Fairy Harem

Capítulo 6: El pasado de Natsu

"La felicidad no es la ausencia de problemas; es la habilidad para tratar con ellos."

Steve Maraboli

Nuestro protagonista se le quedó viendo a sus queridas amigas con una cara de "es enserio", pero en vez de reprocharles algo sobre por qué habían entrado de esa forma a su casa. Solo suspiró y las invitó a sentarse en aquel sofá tan cómodo.

-Bueno solo espero no aburrirlas con parte de mi pasado, pero bueno...-dijo Natsu con una risa algo melancólica-bueno pues...

Natsu's POV

Siempre fui un niño bastante hiperactivo, inquieto y sin sentido de madurez y todo eso fue cuando mi madre aún estaba conmigo. Lo que quiero decir es que ella se separó de Igneel desde hace varios años debido a que el viejo le hacía caso a su dinero más que a mi madre quien se llama Ivonne Dragneel.

Recuerdo que durante la estancia de mi madre todo era felicidad y cariño por parte de ella. Aún me acuerdo de todas esas historias que me contaba por las noches, aún siento su olor a rosas y esa sonrisa tan encantadora. Para mí no había mejor familia que la que teníamos justo antes de que Igneel tuviera millones y millones de billetes.

De Igneel, pues él me dejaba decirle viejo. Recuerdo que él era un hombre trabajador, pocas veces un gruñón y también recuerdo que era medio flojo, pero en fin qué puedes decir sobre alguien que trabajaba casi doce horas de lunes a viernes, digo eso ha de ser agotador ¿no?

En fin dicho esto pues éramos una familia de clase media. Apenas nos alcanzaba para los gastos de la comida, gas, agua, electricidad y todas esas cosas "esenciales" para nuestra supervivencia. Igneel siempre se dedicaba a su trabajo, era el mejor en él o al menos yo lo sigo considerando así por cómo lo veía llegar a la casa todo hecho trizas por el cansancio. Mi padre fue una pieza clave para la empresa en la que trabajaba, muchas veces lo veía desilusionarse por no llegar a ser rico, por no tener todas esas cosas que ellos tienen... A veces me sentía mal, pero el cariño que él me daba era suficiente para sentirme seguro y feliz, en cuanto a mi madre ya que ella estaba estresada con las labores de la casa casi no tenía tiempo para pasarla todo el día conmigo, aunque algunas veces, cuando se daba sus pequeños descansos, jugábamos y era de lo mejor.

Solo hubo un pequeño problema en la gran familia que éramos...la escuela.

Así es, una pequeña institución era lo mínimo para hacer que esa hermosa familia que éramos se fuera por una tubería ya que desde el kínder tuve varios problemas y de ahí vi que la vida como la conocía apenas empezaba, tenía pequeños pleitos con varios chicos que me molestaban al punto de llegarnos a golpear varias veces y llegar a casa con varios moretones y unos pequeños raspones. El tiempo pasaba rápidamente y seguía creciendo y creciendo, me iba dando cuenta de varias cosas, hasta que ocurrió lo inesperado.

-Amor-decía mi viejo con una sonrisa corriendo hacia nosotros- mira lo que gané.

-¿Qué es?-preguntó mi madre con una sonrisa

-Me gané la lotería- llegó Igneel a donde mi madre estaba, le dio un beso enfrente de mí y luego la abrazó- pondremos un negocio y este se hará más grande para poder ser ricos y merecer la vida como tal.

-Y ¿qué pasará con tu trabajo?-interrogó mi madre

-Renunciaré mañana en la mañana-respondía Igneel con simpleza- por fin se me hizo el sueño de poder tener mucho dinero.