-Uoooo uooo Paula, que bruta eres.- Dijo Mario sonriendome.
-Es lo que pasa cuando me alegro de ver a alguien.-Dije devolviendole la sonrisa.
-Que mona eres, yo también ne alegro de verte.
Estaba nerviosa, para que mentir. Hacia tiempo que no me revoloteaban esas mariposas inquietas desde que me dejó mi antiguo novio. Tenía miedo a la vez, de poder sentir mucho por esa persona.
Me fui con mis amigos a dar una vuelta por ahí, nos encontramos a mucha gente y nos lo pasamos genial. Quería ver a Mario antes de irnos pero no tube esa suerte.
Al llegar a casa, que me acompañó mi mejor amigo Diego, el cual me pregunto por Mario y solo supe sonrojarme, fui a mí habitación y me tiré en la cama.
Me llegó un mensaje, revisé mi móvil, Mario.
