Capitulo 18

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Desencuentro

No tenía idea de que hora era, pero no es como si me importará. Sentía una extraña sensación en mi pecho, no era capaz de describirla.

Annabeth se encontraba profundamente dormida a mi lado desde hace horas, no había podido dormir, el insomnio se adueño de mi noche, toda la habitación se encontraba en perfecta calma, menos yo, todo era difícil de asimilar.

Me levante de la cama con cuidado de no despertar a Annabeth, me puse la ropa interior y camine al ventanal de la habitación, lo abrí despacio y la fría brisa marina me dio de lleno, tenía un sofocante sentimiento de impotencia, vivía un infierno, tenía ganas de huir, desaparecer de este lugar, pero luego la recordaba a ella, a Annabeth. Era como un faro en medio de la tempestad.

«Quiero perderme contigo»

«Te amo»

Esas palabras no dejaban de cruzar mi mente, atormentandome, y luego aparecían las de Rachel.

«Quiero recuperar mi relación contigo»

«Eres lo mejor que tengo»

¿Por qué me tiene que suceder esto?

Sentí las suaves manos de Annabeth acariciar mi torso, mi mente se nublo y solo me deje llevar. Sus labios depositaban besos en mi espalda.

- Lamento... los rasguños... de tu espalda -. Dijo con voz seductora.

- Creí que estabas dormida.

- No te sentí a mi lado -. Asenti y seguí mirando la playa.

- ¿Sucede algo? -. Se colocó frente a mí, traía puesta mi camisa y mis más bajos instintos despertaron.

- Anna... -. Puso su dedo índice en mis labios.

- ¿Sabes que? No digas nada, solo disfrutemos la noche, nuestra noche -. No me negué, algo me decía que sería la última, nuestra despedida.

La tomé de los muslos y ella enredó sus piernas en mi cintura, caminé a la cama con ella mientras me deshacía de la molesta camisa y la tumbaba sobre las sábanas, toda prenda que impedía nuestro contacto ya no existía, me perdí en ella, uniendo nuestros cuerpos bajo las sábanas, trataba de mantener un ritmo suave, con ella no era solo sexo, con ella estaba haciendo el amor.

Me volví su prisionero, perdido, naufragando en el mar que ella significaba, en el veneno en que sus labios se habían convertido. La deje sentada a horcajadas sobre mí, mientras que con mis brazos rodeaba su cintura y sentía sus manos acariciar mi espalda y mi nuca, sin salir ni un momento de ella, nuestros movimientos habían parado, pero eso no importaba.

Annabeth mordía su labio inferior con sensualidad, su cabello rubio estaba completamente despeinado y nunca me había parecido más atractiva, trato de retomar el ritmo pero la detuve.

- No... no lo hagas... sólo disfruta -. Dije suavemente sobre sus labios, para después besarlos y continuar mi camino a su cuello, quería hacerla explorar el más exquisito placer, dejar una marca en su vida que jamás ningún otro hombre pudiera borrar, quería ser el único.

Mis manos comenzaron a recorrer suavemente su espalda, podía sentir su cuerpo vibrar cada que mis labios depositaban un beso en su cuello, su cuerpo estremecerse cada que la yema de mis dedos tocaba su espalda baja, su cuerpo jadeaba y sus acelerados latidos golpeaban mi pecho, sus jadeos llenaban mis oídos y mi satisfacción no podía ser mayor.

- Por... f- favor... P-percy -. Sus ojos me miraban con suplica.

- No quiero que olvides esta noche jamás, no quiero que olvides que eres mía y todo de ti me pertenece.

Crazy In LoveWhere stories live. Discover now