5- Izan

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Estabámos de vuelta con nuestros padres, habíamos pasado el finde semana junto mis abuelos y fue muy divertido.

Habían pasado unos días, estaba aterdeciendo, cuando mi madre dijo llamar a vuestro padre y a vuestros abuelos, coger el teléfono y llarmalos, decirles que ya viene. No entendimos mucho, hasta que nos dimos cuenta de que era el bebé, ya estaba de camino, pronto lo veríamos y eso me hacía muy feliz. Vinieron mis abuelos, ni siquiera me di cuenta del paso del tiempo, fueron rápidos.

Mi madre y mis abuelos se fueron en el coche al hospital, nos hicieron quedarnos en casa a mis hermanos y amí, al rato mis abuelos vinieron, nos dijeron que cogieramos algo de ropa y aseo porque nos iríamos unos días con ellos.No entendía el porqué, pero obedecimos y nos fuimos al pueblo con ellos, nos quedamos una semana, yo solo tenía ganas de ir a ver a mi hermano recién nacido (No fue hasta con el paso de los años que nos dijeron que nació prematuro, por eso tardaron más en salir del hospital).

Estabamos de regreso a casa para ver ya a mi hermano pequeño, teníamos muchas ganas de verlo, entonces abrimos la puerta de casa, estaba mi madre en brazos con él, nos acercamos curiosos y ahí estaba, era lo más hermoso que he visto nunca y pequeño, se le veía tan frágil,pero le envolvía una capa de inocencia y dulzura.

-Se llama Izan y es el nuevo miembro de la familia- dijo mi madre

-Por fin un chico- dijo Eric alegre

Ainara lo miraba recelosa, no se la veía tan contenta como los demás.

El transcurso de los años fue pasando, Eric se veía tan guapo, unos ojos grandes de color verdosos, con sus pecas adornando su rostro, era tan parecido a Eric y amí.

Lo que siempre me hacía gracia era cuando intentaba salir de la cuna, tenía una cuna de madera, y barrotes puestos uno a uno, se le escuchaba en el pasillo, más bien se escuchaba como una bolsa de lado a lado, venía al salón con el chupete en la boca sonriente y con el brazo hacía arriba sosteniendo un barrote de madera, nos hacia mucha gracia, porque en su cara tenía la expresión  <<he ganado y he salido de la cuna>>.

Fue creciendo muy rápido, era un chico muy alto para su edad, guapo y enamorado de aquella niña de su clase Marie, eran una pareja perfecta, ella era guapa, unos ojos color café, una sonrisa bien amplia, una melena larga de color castaño y un lunar en el cuello, siempre iban juntos, eran confidentes y cuando los veía juntos no podía estar más feliz aunque apenas tuvieran cuatro años, era el primer amor de mi niño pequeño.

En casa te podías encontrar escenas entre mis hermanos y yo pegandonos, riendonos o así:

-Mamá Izan me quiere pegar-gritó Ainara corriendo por el pasillo

-Mamá Ainara me quiere pegar- gritó Izan corriendo viceversa por el pasillo, está vez Ainara lo perseguía.

-Queréis estaros quietos- decía mi madre cansada.

Éramos cuatro y nunca parabamos, sino disctuían unos eran los otros o todos, pero realmente divertido para nosostros, nos quitabamos las sillas a la hora de comer para que el otro cayerá al suelo, cambiamos leche por orchata, sal por azúcar y un sin fin de trampas, que no solían acabar bien, normalmente terminabamos castigados, pero no nos importaba para seguir haciendo de las nuestras.

INDARRAWhere stories live. Discover now