Capítulo 3: Bestia entre bestias

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Por fin la oscura noche en la mansión Sakamaki estaba empezando a caer. Drianna quien ahora vestía una pijama blanca de pantalones y una camisa de botones, sin olvidar mencionar que estaba descalza, sentía que estaba preparada para poder salir de la habitación, sin embargo, alguien más se le adelantó y entró en la habitación sin siquiera tocar antes. La chica volteó a ver quien era el entrometido y se topó con uno de los hermanos Sakamaki. Era alto, con cabello pelirrojo largo, ojos verdes y ropa parecida a la de un modelo, destacado por un sombrero estilo pop color negro, adornado con un listón fucsia.

-Ahhhh... Así que tu eres la nueva perrita de Kanato. Me imaginaba un perro de verdad, no una belleza como tu, Bitch-chan...-dijo el chico, forjando en su rostro una mirada y una sonrisa de perversión, acompañados de un pequeño sonrojo en sus mejillas.

-¿Quién demonios eres imbécil? Me imagino que eres uno de los hermanos de Kanato, pues te tengo noticias, no me importa quien seas, más te vale que no te pases de listo conmigo. Te prohíbo que me llames así- Tras la contestación ruda de Drianna, el chico se acercó a ella y la acorraló contra la pared. -¡Acertaste Bitch-chan! Mi nombre es Raito jeje. Kanato si que se volvió rebelde, Cordelia nos había prohibido tener cualquier contacto con los licánctropos... Pero... Hizo una buena elección al traer una lobita hembra. Me pregunto si querrá compartir a su mascota conmigo- Raito tomó a Drianna del mentón para verla a sus ojos rojos, acto seguido, se acercó a su oreja y se la lamió. La licántropa se asqueó por esa acción y lo empujó con gran fuerza. -¡Aléjate estúpido! ¡Mi manada tiene mucha más decencia que tú!-

Raito rió divertido -Que valiente eres Bitch-chan. Esa cara enojada de excita mucho.-

-Okvukanma zek yhoth- Drianna lo insultó en su idioma. El cielo se oscureció por fin, la sangre de ella empezó a correr más rápido y sus latidos se aceleraron. Drianna empezó a transformarse en mujer loba. De nuevo salieron sus peludas orejas, su cola, sus colmillos y sus garras. Al terminar la metamorfosis, soltó un aullido. Raito rió maravillado de ver tal espectáculo y se acercó incómodamente a ella para abrazarla de la cintura. -Eso me gustó mucho Bitch-chan, de hecho me excitó también-

-¡Kulierdren!- volvió a insultarlo al mismo tiempo que le dio una gran abofetada. -An kide sichi ¡Déjame en paz!- Lo que Drianna había dicho en su idioma era que no tenía vergüenza y salió de la habitación bastante enojada, dejando atrás a Raito, quien tenía las garras de la chica marcadas en la mejilla por la bofetada. Después de que salió, empezó a recorrer los pasillos de la mansión con pasos pesados sin fijarse bien a donde ir hasta que chocó con otro chico que pasaba por ahí también. -¿Pero que demonios...?- dijo él. Drianna lo miró y se sorprendió. El chico era idéntico a ella físicamente: cabello blanco, 5 centímetros más alto que ella, de ojos rojos. Ambos se miraron entre sí en silencio hasta que él volvió a hablar. -¿Quién demonios eres?-

-Mi nombre es Drianna. Kanato me trajo aquí a la fuerza- la loba apuntó a su collar -Adivinaré, otro hermano de él ¿Cierto?-

-Si... Subaru Sakamaki. Drianna... La princesa de los lobos. Creí que eras un mito. Kanato nunca aprende, de seguro te tiene prisionera-

-No será así por mucho. Encontraré la manera de salir de este lugar- Drianna bajó la vista algo frustrada, aunque más bien parecía mas bien una mirada triste. Eso sorprendió a Subaru. Aquella cara afligida, los ojos rojos melancólicos, la piel y el cabello blancos, todo eso le recordaron a una sola persona al vampiro albino: su madre Christa. Sin embargo, Subaru solo caminó de nuevo, sin antes advertirle a la loba que esté con cuidado si vaga por ahí. A Drianna le pareció extraño por un momento, pero continuó su camino mientras agradecía que ese chico no haya intentado absolutamente nada con ella. El problema era que no podía bajar la guardia en ningún momento.

