Quien diría que me iba a terminar enamorando de mi salvador. Sam Winchester.
Yo solo era una chica común y corriente que se adentro a un mundo desconocido donde aquel cazador de ojos verdes y hoyuelos está destinado a salvarme.
Narra Ely: -¿Qué le está pasando a Dean?-pregunté mientras ponía los platos -la verdad, ni idea-negó el menor -recuerdame ¿Por qué le seguimos el juego?-volteé a verlo -porque sino iba a interrogar al chico y terminaría espantandolo-rió tomandome de la cintura para luego besarme. -Dean me preocupa-bajé la mirada -a mi igual-suspiró-ya se le pasará, espero. Giré la cabeza en dirección a las escaleras dónde Thomas venía bajando -¡Ey! ¿Tienes hambre?-pregunté sonriendo -ah...-rascó su nuca-puede-sus mejillas se tiñeron de un leve color rojizo, no pude evitar pensar que se veía adorable -estas de suerte, Dean esta cocinando-reí -y disculpa mi atrevimiento pero, ¿Qué hacías solo en el bosque?-preguntó Sam frunciendo el ceño -ah pues, estaba con unos amigos acampando y... -mordió su labio inferior-nos separamos y terminé aquí-explicó -¿De dónde eres?-inquirí a la vez que me apoyaba contra Sam, el cual pasó su brazo por mi cintura sosteniendome -soy de Kansas-miró sus pies -¿De que parte?-esta vez fue Sam al cual se lo notaba ligeramente más interesado -Lawrence-respondió nervioso-pero vivo aquí, en Lebanon. -¿Ya dejaron de socializar?-Dean entró a la cocinar para chequear la comida-ya esta la cena. Nos sentamos en la mesa dónde reposaban cuatro platos con carne asada y pure. -¡Dios, Dean esto esta exquisito!-alague luego de probar la comida -¡Lo sé!-dijo con una pequeña sonrisa de orgullo -¡Qué orgulloso!-dijo Sam divertido Sentí una vibración en mi bolsillo, saqué el celular, el nombre Thomas D, resaltaba en la pantalla -¿No contestarás?-Dean apuntó con su tenedor el objeto en mis manos, asentí para luego pararme -¿Estás bien?-preguntó Sam preocupado -ah... ¡Sí!-sonreí para tranquilizarlo-disculpen-salí de la cocina, procurando que mi novio no me siguiera, no quisiera que sepa que el chico por el que nos peleamos me estaba llamando, aunque estaba muy segura de que no era Thomas. Respiré hondo y apreté el telefonito verde de la pantalla-¿Hola? -hasta que atiendes-podía notar el ligero acento escocés del castaño -¿Hazel?-pregunté dubitativa -¿Quién mas, sino?-se lo escuchó confundido -Lo siento-reí-¿Pasó algo? -no, aunque eso deberia preguntartelo a ti-miré por sobre mi hombro chequeando que no viniera nadie -si esta todo bien ¿Por qué me llamas?-fruncí el ceño -tu me estabas llamando-dijo obvio -no, yo no... -no me refiero a que me llamabas por el celular-me interrumpió -lo hacia en mi cabeza, ¿A eso te refieres?-mordi mi labio inferior -¡Exacto!-suspiró-¿Quieres que vaya? -¿Qué?-me sorprendi-N-No, no va a hacer buena idea, ya sabes tu estas usando el cuerpo del chico que mi novio no soporta, yo te aviso cuando puedas venir. -¡Está bien!-aceptó-aunque si quieres puedo buscar otro cuerpo-sugirió -no, nada de eso-negué-no te preocupes-le resté importancia-debo volver -si no hay problema, espero tu llamada -¡Adiós!-me despedí para luego colgar. Cuando regresé, podía oír como los chicos se reían, sonreí sin poder evitarlo, era algo que aquí no se escuchaba a menudo, entré a la cocina y me senté en mi antiguo lugar, tomé mi vaso con cerveza -¿Por qué se ríen tanto?-pregunté curiosa -nada, es que, Thommy, nos contaba una que otra anécdota de su familia-respondió Sam -por alguna razón me hicieron acordar a ellos, son iguales-murmuró Thomas, justo en ese momento estaba dandole un trago a mi bebida, pero no pude evitar ahogarme al escuchar sus palabras, tosí un par de veces -Eli amor, ¿Estás bien?