Le aclaró. -¿Crees que podría ir dónde estás?-

Daniel tuvo que pensar un poco para entender a qué plan se refería, luego recordó lo de las bragas y se sonrojó, era demasiado temprano para ruborizarse. -¿No lo hizo?- Le preguntó.

Camiel apretó la mandíbula evitando gruñir, pero no porque se hubiera pasado la noche con una desesperación terrible sin poder dormir, lo que lo enojaba era el hecho de que al parecer Daniel hubiera podido dormir perfectamente mientras él intentaba controlar el impulso, por muy ridículo que sonara algo en el hecho de que Daniel pudiera dormir perfectamente sin él a su lado le molestaba en demasía -No, no lo hizo, me he pasado toda la noche deseando ir a tocar a tu puerta, creo que deberías alégrate de que decidiera esperar a llamarte en lugar de ir dónde estás y tomarte de...- Daniel le cortó el repentino arranque de mal genio que tuvo.

-Suenas irritado- Le hizo saber -Y no me gusta el tono que estás usando, así que sé breve y dime que quieres- Está bien no era su intención ser tan cortante pero es que se moría por volver a la cama lo más pronto posible, se le estaban helando los pies, estaba descalzo y el piso frío.

-¿Crees que podríamos vernos?- Dijo Camiel después de exhalar. La pregunta no le había costado tanto como pensaba que lo haría, no estaba acostumbrado a ser el que pidiera ver a alguien.

-¿Ahora?- Dijo Daniel algo lento todavía. Tenía que saber qué hora era, así que se acercó a la mesa de noche y se quedó sorprendido de que ya fueran las 4 y 56, casi las cinco, sentía que no había dormido nada.

DIOS NOS JUNTÓ.Where stories live. Discover now