2.-Ellas

5 0 0
                                    


Sansa es mi mejor amiga, desde pequeñas estamos juntas, tiene ojos castaños claros, una melena larga misteriosa, con la luz del sol se tiñe de reflejos caoba y a la sombra adquiere una tonalidad oscura, es muy bonita, una sonrisa amplia que ilumina su cara, es inteligente, increíble y un corazón bondadoso.

Erica, llegó hace unos años a vivir a nuestro pueblo, pero nos hicimos inseparables, tiene tez morena, ojos color café, melena castaña a la altura de los hombros y siempre está sonriendo, he de decir que es la más guapa de las tres y de muchas chicas del pueblo y nunca le faltaban pretendientes.

Y luego estoy yo, piel blanca como la nieve, pecas en mi rostro, melena larga y oscura y ojos mezclados en dos tonalidades entre verdes y castaños. Si has visto los Adams, soy como la hija, bueno algo similar.

Nuestras personalidades también son diferentes, yo soy tímida y reservada, Sansa le gusta llevar el control aunque es muy divertida y Erica es más alocada, hace amigos fácilmente, no tiene reparos y dice todo lo que le pasa por la cabeza.

Y aquí nos encontramos sentadas en el parque, pensando a qué podemos jugar, solemos venir muy a menudo, con ellas es fácil olvidar los problemas y sumergirme en tantas aventuras, nuestra imaginación es infinita, normal con nuestros apenas diez años, solo queremos divertirnos.

Cuando iba al parque a jugar con ellas, siempre tenía que llevar a mi hermana pequeña conmigo, Ainara tiene un carácter complicado, está enfadada casi siempre y hace todo lo posible por arruinarnos la tarde, se volvía corriendo a casa,yo tngo que cuidar de ella, asi que iba detrás persiguiéndola y cuando llegaba a casa:

-Leyra ¿Qué le habéis echo a tu hermana esta vez?-Me dijo mi madre

Miro a mi hermana,pienso otra vez lo mismo, hace lo imposible para que mis padres me castiguen, solo lloraba, mentía y con eso le bastaba.

-Nada mamá, no le hemos hecho nada, estabámos jugando y de repente vino a casa corriendo-le contesté.

-Siempre igual, la tratáis mal Leyra, sino porque viene llorando, tienes que comprender que es más pequeña que vosotras. Estás castiagada sin salir- concluyó mi madre.

Yo bufé, la misma historia, ellos la creían a ella, pude divisar a Ainara detrás de mi madre y ya no lloraba, solo sonreía, disfrutaba cuando me castigaban por su culpa. No sabría decir si era por celos o simplemente me quiere fastidiar, creo que nunca lo sabré.

Eso es lo malo de ser la hermana mayor, tus hermanos pequeños son tu sombra, tu responsabilidad y tienes el deber de que nada malo les pase.



INDARRAWhere stories live. Discover now