Capítulo 5.

295 9 0
                                    

"No vuelvas a hacerme daño por favor, no lo soportaría una vez más, sigo rota desde que te marchaste. Ya no tengo nada, mis manos te echan de menos, mis labios, mis ojos..."

Así desperté a la mañana sieguiente. Unas gotitas de sudor brillaban en mi frente, había abierto los ojos de golpe y mis pulmones querían coger aire. Las pesadillas siempre me marcan y más si són de este tipo, recordándome viejos tiempos con el chico al cuál había querido más durante todo este tiempo.

No podía seguir así, tenía que olvidarlo del todo si o si, tenia que aferrarme a otra cosa o a otra persona. Alex seguía dando vueltas en mi cabeza así que decidí levantarme.

Me dirigí al lavabo y me mojé la cara con agua helada. Empezé a llorar desesperadamente.

-¿Que haces, cariñ..?- Mi madre paró en seco. - ¿No estarás llorando por Alex otra vez no?

-Lo siento mamá, te juro que se me pasará. Además estoy conociendo a un chico bastante interesante.-

-Me alegro por ti mi vida! Y no llores más por gente que no se lo merece. Venga vístete, te llevo de compras.

-Gracias de verdad, ahora mismo voy!!

Me vestí tan rápido como pude, desayuné y en el coche miré el móvil.

-----------------------------------

Mario:

*Buenos días preciosa. ¿Como has dormido?

*Perfecto Mario, de verdad. Gracias por preocuparte.

*Para es estamos ya sabes.

----------------------------------

Fuí de compras con mi madre más feliz que un regaliz. No, mierda. Él aquí no, como puede ser, esto solo me pasa a mi. La verguenza y el miedo se fueron apoderando de mi.

-Hey, Paula. No te he visto en toda esta semana. ¿Como va eso?- NO PUEDE SER. Me acaba de dirigir la palabra despúes de tanto tiempo. Múestrate fría.

-Hola Alex, si, he estado bastante ocupada y esas cosas.- Bien, así debes ser con él, cortante y fría.

-Bueno, pues ya nos veremos algún día de estos!- Si claro chaval.

-Si claro, cuando quieras!- Mierda, soy débil. 

Alex...porqué destino eres tan cruel y me haces cruzarme con él precisamente hoy. Soy la más gafe que existe en este mundo os lo puedo jurar.

Lo peor de todo es que la semana que viene empezamos las clases de nuevo. No quiero verlo otravez hablando con esa de la clase qué yo sé que le gusta, no me engaña. Lo conozco mejor que nadie.

Si alfinal decide intentar algo con ella, me conformaré pensando que almenos ella sabe lo que yo no he sabido hacer. Hacerle feliz.

Esta tarde espero despejarme un poco más. viendo al chico que me ha vuelto a hacr suspirar, Mario.

27ROSAS.Место, где живут истории. Откройте их для себя