Capítulo 19

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—Creo que es aqui —le avisé a Eric, que era quien conducía, cuando llegamos a la dirección que me había enviado Sandy.

—Joder ¿es rica? —preguntó Louis con la cara pegada a la ventana observando alucinado la casa o mejor dicho la mansión.

—Eso parece si... —le dijo su novia.

—Mira aparca por allí —le dijo Nick señalando un aparcamiento que estaba libre.

Le hizo caso a su amigo y aparcó donde le había indicado. Los cinco salimos del coche y entramos. Ya se encontraba mucha gente, la música a tope y luces por todas partes.

—Tío vámonos a por algo de beber —mi hermano pasó su brazo por los hombros del moreno y ambos fueron a un mini bar que habían montado.

—¿Dónde estuviste ayer a la noche?

—Pues en casa ¿dónde sino?

—Pues no lo sé chica, te estuve llamando un millón de veces y no me contestaste —Bianca me miró con los ojos entrecerrados.

—Yo igual —ambas miramos a Eric confundidas con el ceño fruncido. Bueno, Bianca le miraba divertida —osea, no te estuve llamando un millón de veces, solo un par. Era para hablar sobre el musical que tenemos que hacer el martes —habló rápidamente.

—Si, claro que sí Eric. Si yo te creo eh —comentó Bianca con una gran sonrisa.

Rodó los ojos.

—También voy a por algo de beber —dijo antes de desaparecer de nuestra vista, en cuanto lo hizo, la pelirroja comenzó a reír como una maníatica.

—¿Y a ti qué te pasa? —la miré raro.

—Dios, le tienes coladito —consiguió decir entre risas.

—¿Qué? Venga ya Bianca, no flipes —negué.

Qué le voy a gustar yo al mejor amigo de mi hermano. Nos conocemos desde pequeños, es imposible que él me vea de alguna otra forma que no sea de su hermana pequeña o la hermana menor de su mejor amigo.

—¡Oh venga ya! No puedes ser tan estúpida. ¿Te crees que no me doy cuenta cómo te mira? ¿Y cómo le miras tú a él? ¡Dios! Me dan unas ganas tremendas de ponerte un babero, te lo digo en serio.

—Paso de tus idioteces Bianca, voy a tomar algo —le dije y caminé hasta el mini bar escuchando la risa de mi amiga.

Sonreí. Por muchos idioteces que diga esa pelirroja, no estaba del todo equivocada. Creo que me gusta. Pero es imposible que yo le guste a Eric. Y aunque le gustase, todo sería un gran desastre. Empezando por Nick.

—¡Bella has venido!

De repente me encontré a Sandy a solo unos pocos centímetros de mi rostro con una gran sonrisa y sus manos en mis brazos.

—Si, he venido... —sonreí incómoda ante su entusiasmo.

—¿Quieres? —me ofreció su vodka.

—Solo un sorbo, gracias.

Acepté y tras darle un par de sorbos volví a entregarselo. Ella hizo lo mismo para después dejar el vaso ya casi vacio encima de una mesita.

—Venga vamonos a bailar. Zac y Julia nos están esperando.

Sin dejarme contestar, me agarró del brazo y me arrastró hasta sus amigos.

—¡Hola chicos! —chilló.

—Hola —saludé incómoda.

—Hola Bella —Zac me dejó un beso en la mejilla —estás preciosa.

Tenías que ser túOnde histórias criam vida. Descubra agora