-preguntó el castaño golpeando delicadamente mi espalda, asentí como pude -si, solo se fue por donde no debía-justifiqué. -¿Quién era?-pregunto Dean mirandome inquisitivamente -ah pues...-miré mi comida unos segundos intentando procesar una mentira creíble-fue Benny-dije para luego cortar un pedazo de carne y meterlo a mi boca. -¿A esta hora?-Sam tenía el ceño ligeramente fruncido al igual que su hermano mayor y nuestro invitado, los tres estaban iguales. -si, ¿Por qué esos gestos?-tragué antes de contestar, me encogí de hombros sin darle mucha importancia -porque en Colorado son las....-mi novio miro su reloj, calculando la hora-dos de la mañana -¿Recuerdas que trabaja en un Bar?-alcé ambas cejas obvia -voy a fingir que te creo, solo porque estoy demasiado cansado como para contradecirte-negó ligeramente con su cabeza-ademas-alzó su rostro con una mirada dulce- confío en ti-apretó mi mano por sobre la mesa, me acerqué un poco mas a él, apoyé mi mano en su rostro y lo dirigí hacia el mío para besarlo, subí mi otra mano poniendola en su otra mejilla profundizando el beso, el ruido de alguien aclarandose la garganta exageradamente, nos despertó provocando que nos separemos abruptamente, miré a mi cuñado porque sabía que había sido él y lo fulminé con la mirada. -¿Por qué me miras así?-se hizo el desentendido -eres un maldito hijo de perra-dije con diversión-¿Por qué no dejas que besé a mi novio?-pregunté -bueno por que estamos en la mesa -señaló el mueble-y estamos comiendo-bromeó -no tienes caso Dean-o-reí Luego de la comida estaba lavando los trastes, los hermanos ya se habían metido en sus respectivas habitaciones, mas Thomas se había quedado a hacerme compañia -puedes ir a tu habitación si quieres-giré apenas mi rostro para verlo al tiempo que pasaba la esponja con detergente por un plato -quiero hacerte compañia-se encogió de hombros mientras recargaba su cabeza en uno de sus brazos -¡Está bien!-enjuagué el plato mientras comenzaba a tararear una vieja canción, pude persivir que el chico tras de mi la tarareaba aunque más bajo casi inaudible. -¿La conoces?-pregunté de repente , sacando al rubio de su ensimismamiento -¿Eh?-se sentó correctamente sobresaltado -qué si conoces la canción -me recargué en la mesada al tiempo que me cruzaba de brazos divertida -ah... eh...-miró hacia otro lado con las mejillas rojas- Sí -murmuró avergonzado-mi madre me la cantaba a mi y a mi hermana-jugó con sus manos distraídamente,
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Suspiré relajando mis brazos a los costados de mi cuerpo, caminé hacia la mesa y me senté junto a el, tomando sus manos, el se sorprendió un poco observandome -¿La extrañas?-acomodé un mechón de su cabello que caía rebelde en su frente, lo oí suspirar -si, mucho-sonrió apenas-aunque siendo un poco sincero no esta tan lejos de mi-mordió su labio inferior, me sentí rara, como si sintiera cierta familiaridad con el. -¿Qué te parece si ya vamos a dormir?-sugerí, la verdad tenía mucho sueño -¿Claro!-dijo soltando un bostezo involuntario que tapó con sus manos rapidamente, reí parandome, él me siguió hasta que subimos por las escaleras -¿Te acompañó a tu habitación?-pregunté mirando los pasillos oscuros-puedes perderte -ah.. yo...-miró en la misma dirección que yo -si, por favor-asentí comenzando a caminar otra vez, unos minutos después nos encontrabamos frente a una puerta con el número 13. El ojiverde abrió la puerta encendiendo la luz, giró solo su cabeza solo permitiendome ver su perfil izquierdo -¡Buenas noches Thommy!-murmuré para luego ir a mi habitación -¡Buenas noches, mamá!-murmuró el chico cuando la muchacha de cabello castaño ya no estaba en su campo de visión.
