Siempre a tu lado

Capitulo 8. Horizonte

Mis ojos estupefactos no podían creer lo que observaban en ese momento. Era algo maravilloso e inexplicable al mismo tiempo, algo que me parecía imposible lograr.  Arena blanca reflejando los delicados y casi nulos rayos de luz de luna, un sonido arrullador al reventar las olas se creaba, dejando apreciar con claridad la espuma que este delicado y ambiguo choque formaba en la orilla, todo acompañado de una fresca brisa con olor salino.

Todo esto estaba frente a mis ojos, frente a mis ojos un paraje que alguna vez fue una montaña de basura, símbolo de lo destructivos que son los humanos, más ahora era paisaje digno de guardar un espacio en la memoria de cualquiera que se avecinara por aquí.

Era una de esas veces donde agradeces que, en este mundo tan podrido, alguien tomará su tiempo para restaurar un lugar como ese. Aunque alguien sería lejano a la realidad, talvez alguna compañía, o un grupo de voluntariados limpia playas podrían haberlo hecho, aunque debieron tardar mucho tiempo.

-Wow, ¿quién habrá hecho esto? - La frase escapó de mi boca en voz alta.

- Yo lo hice - una voz tenue de alguna parte dijo eso, había creído que estaba completamente solo. Voltee hacia la dirección de la que vino esa voz. En realidad, no entiendo como todavía no lo había reconocido.

- Waaaaaaaaaaaa! - Un grito ronco y sordo salió de mi boca instantáneamente - Estúpido, ¡deja de aparecer así! - Y ahí estaba, la razón de mi tormento y al mismo tiempo la única calidez que tenía estos últimos días. Sentado con sus piernas dobladas, las cuales rodeaba con sus manos y apoyaba su cabeza sobre sus rodillas en un semblante desventurado.

- Yo estoy aquí desde hace un tiempo, en cambio tu acabas de llegar, que no pongas atención a tu alrededor es tu problema- ni siquiera volteo a verme mientras hacía tal afirmación, el enano se atrevía a reclamarme, lo que rápidamente me saco de mis casillas.

- ¡¿Que dijiste?! ¡Enano! - la vena de mi frente se empezó a exaltar.

- Que deberías fijarte a tu alrededor más seguido! - Esta vez sí me miró con una mirada desafiante, la mirada que ponía cuando estaba decidido, pocas veces me había retado y parece que esta vez quería hacerlo.

-Yo hago lo que me da la maldita gana- dije esto mientras cruzaba mis brazos, era increíble que quisiera cuestionarme.

- Siempre eres un terco! ¡Nunca escuchas! Además, no entiendo porque estabas tan molesto hoy, ¡y yo también hago lo que me da la gana!!- que me dejara a gritar así de la nada me dejo estupefacto, el comportamiento normal de Deku no es ese, sin duda esta mierda de situación también le estaba cobrando.

-Eso no importa basura, deja de gritarme así, quien mierda te crees que eres, ¡mejor vete con tus amiguitos que no te ven y deja de seguirme!!!- maldito Deku me molestaba cada vez más sus gritos.

-Así que te molesta que me preocupe por alguien más, ¿eh? ¡Son mis amigos! - Y seguía gritándome...

-Eso tampoco me importa, ¡no tengo ni la más puta idea de porque me salvaste en primer lugar! - No eran las palabras que quería decir, pero simplemente así salían, golpeándose una a una contra mi garganta.

Deku se quedó callado por un minuto y apretó los puños - Yo...- lo interrumpí de inmediato, dándome cuenta de la estupidez que acaba de decir.

-Mejor cállate, simplemente no....quiero que te lastimen, estúpido. - mis mejillas elevaron su calor, tampoco sabía cómo podía decir eso, pero no quería ver otra vez esa cara que pone cada vez que es lastimado, así que pude ser honesto por esta vez.

-Que dijiste? - sus manos se relataron al igual que su expresión, además su expresión delataba una ligera confusión.

- No he dicho nada Nerd - instintivamente desvíe mi mirada hacia la otra dirección.