Corre

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Recorre caminos sin final y se pierde tras tropezarse con la primera piedra que encuentra en el camino. Pero se levanta y sigo andando hasta llegar a un punto angosto y se queda bloqueada y supone que ha llegado al final del recorrido, pero no tiene ni idea de lo equivocada que está.

Evoca sin saberlo un mundo ilusorio, alejado de toda la realidad que la rodea y se encuentra así misma en un paisaje que nunca ha existido, en un tiempo incierto rodeada de personas que no ha conocido. No sabe describir cómo se siente pero tiene una (angustia) en el corazón que no la deja respirar en ningún momento.

Quiere salir corriendo y que nadie la vea. Quiere gritar lo que piensa y que todos la escuchen pero se queda escondida en una esquina con la cabeza agazapada porque es demasiado tímida para llamar la atención.

Sabe que es de mal gusto no mirar a los ojos cuando la hablan pero ella es incapaz de alzar la mirada ante tantos ojos desgarradores que la miran desde un punto tan alto que ella nunca podrá alcanzar.

Se eleva hacia el cielo y se siente triste. Echa de menos ser ella. Echa de menos no ser más que una triste melodía olvidada en medio de un entierro y reza para que esta vez sea la última. Sabe que no lo será.

Regresa a su casa de los sueños. Se duerme y encuentra la paz.

Al menos hasta que despierte.

Y de nuevo, la misma historia.

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