CAPITULO 9

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Maldiciendo en voz baja, Evolet intentaba seguir el paso de los hombres. Caleb y el rey caminaban varios pasos por delante de ella. Sus dos hermanos, Nathan y Calum, iban deteniéndose para no dejarla atrás. Deseo con todas sus fuerzas no haber intentado ir tan a la moda. La hopalanda que llevaba le impedía andar con su habitual gracia y rapidez.

<<La vanidad es algo problemático>>, pensó. Quería que Caleb la viera que podía ir también vestida como cualquier otra mujer de la corte, mujeres que estaban haciendo obvios e intentos esfuerzos por llamar su atención. Pero, en lugar de eso, avanzaba con la inseguridad de un bebe que da sus primeros pasos. Puede que fuera a la moda, pero estaba lejos de ser elegante.

-¿Por que te has puesto esa cosa si no sabes caminar con ella?

Miro a Nathan.

__Podía caminar perfectamente en mis aposentos. Aquí el suelo es irregular.

Calum se rió burlón de sus excusas.

__Caminas peor que el hijo pequeño de Colín.

Enfurecida, Evolet se alejo de sus hermanos. Tropezó con la dichosa prenda y, con un pequeño grito, empezó a caer.

Nathan intento cogerla, pero ella lo arrastro con ella. Como estaban justo en lo alto de una pendiente, empezaron a rodar cuesta abajo. Evolet intento apartarse del camino de Nathan pero el paso por encima, y luego ella paso por encima de el. Cuando llegaron a los pies de la pendiente, Nathan quedo encima de ella. Evolet tardo unos segundos en recuperar el aliento. y entonces empezó a maldecir a su hermano, que se estaba riendo, mientras intentaba quitárselo de encima.

Cuando el se aparto, se quedo tendido a su lado, todavía riendo. Oía que su otro hermano también se estaba riendo, y supo que cada vez estaban mas cerca.. Cuando oyó que Caleb le llamaba, cerro los ojos y deseo con todas sus fuerzas que, por arte de magia, pudiera desaparecer. Se dijo que era una lastima que una vergüenza tan profunda no pudiera ser inmediatamente letal.

Caleb no se había dado cuenta de nada hasta que la voz del rey, temblorosa por la risa, se lo dijo. Observo boquiabierto como su prometida rodaba pendiente abajo, enseñando a todos sus piernas cubiertas con las medias. Cuando su hermano se aparto de encima de Evolet,Caleb ya estaba corriendo hacia ella. Tuvo que reprimir las ganas de reírse, algo complicado teniendo en cuenta la risa del rey y la de sus futuros cuñados. Por un segundo, la inmovilidad de la chica lo preocupo, pero entonces vio con que fuerza tenia cerrados los ojos y las manos . Se agacho y la tomo del brazo, dispuesto a ayudarla a levantarse.

__Venga, Evolet, no parece que hayas sufrido ninguna herida grave.

Al oír el tono jocoso que no podía esconder su voz, Evolet se negó todavía mas a mirarlo a la cara.

__No, creo que me quedare aquí hasta que desaparezca.

__Se como te sientes,pero eso no pasara.

__No, ya lo se __murmuro ella, y abrió los ojos.

Mientras la ayudaba a levantarse pensó que, cuando sonreía, tenia unos ojos preciosos. Se quedo quieta mientras el le colocaba bien la ropa, como si fuera una niña pequeña, y se pregunto si seria capaz de iluminarle así la mirada mas a menudo, preferiblemente sin tener que hacer el ridículo.

__¿por que te has caído? __ le pregunto el.

__ por que se ha puesto esa dichosa hopalanda__ respondió Nathan, mientras le daba uno de los zapatos que había perdido.

__Y si te causa tantos problemas ¿por que te la pones?

Después de mirar a Nathan, Evolet se calzo, apoyada en Caleb, y respondió en voz baja.

__Me la he puesto para ti.

__¿para mi?

__Si. Es la moda y quería demostrarte que voy tan a la ultima como las mujeres que te persiguen todo el día.

__Vaya, no las he visto, pero no tienes por que hacerlo,Evolet__bromeo y le quito la hopalanda, que ya llevaba colgando de los brazos__.Estas cosas me traen sin cuidado.

__Oh. ¿Quieres decir que casi me rompo el cuello por nada?__Se sonrojo cuando hasta el mismísimo rey se echo a reír, porque ella creía que había hablado en voz baja y que nadie la había oído.

Caleb tuvo que hacer un esfuerzo muy grande por no reírse. Era un halago que Evolet intentara parecer una dama a la moda y no quería recompensarla con una risa, una risa que ella podía malinterpretar como burlona. También le hacia gracia que hubiera admitido su plan tan abiertamente, por muy inocente que fuera. Era sincera casi hasta el limite.

Cuando regresaron al castillo,Caleb vio como Meg se llevaba a Evolet a todo prisa y suspiro.Se sentía atraído por todo lo que esa chica desprendía. Parecía prometerle todo lo que siempre había soñado en una compañera. Intentar mantener las distancias con ella iba a ser difícil, pero tenia que hacerlo.

Mientras se preguntaba por que aquella idea lo deprimía, de repente se vio rodeado por los hermanos de la chica.

Después de observarlos por un segundo, pregunto:

__¿Queréis hablar conmigo?

Nathan, el mas serio aunque su hermana siempre le sacaba un sonrisa no sabia como lo hacia pero siempre lo lograba.

__Si, acerca de nuestra hermana.

__Menuda sorpresa.

__No tenemos mucho que decir__continuo Nathan, ignorando el sarcasmo de Caleb__, pero lo diremos igualmente.

__Si__ asintió Calum, el otro gemelo los dos muy apuestos __.Ya sabes que queremos mucho a Evolet.

__Si, ya me di cuenta.

__Eres un hombre frío, Caleb MacRoth__ dijo Nathan, sin un ápice de critica en la voz__,y Evolet no esta acostumbrada a eso. Nos dolería mucho que le hicieras daño con tu naturaleza distante.

__O de cualquier otra forma__ gruño Calum.

Los hermanos asintieron y luego se marcharon. Caleb se quedo allí solo. Mientras avanzaba hacia a su habitación, sopeso la advertencia que acababa de recibir.

No habían especificado que harían pero se dijo que no importaba. Tampoco habían dicho que lo estarían vigilando constantemente, pero la implicación de que lo harían estaba clara. No necesitaba demasiada imaginación para entender la amenaza.Cualquier cosa que le hiciera a Evolet le seria devuelta al triple, porque estaba seguro que los hermanos y el padre lo harían.

Mientras seguía caminando, comprobó los muchos preparativos que se estaban haciendo para su boda. Durante un breve instante, sintió el resentimiento propio de un hombre atrapado, pero enseguida se olvido de el. Era muy fácil echarle la culpa a Evolet y ella no se lo merecía. Estaba tan atrapada como el. Se pregunto como se sentiría ella.








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