Parte 3

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Las semanas pasaron y Karime ya contaba con la mitad de la cosecha vendida. Aun faltaba cortar las fresas por lo que se esmero para que el siguiente fin de semana, el hostal permaneciera cerrado para de esa manera poder cortarlas.

-Te veo cansada, Karime. Has trabajado bastante y no descansas. Debes buscar un momento para relajarte.

-Ya lo habrá. Por el momento, necesitamos vender todo esto y pagar a los empleados.

-¿Te ha dicho alguien que luces muy bien?

Karime sonrió. Llevaba un largo vestido de añil con guarda de colores blancos. Calzaba unas finas sandalias de elevado tacón que dejaban ver unos pies muy bien cuidados. Su cabellera la llevaba sujetada en una coleta. Y su maquillaje era muy sobrio.

-Gracias, Claudia. Ahora vámonos al restaurante porque ha llegado la hora de la inauguración-

Ambas comenzaron a caminar por la amplia y limpia calzada adornada en su paso con flores de cartuchos blancos, orquídeas amarillas, violetas que colgaban de los árboles y flores de búcaros color rojo. La neblina había comenzado a caer y desde el amplio ventanal del hermoso espacio de comidas, se contemplaba la punta de los tres picos de las montanas fronterizas de los países centroamericanos: Guatemala, Honduras y El Salvador.

El restaurante ya se encontraba completamente lleno y no cabía nadie más en su interior. Todas las cabañas ya estaba reservadas y la demanda había llegado a ser tan alta que también se habían alquilado tiendas de campaña.

Esa noche, la cena había sido ordenada por la propia Karime y en especial, el postre de esa noche era una de sus mejores creaciones.

Ambas mujeres llegaron al restaurante y fueron rodeadas inmediatamente por todos los clientes. Claudia era la que mas destacaba de ellas. Era la más comunicativa, extrovertida y coqueta. Karime, como siempre, era la mujer seria, estratega y emprendedora que aun no había cambiado desde los años que vivió con su padre.

Ambas trataron de saludar a todos los presentes. Karime como pudo logro escabullirse de la aglomeración y llego hasta donde se encontraba un grupo de jóvenes que habían alquilado las tiendas de campaña. Al solo llegar, los jóvenes la recibieron con mucha alegría y comenzaron a platicar de varios temas.

Después de casi una hora de estar en compañía de esos jóvenes, Karime no pudo más y como se lo permitieron logro escabullirse aun mas y logro internarse en el amplio exterior. La noche ya había caído con el frio, característico del lugar y la neblina cubría gentilmente los espacios del hostal. Varias luciérnagas vagaban por ese amplio y extenso jardín. Ella comenzó a seguirlas hasta que se interno aun mas en el espacio.

-Espero que esta vez no las introduzcas en un bote para ver como centellan-Le dijo una voz ronca a su espalda.

Ella se quedo de pie, fija al piso. Parecía que su cerebro buscaba las conexiones con esa voz. Después de unos minutos en ese estado, se dio la vuelta por completo y quedo de frente en silencio.

Esa voz era inconfundible y no podía pertenecer a otra persona que no fuera Brendon Decker.

El comenzó a acercársele hasta quedar a centímetros. Karime no pudo articular palabra alguna. Estaba sorprendida y sumamente extrañada con su presencia.

-Sigues hermosa, como siempre, Karime-Agrego Decker y se le acerco hasta besarla en la comisura de sus labios.

Ella seguía estática.

-Te he buscado por todos lados. Después que te fuiste en ese taxi trate de seguirlo pero no lo logre. Cuando me avisaron, con retraso, que te quitarían el ubicador llegue diez minutos después que te habías marchado y cuando finalmente encontré a donde vivías y llegue, acabas de dejar el apartamento. Cada vez que quería llegar a ti, te desaparecías.-

Parte II: Dinero, Traición y VenganzaWhere stories live. Discover now