Siguió hasta llegar a la entrada de la mansión, bajando por las escaleras en lo que veía el majestuoso lugar, tan limpio y en perfectas condiciones. Admiró la bella arquitectura, la fina decoración con muebles de colores vivos, algunos floreros con rosas en ellos y las arañas de cristal con luces en forma de flamas. En su vida había visto un lugar tan lindo como ese y no pudo apreciarlo desde un inicio por luchar contra Kanato. Al estar en el primer piso por fin, estuvo a punto de ir a un lugar al azar cuando una voz hizo que se detuviera. -Cuatro y faltan dos ¿Crees que puedes encaminarte en mi casa como si fueras la reina? Aquí, el único chico que merece ser llamado como su "alteza" soy yo ¿Le quedó claro? ¿Loba sarnosa?-

-lo único que me queda claro aquí es que eres tan patético al decir eso. No me importa quien demonios seas, nadie tiene autoridad sobre mi. Por tu forma tan arrogante se ser, supongo que eres otro de los hermanos de ese loco-

-Loco... Ah. Entonces lo que Reiji contó era cierto, que Kanato nos trajo una nueva mascota.- dijo la voz mientras salía de su escondite, así revelando su identidad: otro chico de ojos verdes y  pelirrojo, pero a diferencia de Raito, el rojo de su cabello era intenso y su mirada era más diabólica. Tras hablar, sonrió con algo de burla.

Drianna sintió el impulso de lanzarse sobre él y atacarlo, pero se mantuvo quieta para evitar problemas, de por sí fue estresante lidiar con Kanato, no iba a poner mucho más peso a la carga. -¿Donde están tus modales Ayato? Aunque sea una mascota, se le debe dar disciplina y no se puede dar malos ejemplos como tu- apareció Reiji con los brazos cruzados, junto a él, había un chico dormido en un sofá cercano, era rubio y se le notó que sus ojos eran azules en cuanto los abrió. - Mientras ella no se acerque a mi, no tengo ningún problema....- dijo el rubio.

-¿Qué vas a haces si me acerco? ¿Me vas a matar? ¿Me vas a llevar a la cama como aquel imbécil intentó? ¡No me hagas reír!- dijo Drianna mientras reía. Ayato se sintió frustrado en cuanto la loba los subestimó y la agarró de los brazos. -¡Tienes razón Reiji! Necesita modales, de por sí esta subestimando a Shuu-

-¡Suéltame!- gritó Drianna forcejando. En ese momento, también apareció Raito y entre ellos tenían rodeada a la licántropa. -Vamos a ver que sabor tiene esta loba sarnosa- dijo Ayató mientras le descubría un hombro a Drianna se lo empezaba a lamer para poder morderla. Ella estuvo a punto de atacarlos debido a que no podía contener la ira que tenía, pero antes de que Ayato la mordiera o Raito intentara ponerle un solo dedo encima, los dos vampiros que sobraban aparecieron. Subaru de la nada tomó la mano del vampiro asombrerado y lo apartó, mientras que Kanato le arrebató la loba a Ayato de forma agresiva y abrazándola de modo posesivo. -¡Que les quede claro que ella es mi perrita! ¡Es mía! ¡Los mataré si se atreven a tocarla!- gritó el vampiro de cabello lila con histeria. Drianna se alivió por el rescate de los dos chicos, pero de repente sintió un latido terriblemente fuerte de su corazón, que hizo que perdiera el control por un momento y atacara a Kanato dándole un zarpazo a su brazo, pero justo después se desmayó. Afortunadamente Subaru la tomó en brazos y la cargó. -¿Qué pasó?-

-Es una licántropa, este tipo de bestia no tiene control con su furia. Lo mejor es mantenerla encadenada.-

-¡No! ¡Es mía y la tendré conmigo!- exclamó Kanato con Teddy bajo un brazo.

-Tráela... Seguro tiene algo de frío...- ordenó a Subaru, cambiando a tranquilo de inmediato. Subaru lo la llevó caminando detrás de su hermano mientras que el resto miraba con una expresión de seriedad. Kanato llegó hasta su cuarto y Subaru recostó a la hermosa chica en la cama con algo desconfianza. -Ya vete, es mi perrita y yo la cuidaré junto con Teddy, él me ayudará- dijo el chico, abrazando a Teddy con fuerza. Subaru pensaba que podría hacer algo malo con la loba, pero no podía hacer nada respecto a eso, así que salió del cuarto sin decir ni una sola palabra. Kanato cerró la puerta de la habitación y encendió la chimenea para calentar el lugar.

-Teddy, tenemos que conservarla aquí, pueden comérsela.- habló él, pasando de largo los juguetes tirados en su cuarto hasta llegar a la cama, se sentó en esta y acarició el pelo de la chica. -Es realmente hermosa... ¿Verdad Teddy?-

Foe Lovers (Diabolik Fanfics de Romance) Vol. 1Where stories live. Discover now