Cómo sobrevivir a Luhan y no morir en el intento » hunhan.

14: Cómo sobrevivir a su paranoia.

Decir que no pudo dormir y que llegó hecho un manojo de nervios a su primer día en la facultad de artes, en pocas palabras, sería la mentira más grande de la historia.

Siendo Oh Sehun, durmió de lo más cómodo hasta que su madre entró a su habitación, abrió las cortinas de par en par y dejó que el sol le llegase directo en el rostro, poniendo alguna ruidosa canción de k-pop para despertarlo.

Así que no entró a su aula correspondiente del edificio de danza con el mejor de los ánimos, mucho menos con la disposición a ser amigable y hacer amigos. Sin embargo, supo que un infierno se avecinaba cuando dos chicos altos se acercaron con sonrisas resplandecientes y lo llenaron de preguntas, con el paso del rato llevándolo a la fuerza a donde sea que ellos fueran.

Se tuvo que hacer la idea de que desde ahora tendría amigos.

☁☁☁

— ¡Wah! ¡Ha sido un día fantástico! —soltó con alegría Taemin, estirando los brazos hacia el cielo mientras se dirigían a la salida de la facultad.

Sehun bufó bajito y fulminó con la mirada a ambos chicos a sus costados.

—Oh, vamos, HunHun~, deja esa cara y danos una sonrisita, ¿Si?

La cara inexpresiva fue todo lo que Jongin recibió del pelinegro.

—Aw, me agradas, HunHun~.

—Pues tú a mí no.

Atravesaron la reja y encontraron a todos los estudiantes en grandes grupos, conversando y riendo, algunos pasando el rato hasta su siguiente clase y otros simplemente haciendo tiempo antes de marcharse a casa.

Pero una pequeña figura sobresaltaba para Sehun por sobre todos, una asustadiza mirada que revoloteaba por todos lados, sin haberse percatado de su presencia.

El mayor prácticamente voló hacia su pequeño castaño.

— ¿Qué haces por aquí tan temprano, Lu?

Luhan saltó en su lugar al escuchar la voz del alto, girando hacia donde éste venía acercándose con unos curiosos muchachos tras él.

—Uh, nos cambiaron el horario. —soltó bajito, pareciendo un poco perdido en lo que decía.

—Quedamos en que iría a tu casa después de clases, bebé.

—Lo sé.

Sehun ladeó la cabeza.

— ¿Entonces...?

Y Luhan decidió soltar todo lo que tenía guardado.

—Es que Kibum hyung me dijo que los chicos grandes como tú comenzaban a cambiar desde el primer día de clases porque su entorno era diferente al igual que las personas con las que relacionan y que eso los llevaba a adoptar otra mentalidad y a dejar de lado a personas y a ir a fiestas con alcohol, drogas y se-

La carcajada que Sehun soltó interrumpió su desahogo.

—Dios, Lu, creo que quiero conocer a ese tal Kibum.

Luhan lo miraba desconcertado.

— ¿Para qué?

—Para regañarlo por jugar con tu inocencia y meter ideas absurdas a esa cabecita tuya.

— ¡Pero Kibum hyung nunca miente! —se quejó con un mohín, haciendo que por primera vez en el día los ojos del pelinegro brillasen.

—Sé que me amas, bebé, pero no hace falta tanta paranoia por estar lejos de ti.

— ¡No estoy siendo paranoico! ¿Qué pasa si ahora te ríes y en un tiempo más las palabras de hyung se vuelven realidad? ¿Y me dejas por una bella bailarina de ensueño y se van juntos al Caribe para ser felices?

Sehun sonrió.

—Bueno, si eso llegara a pasar, más te vale que vistas de mujer y seas a futuro una bella bailarina de ensueño.

Los ojos del castaño se abrieron de par en par, sus mejillas sonrojándose y su boca entreabierta por el asombro de esas palabras.

—Cursi. —soltaron los dos muchachos petrificados detrás de ellos, viendo a un Sehun completamente opuesto al que se dedicó a fruncir el ceño todo el día.

El mayor terminó de acercarse a Luhan para pasar un brazo por sus hombros, guiándolos en dirección a la casa de éste último.

— ¿Inventaste todo esto sólo para venir a verme?

—No inventé nada, senpai.

—Pues espero que sigas inventando este tipo de cosas todos los lunes, bebé~.

— ¡No me ignores, senpai!

—Estoy ansiando llegar a casa, gatito.

— ¡Ahg, no se puede hablar contigo, hentai!

❁

Espero les guste cómo quedará ésta cosa alfñhlkd.

¡Gracias por el amorcito♡!