Capítulo 17

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              El Sol y la Luna

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— ¿Un velero? —. Annabeth miraba con asombro el velero frente a nosotros.

— Sí, un velero.

— Es asombroso.

— Lo sé —. Le tome la mano y nos dirigí a la cubierta, ya dentro encendí el motor y el velero comenzó a moverse lejos del puerto.

— Puedes cambiarte si quieres, el camarote es justo abajo—. Le dije cuando apague el motor lo suficientemente lejos.

— Eh... si —. Ella bajó por los escalones.

Estuve un largo rato esperándola, pero no subía, decidí bajar al camarote y allí se encontraba ella de espaldas a mí con su traje de baño azul turquesa y el sedoso cabello rubio atado. Me fascinaba la manera en la que el color del traje de baño contrastaba con su piel, me encantaba mirarla, era mi adicción.

— ¿Pasa algo Annabeth? —. Mi voz rompió el silenció, Annabeth giro sobre sus talones y me miro sonriendo tímidamente.

— Sí, solo pensaba —. Mentía. Caminé hasta sentarme en la cama con ella.

— Annabeth somos dos desconocidos queriendo conocerse y se que éstas mintiendo y quiero que me digas que te sucede —. La senté en mis piernas mientras jugaba con su cabello.

— Tengo miedo.

— ¿A que le temes?

— A que las cosas salgan mal y terminar con el corazón roto —. Podía sentir su cálido aliento en mi pecho.

— Deja que pase lo que tenga que pasar. Annabeth no se que sucederá en el futuro, pero mi presente es tuyo y mi pasado no es nada.

— ¿Por que tienes que ser tan perfecto? —. Murmuró cerca de mi oído.

— No soy perfecto, solo digo lo que siento.

— Para mi es como si lo fueras —. No merecía que ella creyera eso de mí.

Nuestro paseo en velero fue maravilloso como todo lo que tenia que ver con ella. Después de salir del camarote nadamos un poco y seguimos el recorrido, pasamos cerca de la caleta que visitamos el día anterior, también pasamos cerca del arco de piedra y Annabeth obtuvo su fotografía perfecta allí.

Regresamos al puerto y el encargado del velero de Bob aseguro el barco. Caminamos por el Boulevard, hasta llegar a la playa. Me gustaba la sensación de la suave brisa marina golpear mi rostro, sentía tanta paz con Annabeth a mi lado, con ella solo bastaba una mirada para saber lo que sucedía, en tan poco tiempo había creado una especie de conexión con ella, conocerla cambió mi vida, todo había comenzado como un tonto juego y ahora no podía alejarme de ella, no lograba comprender mi mundo sin ella. Probablemente Jason y Malcolm me dirían “te lo dije”.

— Estoy cansada —. Exclamó Annabeth soltando un largo suspiró.

— Sube a mi espalda —. Lo dudo un poco pero al final lo hizo.

— Vamos mono araña.

— ¡Oye! No me digas así —. Exclamó con molestia.

— Pero si serías el mono araña mas lindo de todos.

— Percy, odio a las arañas.

— ¿Por que?

— Siempre les he tenido fobia.

Llegamos de nuevo a donde se encontraba el arco de piedra, Annabeth bajo de mi espalda y se acerco a las olas, mirarla me hacía darme cuenta de que la había estado esperando tanto tiempo. A veces me preguntó si nuestra relación hubiera sido diferente si ella no me hubiera tirado el café encima y allí entraba el dicho de “todo tiene un porqué”, no creía mucho en el destinó, pero ella era mi mas hermosa casualidad.

Crazy In LoveWhere stories live. Discover now