Capítulo 16

50 6 4
                                    

Este chico adora impresionarme, y en verdad lo logra. Estamos en un parque completamente desconocido  para mi, las flores, el pequeño lago que queda justo al final del parque, todo lo que lo rodea es muy distinto a lo que acostumbro ver a diario.

- ¿Cómo haces para encontrar lugares tan hermosos? - le pregunté asombrada.

- Me brindó una sonrisa de lado - No lo se - encogió los hombros - solo... Los encuentro, ya te había dicho que me gustan los lugares solitarios y este parque no es muy frecuentado.

Lo estudie por unos segundos y juraría que él no es de este planeta, no pueden existir personas tan buenas.

- Eres un sueño - solté sin más.

- ¿Qué dices?

- Eres demásiado bueno para ser verdad, no suelen pasarme cosas buenas y tú eres demasiado... - no pude terminar la oración porque sus labios irrumpieron los míos, jamás me había besado con tanta fuerza, me tomo por las mejillas, él no me lastimaba, simplemente era algo único. Se separo un poco y me miro a los ojos.

- Jamás vuelvas a decirme que no soy real porque si lo soy ¿No me ves? - abrió un poco sus ojos en espera de una respuesta y yo asentí - entonces... Estoy aquí, creo que eres demasiado especial y si, estoy contigo porque veo en ti algo que jamás he visto en otras chicas - hablaba de una manera increíble, soltaba seguridad y firmeza con cada palabra mientras sujetaba mis mejillas. No entendí absolutamente nada al final de su discurso porque seguía embobada y perdida en su boca y sus hermosos ojos - ¿Entendiste?

- Si - solté una risita - prometo no volver hacer ese tipo de comentarios - levante mi mano derecha en señal de juramento y él la tomó de inmediato.

- Eso espero - me miro de reojo - ¿Tienes hambre?

- Si, y mucha hambre - ambos reímos.

- Bien... ¿Que tal si vamos a un restaurante?

- No, no quiero... No estoy vestida para la ocasión - conteste un poco apenada.

- Esta bien, ¿Qué propones?

- ¿Yo? - él asintió sentadose en uno de los banquillos y ofreciendome lo mismo. Mire a todos lados pensando que podríamos comer, hasta que vi un carrito con perros calientes, no era tal vez lo que él tenía planeado para nuestra primera cita, pero así soy, no me gusta lo extravagante, más bien me gusta lo espontáneo, lo que se vive en el momento - ¿Tienes alguna manta en tu auto? - frunció un poco el ceño y reí ante su reacción.

- ¿Para qué quieres una manta?

- Haremos un picnic a luz de la luna, con perros calientes y Coca Cola.

- ¿Qué? - soltó una carcajada - y luego me preguntas que por qué me gustas.

Y aquí vengo a ponerme en modo tomate.

- Me gusta tu idea, iré a buscar la manta.

*********

Y aquí estamos sentados, comiendo perros calientes y tomando Coca Cola.

- Háblame de ti, ¿Cómo te llevas con tu familia? - preguntó Nill.

- Lindo día para preguntarme sobre eso - reí un poco y el me miró confundido - no me pongas esa cara, es solo que... Hoy discuti con mi abuela.

- Disculpame que me entrometa, pero... ¿Por qué?

- Siento que ella me esta ocultando cosas, cosas muy importantes y considero que tengo la madurez suficiente para soportarlas, después de todo... Ya he pasado por muchas cosas y el hecho de haber perdido a mi padre, nada podrá ser peor que eso - los recuerdos volvieron a mi y sin caer en cuenta ya tenia los ojos empañados de lagrimas - Nill beso mi mejilla y luego la acarició.

QUOD SUM?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora