11-Amargas despedidas

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Extrañaba a mis amigas del instituto, no pude despedirme de ellas, quería contarles todo, lo sola que me sentía, el no verlas cada mañana, transcurrir con ellas el día, contarnos secretos y cotillear, con ellas estaba tan agusto, me sentía yo, aunque tenía que aparentar con ellas me sentía querida, mi mejor amiga Sansa que la conocía desde pequeñas, siempre habíamos estado juntas y aunque nos enfadabamos nos volvíamos a perdonar, es una persona increíble, aparte de ser muy guapa con esa melena larga y de color castaño, pero cuando le daba el sol lo convertía en reflejos cobrizos, esos ojos castaños donde solo había amabilidad y una sonrisa expectacular, siempre tan centrada en sus estudios, responsable no me cabía duda que iba a conseguir sus metas pese a todo, con ella se me olvidaban todos mis problemas y también unos años más tarde apareció en nuestras vida Erica, ella era de tez morena, ojos castaños y guapisima, era quizás las más revelde de las tres, aunque pronto empecé a envidiar la relación que tenía con Sansa, puesto que no estaba acostumbrada a compartirla y al parecer ellas se unieron mucho. Yo sentía que no encajaba bien con Erica, nose si era por nuestra forma de ser tan diferente, ella era extrovertida, radiante y quería vivir la vida y yo sin embargo soy más reservada y siguiendo las normas. Pero ellas eran las que me hacían olvidarme de mis problemas y divertirme.

Me sonó el móvil y vi un mensaje de Sansa,

-¿ Porqué no te has despedido Leyra?- decía como molesta.

- No pude, quise pero no pude, sé que es complicado pero...- Como explicarle todo lo que paso, como decirle a ella que en realidad mi vida era muy diferente de lo que creían, había tantas cosas que le quería contar, pero no podía, solo me limité a llorar, ver mi vida destrozada, sin saber a quien acudir, a quien contarle todo, pero no podía. Que mi mejor amiga pensara que ella no era importante para mi, eso sí que me dolió.

Pasaron los días y apenas sabía ya de mis amigas, era como si me hubieran olvidado, como si jamás me hubieran conocido, dicen que en los peores momentos son en los que te das cuenta realmente quien está ahí para ti y quien no, pero sabía que Sansa y Erica estarían ahí, aunque no pudiera ser sincera con ellas, pero me hubiera gustado abrazarlas y verlas de nuevo.

Aunque no sabía lo que me esparaba en el futuro y que volvería a reencontrarme con ellas, con vidas totalmente diferentes, con sinceridad en nuestras palabras y descubriríamos muchas cosas las unas de las otras, pero eso en su debido tiempo.

INDARRAWhere stories live. Discover now