Quien diría que me iba a terminar enamorando de mi salvador. Sam Winchester.
Yo solo era una chica común y corriente que se adentro a un mundo desconocido donde aquel cazador de ojos verdes y hoyuelos está destinado a salvarme.
Narra Eli: Abrí los ojos, aún era de noche por lo que tarde unos segundos en acostumbrarme y miré detrás de mi Sam se encontraba sentado encorvado,suspiró intranquilo, gateé hacia él y lo abracé por la cintura apoyando mi pera en su hombro para poder ver que hacia, tenía el celular entre sus manos con el contacto de Dean presionado -Sam ¿Qué ocurre?-pregunte algo preocupada, sentadome a su lado y tomando su mano libre -Dean, aún no llega-respondió -¿Crees que algún monstruo le hizo algo? -es lo más probable, pero no entiendo en las noticias no había nada que...-cayó y se levantó rápidamente saliendo de la habitación, lo seguí, tuve que correr para alcanzarlo ya que iba demasiado rápido, llegamos a la biblioteca y prendió su computadora, en pocos minutos en la pantalla aparecían unas cuantas noticias donde decían que varias personas habían cometido delitos y luego se habían suicidado,había una que era diferente esta hablaba de la mutilación de ganado en estos días. -lo que pensé-murmuró el menor-¿Cómo no lo vi antes? -¿Qué pasó?-pregunté -¡Demonios!-respondió -¿De-Demonios?-titubeé algo asustada -si, deben de tener a Dean, no se como no lo vi antes-frunció el ceño-pero iré y lo ayudaré-asintió para si mismo, se volvió para ir a las habitaciones topándose conmigo -¡Voy contigo!-avisé -no!-negó-tu te quedarás aquí, estarás a salvo-acarició mi mejilla -no quiero, no te dejaré ir sólo-me crucé de brazos enojada -bien, pero te quedarás en el auto-condicionó -¡Está bien!-besé su mejilla ruidosamente .... estacionamos frente al almacén abandonado, se notaba que hacia años había dejado de funcionar, las ventanas estaban rotas y el lugar en si parecía inestable. Volteé a ver a Sam, su mirada chocó con la mía -bien-suspiró-entraré y sacaré a Dean de ahí como pueda, sino salimos en 40 minutos arrancas el auto y te vas al búnker, ¿Sí? -no, ¡Yo no te dejaré! -me negué -tienes que hacerlo, sin mi estarás en peligro y no quiero que nada te pasé-admitió, nos miramos unos segundos el ambiente en el auto se puso tenso, entonces rompimos el espacio que había entre nosotros y nos besamos, al faltar el aire nos separamos-¡Ten!-estiró su mano donde había una medallita, la tomé con cuidado-eso impedirá que los demonios de posean-informó, asentí incapaz de hablar -cuídate-murmuré acariciando su mejilla -¡Lo haré!-asintió y me plantó un pequeño beso antes de irse. ... mire con insistencia y nervios la puerta del almacén, esperando que por ella salieran Sam y Dean sanos, pero eso no pasaba y me estaba empezando a preocupar y el tiempo de espera se estaba agotando, faltaban veinte minutos para que los cuarenta se cumplieran y no quería irme sin Sam ni Dean. me arrastré hasta estar frente al volante lista por cualquier cosa, respiré hondo y mire de nuevo el almacén, Los hermanos Winchester salieron ilesos, reí para luego bajar del auto, corrí y casi me tiro sobre Sam pero noté que estaba algo golpeado así que solo lo abracé despacio, el correspondió gustoso me separé y gire a ver a Dean, también lo abracé -¡Que suerte que estén bien!-suspiré aliviada -si, por poco-murmuró Dean -¡Dean!-regañó el menor -¡Winchester!-los tres volteamos a ver a un demonio que miraba a Sam divertido, levantó con su mano libre un arma y me apuntó, tragué seco sin poder moverme -hey tranquilo,guarda eso-pidió Dean -primero debo hacer algo-quitó el seguro-despidete de tu novia, Sam.-dijo burlón antes de disparar. No tarde en sentir un dolor agudo atravesar mi estómago, caí al suelo ya que no podía mantenerme de pie -¡No, no!-dijo Sam agachándose para estar a mi altura-vas a estar bien-aseguró acariciando mi pelo suavemente, intenté buscar a Dean con la mirada, pero me fue imposible, supongo que había ido tras el demonio-lo prometo-murmuró
