04.

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¿en qué crees?¿en el destino, la casualidad, la suerte o en que cada uno construye su futuro?

Cualquiera sea la respuesta.. No, nada de eso tiene lógica.

Por miles de años se ha intentado determinar a que viene esto pero, como se esperaba, no tiene una respuesta coherente. Aún así, esto es irrelevante en este momento.

―¿V-vegeta?.―murmuró casi por tercera vez. Su voz salió casi inaudible, pero el pequeño Tarble lo escuchó.

―¿oh?.―lo miró.―¡hola!. ―sonrió.

―¿eh?.―Goku bajó la mirada con el ceño levemente fruncido.―¡eh.., H-hola!. ―saludó con voz nerviosa.

El niño sonrió.―¿eres el nuevo, verdad?

―Eh.. S-sí.―sonrió.―¿cómo te llamas, pequeño?.―intentó no reír, puesto que ya lo sabía de sobra.

―¡soy Tarble!.― Sonrió.― ¡tengo 9!.― alzó sus manos.― ¿y tú cómo te llamas?

―Soy Goku. Son Goku.

―Tarble.― llamó el otro con voz seria.― vamos.― Movió su cabeza en dirección de la puerta de su apartamento.

―sí, ¡hermano!¡Él es el Señor Goku!

El nombrado río.― solo dime Goku.

―Me parece que he escuchado tu nombre antes.― el de cabello de flama se acercó y tomó nuevamente la mano de su hermano.

«Es tal y como recuerdo..».―pensó Goku con una leve sonrisa.

―no lo sé.― respondió sin más y con despreocupación.―es primera vez que estoy por aquí.―mintió con una sonrisa.

Después de aquel «reencuentro» de Goku con Vegeta, el pequeño Tarble lo invitó a cenar porque vio que venía apenas llegando y su estomago gruñó.― ¿a qué te dedicas, Vegeta?

―Estudio de noche y trabajo en el día.― respondió con su tono serio pero sin dejar de comer.

―Oh..― «¿Vegeta trabajando?¡que extraño!»

―¿y tú?.― levantó la mirada.

―Nada.―negó con la cabeza con un poco de vergüenza.― No trabajo y la verdad es que necesito uno. ― se rascó la nuca.

―Mm.. mis padres tienen un restaurante. Seguro conoces la cadena de restaurantes "Ouji's"

―No. La verdad es que no salgo mucho.

― o también se le conoce como "Saiyan's".― el menor negó.―  Bueno.. ¿te interesa?

―Sí, está bien. Aunque no sé cocinar y soy horrible contando dinero.

―Puedes hablar con mi padre mañana.―dijo sin mirarlo mientras que comía.

⋯ • ⋯

―Mmm..― se tomó la barbilla y me miró con curiosidad. Poco a poco comenzó a inspeccionarme.― No sabes cocinar y eres lento contando dinero, ¿no?

―Sí.― Asentí. El padre de Vegeta me ponía nervioso.

― Mmm..― volvió a quedarse callado mientras pensaba y se rascaba la barba.

― Papá, deja de hacerte el interesante y déjalo trabajar aquí. Necesita el trabajo.

El nombrado río levemente.― Está bien. Puedes entrar a trabajar aquí.

―Al fin.―Vegeta suspiró.―Oye, Kakarotto.. ven aquí. Tienes que conocer a Mamá.

―¿Kakarotto?.― Su padre alzó una ceja.―¿Qué es eso?¿no te llamabas Goku?

―Es un apodo.― respondió Vegeta mientras que salía de la oficina de su padre. ―¡vamos, Kakarotto!

―C-claro.―susurré.― ¡Gracias, señor Vegeta!.―salí rápidamente de ahí.

―¡No te preocupes!.― Escuché su voz desde atrás.

―Ven, Kakarotto.―Me guio hasta el segundo piso y entró en una habitación en donde estaba una mujer de baja estatura, como Vegeta, cabello largo y negro. Estaba de espalda mirando una pantalla.

― Mamá.― llamó Vegeta.

―¿Mm?.― se giró a vernos.― ¡Oh, Vegeta!.― sonrió, dejó la Tablet que tenía en la mano sobre el escritorio y se acercó a nosotros.― me alegro de verte, hijo.― lo abrazó por unos segundos y luego se le separó para tomarlo de las manos.― ¿Qué es lo que haces aquí?

― Veras..― me hizo una seña para que me acercara y es lo que hice, me posicione a su lado.― Él es Kakarotto quiere trabajar aquí y Papá dijo que está bien.

―Mm..― Ella iba a hablar, pero él rápidamente la interrumpió.

― No sabe cocinar ni contar bien el dinero. No sirve para la cocina ni para la caja. Será mesero.

―¡Claro!.―se acercó a mi y me estrechó la mano.―¡Es un gusto, muchacho!

―E-el gusto es mío, señora.― hice una reverencia.

― ¡nada de eso!.― sonrió .― ¡nada de formalidades!¡soy Articha, un gusto chico!

«que señora más agradable. Me recuerda a mi, antes de venir aquí.».― pensé.―el gusto es mío.

―¿cuándo te acomoda comenzar a trabajar, eh, Kakarotto?.―preguntó mientras que comenzaba a caminar hasta su escritorio y tomaba nuevamente la Tablet.

―La verdad es que me llamo Goku, pero Vegeta me llama así. Y la verdad es que cuando sea. No tengo nada que hacer.― me encogí de hombros.

―Bien.. entras mañana a prueba. Te tendré a prueba por una semana, ¿bueno?

―Sí, no tengo problema.―asentí con una sonrisa.

⋯ • ⋯

―¿A dónde iremos ahora, Vegeta?

―Tengo que recoger a Tarble. Después iremos a casa, ¿te molesta acompañarnos?.―me miró de reojo.

― No. No me es problema. Te debo una ya que me conseguiste un trabajo sin nada a cambio, Vegeta. Muchas gracias por eso.

―No hay problema. Le caíste bien a Tarble después de todo.― respondió mientras que volvía a mirar al frente.― es raro que sea tan hiperactivo.

―Sí..― Susurré y me quedé en silencio.― A propósito, Vegeta.

―¿Mm?.― me miró.― ¿Qué ocurre?

―¿Por qué tú y Tarble no viven con sus padres? digo, tú eres joven y Tarble apenas es un niño.

Suspiró y miró adelante.

― Es una historia larga la verdad.― Su voz cambió rápidamente de tono. Se escuchaba serio y nostálgico.

» Mamá y Papá solían tener problemas de pareja y peleaban de una forma... horrible. Del tipo verbal y hasta física. Habían veces en las que nos metían a nosotros, más que nada a mi hermano. Yo saqué dinero de una de las cajas del restaurante y compré ese apartamento. Me llevé a Tarble hace dos meses y ahora no quiere ver a ninguno de los dos. Ellos arreglaron sus problemas y ahora están intentando que Tarble vuelva a quererlos como antes.. Él es muy terco y no cede con facilidad. Así que tendrán que hacer mucho para lograrlo y yo no los pienso ayudar.

Volviendo a ser Yo. |【Son Goku】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora