capítulo 2.

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El mensaje decía algo así: No te quites el rojo, te queda super bien, no le hagas a caso a Nil.

Sonreí muchísimo al leer eso, le contesté y estubimos hablando mucho rato, nos dimos los números y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente me desperté me hice mi vaso de leche con cereales y mire el móvil.

Mario me había dado los buenos días.

Era tan atento, no podía reprimir la sonrisa mientras hablábamos.

Horas después, me duché, me vestí con algo adecuado para la primavera y salí, había quedado con unos amigos de mi instituto.

Llegué a la rambla, justo donde habíamos quedado al lado de una tienda de chuches llamada Bendolç.

Me alegré tanto de ver quién esperaba allí, que corrí y salté a sus brazos.

27ROSAS.Where stories live. Discover now