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-estoy bien-susurré con las pocas fuerzas que tenía, empecé a ver borroso y los párpados comenzaron a pesarme -no Eli, ¡No cierres los ojos!-pidió Sam-por favor, quédate conmigo-al ver que me estaba durmiendo y que era inevitable, me tomó en brazos con cuidado y me llevo al asiento trasero del auto-¡¡¡DEAN!!!-llamó -¡Vamos!-llegó el mayor y se sentó tras el volante-¿A cuanto estamos del búnker? -a dos horas, creo-respondió el menor -debemos hacerle un torniquete o se desangrara-avisó Dean el menor bajo y abrió la puerta trasera, me levantó la remera y con ayuda de Dean y una de sus camisas me hizo un torniquete, subieron de nuevo y salimos de ahí, miré como pude hacia arriba ya que el menor estaba conmigo, mi cabeza se encontraba sobre sus piernas -Sa-Sam-llamé como pude, bajó la vista y me observó preocupado -¿Ocurre algo?-preguntó -n-no puedo-callé unos minutos-n-no voy a po-poder aguantar mu-mucho más-respiré profundo siento una punzada donde estaba la herida-t-te -shh no, no te despidas, estarás bien-aseguró, tomando una de mis manos y apretándola suavemente, frunció el ceño-estas helada-murmuró-¡Dean debes apurarte! -hago lo que puedo, ¿Está bien?-habló algo nervioso entonces ya no pude hacer más nada, la oscuridad se apoderó de mi. .... abrí mis ojos con algo de esfuerzo, pero tan pronto como eso pasó, los tuve que cerrar ya que la luz me molestaba, un par de lágrimas cayeron por mis mejillas debido al ardor, abrí y cerré los ojos repetidas veces para poder acostumbrarme. Miré la habitación en dónde me encontraba, era la de Sam estaba en el búnker, intenté sentarme pero un fuerte dolor me atravesó todo el cuerpo, haciendo que vuelva a mi posición inicial con un quejido -no te muevas, pueden salirse los puntos-giré la cabeza encontrandome con Sam, tenía unas enormes ojeras debajo de sus hermosos ojos, me sentí mal,el estaba así por mi culpa-¡Hola!-saludó poniendo una pequeña sonrisa -¡Hola!-murmuré sonriendo, con mi dedo le indiqué que se acercará, frunció el ceño y se movió hasta que con mis brazos tome el cuello de su camisa y lo atraje hacia mi para luego besarlo, no tardo mucho en poner sus manos con mucho cuidado en mi cintura, relajé mis brazos pasandolos por detrás de su cuello acariciando su cabello, era tan sedoso como el de un cachorro, al separarnos por falta de aire Sam río, música para mis oídos -¡Eres una traviesa!-negó divertido -¿Qué?, yo sólo quería un beso-dije como quien no quiere la cosa -no te preguntaré si estas bien, por que es evidente que lo estas -Estoy bien-concorde-aunque me duele la herida pero es normal, supongo -si, al menos por un tiempo-informó Sam -¿Qué pasó luego de que me desmayé?-pregunté -nosotros te trajimos hasta aquí y te curé.-relató brevemente -tú me salvaste-sonreí acariciando su mejilla-eres mi héroe Sammy-lo besé. -y tu eres mi protegida-murmuró con una sonrisa, se escuchó alguien sonando su garganta, nos separamos para voltear a ver a Dean -lo siento, no quería interrumpir-rió-¿A quién engaño? si quería.En fin, ¿Cómo te sientes Eli? -estoy bien, gracias-respondí -me alegra escuchar eso, les traeré algo de comer-dijo para luego dejarnos solos nuevamente -voy a matarlo-murmuró Sam
