♡Capitulo 3

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La casa de Caroline se encontraba exactamente a 10 minutos caminando y Aitana aprovechó el tiempo para mandarle un mensaje a su madre sobre donde iba a estar. Al llegar, Aitana golpeó repetidas veces la puerta de madera oscura y espero unos segundos, nada. Después de varios intentos, cuando por fin se dio cuenta de que nadie la iba a recibir, recordó que los Bieber tenían llaves de emergencia en alguna maceta. -Así es, Caroline era la hermana menor Justin-. Después de 3 plantas, encontró las llaves enlodadas en un rosal.

     Aitana entró y cerró la puerta con llave detrás de ella y como en cualquier pelicula de terror, la casa estaba completamente en silencio y oscura.

—¿Caroline?

     Esperó varios segundos y se hizo paso entre la oscuridad hasta llegar a los interruptores a tumbos tras tropezar con varias cosas. Por fin se hizo la luz en el pasillo que unía todas las partes de la casa. Buscó señales de Caroline en la planta baja y al no encontrarla decidió subir. Apenas comenzó a subir las escaleras cuando claramente escuchó sollozos provenientes del cuarto de su mejor amiga. Por milésima vez, la castaña suspiró y con pasos decididos caminó hasta la habitación. Abrió la puerta sin previo aviso y ahí estaba, acurrucada en su cama con un bote de helado de vainilla enorme. Desde el marco de la puerta la miró con tristeza y pena, a su amiga le acababan de partir el corazón y Aitana no encontraba palabras que la pudieran hacer sentir mejor. Todos los días se partía el corazón ella misma y la única manera de seguir adelante era fingiendo que no le importaba.

—Caroline, no puedes estar asi. — Le habló suavemente al mismo tiempo que se acercaba y se sentaba a su lado. — Entiendo por lo que estas pasando, pero no te puedes derrumbar por un chico que no vale la pena. ¡Sé que es el chico, pero debes de saber que él no te merecía de ninguna forma! Eres preciosa, inteligente y divertida. ¡Eres el paquete entero, por Dios Santo!

—Sólo lo dices porque soy tu mejor amiga. —Refunfuñó tan bajo que pareció una mera imaginación.

—No seas idiota, todo el mundo lo sabe. La única persona que no lo sabe eres tú. —Sabía que Caroline pensaría que sus palabras sonaban duras pero ya era hora de que abriera los ojos y saliera de ese ensimismamiento tan deprimente.

[...]

     Tres horas después, ambas chicas se encontraban en la sala de estar viendo películas mientras comían palomitas de maíz. Caroline ya se encontraba más tranquila, parecía que la charla de hoy había por fin hecho efecto. Solo le tomó 2 meses y 3 semanas para darse cuenta.

—¿Ya le avisaste a tu mamá?

—En eso estoy.

Aitana:
Me quedaré a dormir.
-visto 10:31 pm

Mamá:
Ya hablaste con Pattie?
-10:34 pm

Aitana:
Esta fuera de la ciudad.
-visto 10:34 pm

Mamá:
Ok. Cuídate, besos.
-10:36 pm

—¿Qué te dijo? —Se asomó a la pantalla del celular y sonrió satisfecha. Hacía mucho que no hacían una pijamada, ya casi una semana. La verdad era que la casa de los Bieber era como su segunda casa.

Ambas se encontraban riendo a más no poder por la película que estaban viendo cuando la campanilla de la casa sonó. Eran casi las 10 y media de la noche y Caroline juraba y perjuraba que quien estaba en la puerta era un Justin olvidadizo sin llaves.

Love Me [j.b.]Where stories live. Discover now