Tenías que ser tú

Capítulo 30

—Tía tú estás mal de la cabeza ——me riñó mi mejor amiga —Ese loco es muy peligroso. Y tú sabes eso mejor que nadie.

Me encogí de hombros.

—Pues sí... pero tú también sabes mejor que nadie que no me quedaría de brazos cruzados. ¡Mató a mi padre! —grité con el ceño fruncido.

—Lo sé, pero... ¿y si a ti también...

—No me importaría a estas alturas —le interrumpí —Por lo menos moriría tranquila. Porque por lo menos intenté darle su merecido.

Estuvimos un rato en silencio hasta que Bianca volvió a hablar.

—Bueno y... ¿sabes algo de él? No me digas que murió... —me miró aterrada.

—No —dije y soltó un suspiro de alivio —según me dijeron lo llevaron al hospital. Aún sigue allí y cuando se recupere lo llevaran a la cárcel. Para siempre —sonreí —Ese ruso tiene muchos —alargué sin perder la sonrisa —antecedentes. Vamos, prácticamente pasará toda su miserable vida en el agujero —asintió y después de unos segundos en silencio me acordé que aún no se lo había dicho lo del tatuaje —¡Mira! Me hice un tatuaje.

—¿Un qué? ¡Estás loca Bella!

Reí y le enseñé el tatuaje que tenía por la cintura. Aunque al principio no le hizo mucha gracia, después de que le explicara el significado de la ave Fénix, cambió por completo su forma de pensar.

—Me encanta —asintió y me sonrió pícaramente —además, es muy, pero que muy sexy.

Negué divertida.

—Bueno, me tengo que ir —le dije levantándome de la cama.

—¿Tan temprano? ¿Por qué?

—Ya te dije Bianca —ruedo los ojos —mamá hoy nos quiere presentar alguien muy importante para ella —dije en un tono misterioso.

—Oh, es verdad. ¿Quién crees que será?

—Su nueva pareja seguramente —le dije convencidísima —lleva meses más alegre de lo normal y en la forma que nos dijo a Nick y a mí que iríamos a comer fuera porque nos tenía que presentar a alguien... —dije recordando el momento —sin alguna duda. Es su nueva pareja.

—Ya... ¿y a ti te parece bien?

Asentí con una sonrisa.

—Claro que sí. Mamá tiene derecho a ser feliz y rehacer su vida. Aun así, sé que papá siempre tendrá su lugar en su corazón —sonreí nostálgica —Además, mamá tiene muy buen ojo. Seguro que es un buen hombre.

—Bueno, pues ya me contarás —me besó la mejilla —te quiero por si me muero —me guiñó el ojo y reí saliendo de su habitación.

—¡Te quiero por si me muero! —le grité.

(.../...)

Después de ducharme y secarme el pelo, me hice unas ondas bastante naturales y me maquillé muy simple. Me puse un vestido beige que era ajustado hasta la cintura y tenía un poco de vuelo después. Para darle un poco de color al look me puse unos tacones rojos y listo.

Mamá nos había insistido a mi hermano y a mí que nos arreglaramos. Que era una ocasión especial.

—¿Estás lista? —me preguntó mi hermano asomando la cabeza por la puerta.

Asentí en un suspiro.

—Sabes que nos va presentar a su nueva pareja ¿cierto?

Entró en mi habitación y cerró la puerta.