Amanece el nuevo día y la luz dorada reflejada en la ventana te golpea suavemente todos y cada uno de tus infinitos sentidos. El nuevo amanecer te hace sentir un silencio incómodo, pero la realidad no te permite huir, así que tú única opción es quejarte muy alto.
Se asoma tu niña interior desde el fondo de tu corazón y te abraza más fuerte que todos los étereos cuerpos que puedes desear. Es entonces cuando sientes una rota melancolía y echas de menos no ser.
Se cierra el telón de esta trágica comedia y te refugias en el hogar de algún alma perdida en busca de algún valor por el que vivir.
Caes de nuevo en un mundo en el que nadie te conoce y te sientes extranjera y de repente ya has perdido el norte que llevabas tiempo buscando, así que te dejas llevar por los vientos del sur sin brújula alguna.
Sentirse primavera en invierno es algo que pocas personas consiguen y es entonces cuando vuelas alto sabiendo que la caída dolerá más.
Pero eso ya no te importa porque te sientes libre de todo aquello que no puedes ser.
Cierras los ojos.
Se cierra el telón.
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Poemas.
PoetryRecopilación de poemas que ocurren en mi cabeza y no se callan hasta que los escribo.
