INDARRA

6-Ainara

Yo estaba más unida a Eric, Izan era el niño de mis ojos, quizás por ser el más pequeño y con Ainara, bueno no nos llevamos bien, aunque nos unimos si hay que ir en contra de alguien.

Es una niña rebelde, no para, haciendo trastadas, pero es única.

Me acuerdo que uns días atrás vino su profesora, me enseñó la agenda de mi hermana y me dijo:

- Leyra, he escrito varias notas a tus padres porque tu hermana no hace la tarea, pero hoy me fijé en la firma, dudó que está firma pertenezca a tu madre, mírala y dime que opinas.-Me dijo Victoria

Mire aquella firma, para mis adentro me reía, como iba a ser aquella la firma de mi madre, se notaba un montón que era de una niña, pero lo que no podía parar de pensar era ¿Cómo aquella profesora creyó que pertenecía a mi madre?

-No es la firma de mi madre, Victoria- le contesté

Se le podía notar en el rostro que estaba molesta, pasó las siguientes páginas, donde había más firmas falsificadas, donde en aquel momento deseaba reír,¿enserio Ainara engañó a la profesora con esos garabatos?

-Ainara me dijo que tu madre estaba muy cansada y que por eso la firma no es tan clara- concluyó ella. Dale esta agenda a tu madre que vea las firmas y las notas, sé que eres la más responsable y se lo enserarás a tu madre para que vean que Ainara ha falsificado estas firmas-concluyó Victoria.

-Vale, le dije.

Llegué a casa con la agenda de mi hermana y se la di a mi madre, normalmente le caería una bronca monumental, pero no podíamos parar de reírnos de aquella trastada, aunque le echaron la bronca evidentemente pero con todos riéndonos era dificíl mantenernos serios. Ainara que al principio tenía cara de menuda la que me va a caer, pero salió triunfante esa vez.

Al día siguiente, le entregué la agenda a Victoria, donde mis padres pusieron una nota que estaban al corriente de las falsificaciones y el castigo que darían a mi hermana (el cual nunca se produjo, pero no le iban a decir eso a la profesora).

Estaba bajando las escaleras del colegio, era la hora del recreo cuando me llamo la directora,

-Leyra , espera tengo que hablar contigo, es sobre tu hermana...-me dijo

Pensé que habrá echo esta vez, la verdad que era muy común que me llamarán los profesores para ponerme al corriente de las trastadas de Ainara.

- En clase les mandé la tarea de a quien se quieren parecer de mayor, era un relato para saber a que personas admiraban, la mayoría han puesto en sus redacciones a famosos, pero Ainara dijo que quería parecerse a ti.

No me lo creí, osea siempre discutíamos, ¿se quería parecer amí?Me enseñó la redacción y me sentí tan orgullosa de ella, todo lo que había echo hasta entonces, con esas palabras dedicadas a mí, me sentí tan querida  por Ainara como nunca, no sabía que tenía esa percepción de mi, es más pensaba que me odiaba, ahí es donde me di cuenta del gran corazón que tiene y que en verdad yo también la quería mucho, aunque no quería que se pareciera a mí, mi sueño era que fuera mucho mejor de lo que yo era.

-Te admira mucho, es increíble, me ha parecido la mejor de todas las redacciones-me contestó la directora.

-Muchas gracias por enseñarmelo, doña Carmen, es un relato muy bonito.

Cuando salimos del colegio, me dirigía hacía casa de camino con Ainara y le comenté sobre la redacción, creo que estaba avergonzada y no contaba con que Carmen me la enseñará, pero yo me sentía orgullosa de ella.

Sin embargo ella hablando de amoríos, también tuvo su primer amor, pero lo tenía que pelear, puesto que otra chica también tenía los ojos en él y si os cuento un secreto era el hermano de la chica de la que estaba enamorado mi hermano Izan, nosé si era el destino o el azar, pero mi hermana estaba loquita por él, lo consiguió pero un tiempo más adelante la otra niña se lo quitó y no es por ser mala,  pero era más fea que mi hermana, aunque yo creo que él siempre le gusto mi hermana, tenía debilidad por ella, aunque eso a Ainara no le sentó muy bien que digamos e iba en busca de venganza.

Aunque a ella nunca le faltaban pretendientes, en el pueblo de mis abuelos, otro niño le aguardaba, aquel muchacho no podía vivir sin ella, se llama Ángel, incluso compraba pegatinas de chicas para poder jugar con ella, iban por el pueblo de la mano y saltando, se les veía tan felices juntos, que nunca supe a quién de los dos pertenecía el corazón de mi hermana, quizás a ambos, pero como era tan solo una niña aquello no me preocupaba. Me gustaba verla contenta y feliz, pese a todo lo que discutíamos, es mi hermana siempre la defenderé, incluso cuando la mayoría de las veces empezaba ella los problemas, pero ella sabía que estabámos mi hermano Eric y yo para protegerla, pero nosé si estaba bien protegerla cuando hacía algo mal, yo era más de defenderla y luego echarle la bronca, aunque ella no hacía caso a nada ni nadie, así es ella, como nosotros decimos es Ainara.

Aunque nos gustaba verla rabiar, le decíamos,

-Eres adoptada, te encontramos en el cubo de la basura, junto con un osito de peluche, a mamá le diste pena y dijo venga te vienes con nosotros- le dije a Ainara

- No eso no es verdad- Gritó Ainara

-¿Entonces porqué no te pareces a nosotros?-le contesté

-Mamá-gritaba ella- Leyra no me deja en paz, dice que soy adoptada.

Mi madre venía y me echaba la bronca

-¿Cómo le puedes decir esas cosas a tu hermana?- me regañó mi madre- No está bien que le digas esas cosas, aparte ella no es adoptada, alomejor tú sí.

-Yo no sino ¿porqué me parezco a ti mamá? no cuela- le dije yo

Mamá siempre defendía a Ainara, era su preferida aunque ella lo negase, os quiero igual a todos decía, pero en el fondo su favorita fue Ainara, la defiende a capa y espada, en todo.